Este es un día triste y más al saber de tu traslado, se que pusimos reglas y que fijamos nunca enamorarnos, se que en tu vida existe ella y en mí vida él, pero como quieres que no te quiera si muero por tus labios y suspiro por volver a probarte, por acariciar cada parte de tú ser, por sentir tú aroma ese narcótico que invade de placer mis sentidos…
Han paso seis meses desde que empezamos a vivir este romance clandestino, un amor fugaz de esos que no preguntan ni el ¿Cómo? Ni el ¿Por qué?, que sólo existen bajo las sábanas y mueren al salir del hotel, pero es que verte tan cerca en el batallón, sentir tu fragancia, escuchar tu voz y solo saber que de puertas hacia dentro es usted mi teniente, quien le debo respeto, quien le cumplo órdenes, quien con solo una palabra hace que mi día se convierta en una tortura y aun que muchas veces imagino que sería de nuestras vidas si viviéramos en tiempos distintos tal vez en esa época solo tal vez podríamos vivir lo que hoy es prohibido para los dos…
Esta es una mañana como todas aquellas donde llegamos y nos saludos con tanta cortesía que parecemos dos extraños, cada quién se dirige a su oficina y al pasar el día rara vez nos vemos y solo esperamos la noche en donde el grado se quedara en la guerrera aquella misma que sirviera de cama y las sábanas de esta particular noche será el cielo estrellado, una noche más donde me puedo embriagar de tu ser, donde cada vez más pierdo el pudor, donde la línea de la decencia y la locura es tan frágil que se rompe con el rose de las finas hiervas bajo mi espalda, donde se moja mi piel con el rocío y mi cuerpo estalla de placer con el rose de tus labios con los míos, con tus caricias que recorren cada parte de mi ser, donde el testigo de esta noches de amor desenfrenado solo es el silencio y las luciérnagas que nos regalan una noche llena de romance… A la mañana siguiente al despertar cada quién está en su respectivo dormitorio, y al ver la hora son las 4:30 am, me he levantado a trotar como de costumbre y al oler mi piel a un tengo el aroma de su cuerpo en el mío, aun puedo sentir tus caricias e inundada de pensamientos empiezo mi rutina, ya después de media hora regreso a mi habitación, descanso y tomo un baño, de repente suena el celular y vaya sorpresa es mi novio quien por la distancia rara vez vemos, él se encuentra en otro departamento, hay días que me siento tan culpable, se que le he fallado, no podría asegurar que se lo merece por que me ha demostrado ser un hombre de principios que me quiere pero que hago si quien me hace perder los sentidos y la razón es aquel que es prohibido, quien tienen un hogar pero que me hace vivir al máximo, ese que aunque sólo es mío por momentos es el que me lleva a la locura.
Las semanas junto con sus días, las horas, minutos y segundos han trascurrido más de prisa, y los momentos que compartimos han sido muy pocos y más en esta semana que ha llegado su esposa aquella mujer de cuerpo delgado, ojos llamativos, elegante sonrisa, una señora ante la sociedad, una profesional, una mujer sencilla y delicada toda una dama, quien ha sacado el tiempo para poder venir acompañarte con quien debes estar; pero como duele verte tan cerca de ella, ver como te besa, te abraza y conocer que en estas noches solo le perteneces a ella ha sido una tortura… Saber que estoy tan cerca de ti pero tan lejos, entender que ella es la dueña de tu vida, con quien formaste una familia y aun así pasar junto a ti saludarte “buenos días mi teniente, me presento sin novedad especial”. Y de despedida. “permiso sigo mi teniente”; pero sentir en el ambiente esa atmósfera de lujuria, me pregunto hasta cuando podré soportarlo, sé que la única regla fue no enamorarnos, solo sería sexo sin compromiso, pero siento que los celos me están invadiendo y en cualquier momento se convertirán para mí en arma de doble filo. En el dormitorio las noches sean vuelto más largas y frías, el insomnio se ha convertido en mi fiel amigo quien me acompaña, quien escucha