Mis manos en tu cuerpo siempre debieron estar

apretando tus nalgas hasta excitarte cada vez mas

recorriendo tu piel sedienta de placer,

 al tocarte este poema encontré

…se que lo disfrutaste como yo también,

y no me queda duda que me dejarías volverlo hacer

concluyendo que mis manos y tu cuerpo se necesitan a veces…

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