Por darme vida renunciaste a la tuya
te fuiste en la noche más profunda y oscura
y sin tu compañía mi alma transita solitaria y vacía.

Soy un niño todavía,
comprende, aun no entiendo
el porqué de tu partida.
Si ayer me tomaste de la mano mientras
me decías que tú y yo
iremos juntos por la vida.

Un sonido brusco e inesperado fue el preludio
de una distancia cruel al que yo era condenado
Me buscaste desesperada y en medio de gritos y caos
en un último abrazo se ahogaron tu amor y mi esperanza.

Ojalá nadie me hubiera ayudado
y quizás junto a tí estaría abrigado
El mundo es frio y enajenado
no hay un refugio tibio donde pueda encontrar tu mirada.

La gente nos rodea y en silencio no dicen nada
Quiero gritar estruendosamente, pero mis fuerzas están enlutadas,
Camino lento y mi presente es inerte como tu alma.

¡Dios no entiendo por qué tengo que dejarla sola en esta tierra fría y pagana!

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