mis tristezas, quien no me deja descansar, me estoy muriendo en vida y más ayer que la noticia de que mi teniente será papá se dio a conocer en la reunión de inteligencia, no se si cuando informaron se noto mucho la impresión pero sentí que algo atravesó mi pecho, fue un dolor agudo que hizo que las palabras se me entre cortaran junto con la respiración y una lagrima rebelde se escapó por mi mejilla para morir en la guerrera pero una falsa sonrisa se mostró en mi rostro junto a una frase evidente.. “felicidades”, después de la reunión, aunque él intento hablar conmigo yo solo le evadí, pero como evades a quien es tu oficial al mando y tu solo eres un suboficial, ¿Qué ordena mi teniente? Necesitamos hablar, mi teniente si es laboral cumpliré inmediatamente su orden, pero si es personal – con todo respeto mi teniente hablamos después, permiso sigo y me retire dejándolo solo en la sala de guerra quería salir corriendo, pero solo caminaba de prisa mientras mi mente regalaba a mi corazón, por pendejo ¡Quién te mando a sentir amor por él, si él nunca te mintió fue claro de un principio, tu sabia de la existencia de ella!, ¡tu sabía que era una aventura! ¡Por qué lo quieres! ¡Por qué! Pero cuando reaccionó estoy corriendo y casi chocó con la estatua del campo de parada.
A otro día he llegado muy de prisa a la oficina. Ya en mi escritorio en el cargo de archivista rodeada de un millar de folios, de miles de carpetas junto a sus cajas y en el escritorio lo que nunca debe faltar las TRD la biblia de quienes manejamos archivo junto a un lápiz de mina negra, el borrador y los fuid que estamos elaborando, pero al lado de aquella documentación hay una rosa negra junto a una nota que tiene una dirección, una hora y un no faltes, sin querer una sonrisa se escapó de mis labios, debo aceptarlo “que son estas cosas las que hace que me encante este hombre”; en mi mente se empieza a desarrollar un conflicto, soy consciente que no debería ir solo por principios, “no soy un juguete que él puede tener cada vez que quiere yo también tengo sentimientos” pero después de pensarlo un buen rato la respuesta obvia “asistiré a esa cita pero antes iré de compras”. El encuentro es bastante entrado la noche (como esta de servicio, esa es la única manera de escaparse de la esposa).
En la tardecita después de pedir permiso a mi mayor, haberme cambiado y dejado el soldado que tengo al mando encargado de la oficina con la orden que si se presenta algún novedad inmediatamente me informe, (Domínguez es un soldado profesional que hace poco llego a esta unidad, vine trasladado de Arauca es un chico muy serio y responsable, su apariencia es juvenil, simpático pero es un hombre muy respetuoso) me dispongo a salir pero cuando iba saliendo me pregunta – mi cabo ¿quiere que me llame un taxi? ¡no, gracias Domínguez iré aquí no mas, tranquilo!, al caminar solo unas cuantas cuadras he llegado a mi destino ingreso al local y después de media hora salgo llevando en mis manos una bolsa negra y regreso, el tiempo pareciera que se fuera detenido o será la ansiedad que me esta invadiendo; al fin ha llegado la hora de salir para el lugar indicado, después de algunos minutos en taxi he llegado, como siempre un hotel, una habitación reservada sin nombre en el registro al ingresar a la habitación se puede observar un camino con flores que van hacia la cama, en esta hay dibujado un corazón con pétalos de rosas rojas y un escrito que dice te quiero en pétalos blancos, al mirar hacia el balcón hay una mesa con 2 copas, 1 botella “champaña” un ramo de rosas rojas, 2 platos servidos y de fondo una canción balada romántica que atenúa con el ambiente y un aroma dulce de flor de avellana con jazmín, de repente saliendo de la ducha un hombre bello de cuerpo estructural, abdominales marcados, alto con una mirada cautivadora, con mucho bello en el pecho, con algunas gotas de agua aún recorriendo este cuerpo ardiente y unos labios que llaman al deseo… Después de admirarlo por un momento le saludo… “buenas noches mi teniente” a lo que él me responde “esta noche el rango se queda en nuestras respectivas guerreras; esta noche solo vamos hacer tu & yo” acercándose tanto, que nuestros labios se rosan y donde se puede sentir y oler la respiración del otro, me invita a pasar a la mesa a disfrutar de aquella riquísima cena en donde el postre está más bueno que la misma comida, la cena está deliciosa y la conversación cada vez se vuelve más interesante y es esa voz tan sensual que tiene que sin querer te excitas y bajo el manto del deseo me quito uno de los tacones con mi pie empiezo a recorrer su pierna a lo que él se sorprende pero no se disgusta, por tal motivo sigo recorriendo hasta llegar a la entrepierna en donde se puede sentir una fuerte y gran erección, mientras mi pie hace presión sobre aquella zona, la conversación se empieza a ser más tensa y sin pensarlo mucho después de tomarme unas copitas de vino me levanto de la silla, me dirijo hacia él, lo miró fijamente a los ojos y me arrodilló, mientras mis manos quitan la toalla para dejar a la vista aquella fuerte erección y sin pensarlo mucho llevo mi boca hacia el, a lo que su reacción es cogerme del cabello llevando su miembro hasta el fondo y un suave gemido ¡oh! se escapa de sus labios, mientras empiezo a introducirlo de manera rítmica en mi boca y cada vez siento su erección más tensa hasta que explota dejando escapar un ¡ah! Mientras por la ranura de mis labios un hilito de semen escapa de mi boca y mirándolo a los ojos lamo mis labios; al levantarme muerdo mi labio inferior con una mirada coqueta e ingresó al baño y me coloco lo que había comparado aquella tarde, al salir él se sorprende al verme vestida así me dirijo a donde esta y con una pícara sonrisa le preguntó ¿Quieres ir al cielo con este angelito? con esa lujuriosa y pervertida mirada me besa de manera intensa, deseosa tan fuerte que hace que me quede sin respiración y entre sus piernas se siente que se levanta una vigorosa erección ¡oh! Dios en sus brazos he conocido el cielo, como me coge este hombre ningún otro me ha cogido y antes que él eyacule le pongo unas esposas asegurándolas a la cama, con su mirada me penetra y pregunta ¿Qué pasa?, y yo solo le digo disfruta que aun tenemos tiempo y posándome sobre su miembro empiezo hacerle el amor, ¡uf! su miembro es tan grande que se puede hacer maravillas y hacer las poses que se puedan imaginar; con cada instante que pasa puedo sentir lo viril que esta su miembro pero de repente esas esposas no aguantan mas y se las logra quitar para cogerme fuerte, desenfrenada y con mucha lujuria, de improvisto me cambia de posición para quedar en “cuatro”, y agarra mi cabello, a lo que volteo a verlo con deseo; me embiste con tanta fuerza que mi cuerpo estalla de placer; cada posición que hacemos me embriago del néctar de su pasión. Fue una noche única, una despedida, un hasta pronto y algo que jamás volverá ha pasar.
Un rayito de sol invade la habitación y termina en nuestros rostros mientras en el radio entre sueños dice: “Mi teniente para reportar novedad” de repente nos despertamos asustados, con no se cuantas llamadas en el celular de él y en el radio el soldado de la línea reportando la novedad de esa noche e informa reunión de seguridad en media hora . Nos levantamos de prisa, “menos mal el soldado es mago” y cada quien lleva su camuflado en la maleta, al llegar todos en la sala de guerra nos miraban aun que para nadie era una sorpresa, después de la reunión de seguridad se informa: ha llegado el traslado de la CP. Negro, el cual debe cumplirse de manera inmediata; mi mayor se dirige y me da la orden de entregar mi cargo a CP. Pérez y aliste todo que salgo pasado mañana para el grupo METEORO en Arauca. Después de aquella noticia solo quedaba realizar acta de entrega de cargo, informe y entregar tanto el archivo físico y digital el cual todo estaba listo por que en el ejercito lo único seguro es la muerte.
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