Son más de las 10 de la noche y apenas la veo por la mirilla de la puerta se lo que ha pasado y lo que podría pasar pero de todas formas decido abrir la puerta, apenas la veo directamente sus ojos grises refulgen con una luz que los hace aún más bellos
-Hola, siento venir tan tarde pero estaba por los alrededores así que decidí pasar a saludarte- “Eso obviamente es una mentira, nadie estaría a esta hora por ahí”
-No deberías estar a esta hora en la calle, es muy peligroso-
-Puede ser, pero no importa mucho- Suavemente traspasa el marco de la puerta casi entrando al apartamento- ¿Puedo pasar?
El que responda esa pregunta ahora ya es innecesario prácticamente ella ya ha entrado
-Claro no hay problema- Es en ese momento que noto que en su mano izquierda lleva una bolsa de un supermercado, pero en lo que más me fijo es que el anillo de su dedo anular no está “Sabía que tuvo una discusión, no hay otra razón para que Beth este acá a esta hora”
Beth es una chica hermosa, alta, con una buena figura y que siempre ha destacado no importa a donde vaya y más gracias a sus ojos grises que siempre parecen melancólicos, pero la verdad es que nunca han conocido un sentimiento como ese. Su largo y ondulado cabello castaño pasa de la mitad de su espalda
-¿Te importa si me quedo a dormir? No tengo muchas ganas de volver a mi casa-
-Beth no creo que…..-
-Traje cerveza para que hablemos un buen rato- Obviamente ninguna de mis quejas las escuchara
-Está bien, puedes quedarte a dormir-
-Gracias, siempre has sido una salvavidas-
Esa siempre ha sido nuestra dinámica. Beth llega pide algo y yo no puedo negárselo “Debería poder decirle que esto está mal, al fin y al cabo ella está casada”
-Beth sabes creo que…..-
-Hoy tuve un día de mierda en el trabajo- Cada vez que intento comenzar a hablar soy interrumpida por Beth- Y apenas llego a la casa el imbécil de Oscar ya está molestando. La verdad tenía ganas de estrellarle algo en la cabeza, pero preferí salir de la casa y termine llegando acá- De la bolsa que carga saca una lata de cerveza y me la ofrece- Vamos a beber-
-Tengo que madrugar a trabajar mañana no creo que….-
-¿Crees que tus vecinos se molesten si ponemos un poco de música?- Se acomoda en el sillón que tengo en la sala quitándose los botines que trae calzados
-Mejor pongámosla con el celular-
-¿Tienes alguna lista perfecta para beber?
-Podemos buscar alguna si quieres-
-Lo que elijas estará bien para mí-
Conociéndola bien sé que no cualquier cosa que elija le gustara por lo que busco la lista de reproducción que tengo con su nombre con canciones que le gustan, o al menos la mayoría del tiempo le gustan, si esta de mal humor lo más posible es que le desagraden.
Pongo el volumen del celular en un nivel adecuado para que no moleste a los vecinos a esta hora pero que aún la podamos disfrutar, así que pongo el celular en la mesa y dejo que se reproduzca en aleatorio y lo primero que suena es la inconfundible voz de Chayanne mientras canta Un Siglo Sin Ti
“Como amo a ese tipo”. Desde niña siempre me ha gustado
-A pesar de todos estos años me sigue sorprendiendo que lo que más te guste sea el pop- Abre la cerveza que tiene y le da un largo trago- En un inicio pensé que eras más del tipo emo por como lucias en secundaria-
-Solo me gusta el negro, no más. Nunca sería una emo- Aunque entiendo perfectamente el que la gente pensara eso cuando estaba en secundaria. Aparte del uniforme lo único que usaba era ropa principalmente negra y muchas manillas, algunas con taches y pinchos. Y mi actitud no era lo mejor frente a las personas, pero era más porque era muy tímida y prefería que no me hablaran- Además siempre dices lo mismo, tu más que nadie sabe que eso nunca podría pasar-
-Solo me gusta recordarlo- “Obviamente eso lo hace para molestarme”
Seguimos sentadas ahí escuchando música mientras pasa De Chayanne a La Ley, La Oreja de Van Gogh y hasta Ricardo Arjona, y bebiendo cerveza tras cerveza mientras Beth me cuenta como han estado sus últimos días, que gracias a un proyecto nuevo de la empresa la ha tenido muy ocupada, y que el cambio de trabajo de su esposo no le ha puesto las cosas fáciles tampoco
Aun me sigue pareciendo un tanto irreal el que Beth se haya casado, y más con alguien que había conocido relativamente hace poco Sé que conoció a Oscar en su último año de universidad pero en ese entonces no eran más que conocidos y eso, y cuál fue mi sorpresa al enterarme que se casaba con él de un día para otro. Nunca supe que estuvieran en una relación o algo parecido, solo que se casaban y ya. Por lo demás en estos dos años de matrimonio no ha habido momento en que no discutan “En serio que no entiendo porque se casó con él si ni siquiera se pueden llevar bien”
-En estos días me pregunto que cuando tendríamos un niño. Ja, como si eso fuera posible. Sabe muy bien que detesto a los niños y más a los bebes- Ya la sexta cerveza que ha consumido parece que comienza surtir efecto en ella, pero no es más que un ligero sopor por beber muy rápido- ¿Has pensado en tener hijos alguna vez?-
-Creo que no. Ni pareja tengo para ponerme a pensar en ello, prefiero enfocarme en el trabajo por ahora- “Al menos con el trabajo puedo distraerme de pensar en otras cosas innecesarias”
-Que mal que hagas eso, deberías buscar el salir con alguien ya sea ocasionalmente, al fin y al cabo no todo debe ser trabajo en la vida- Antes de que me percate Beth se ha sentado a horcajadas encima de mí, envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello dejando nuestros rostros uno frente al otro- ¿Qué te parece si esta noche te doy algo de diversión para que no te sientas tan sola?- intenta acercar sus labios a los míos pero rehuyó de este contacto moviendo mi cabeza hacia un lado
-No creo que debamos hacer esto nuevamente, tú ya estas….- Uno de sus brazos se retira de mi cuello mientras hablo y toma la cerveza que me encontraba tomando
-Abre la boca- Es lo único que dice mientras tomándome del cabello hace que mi cabeza quede mirando hacia arriba antes de tomar un trago de la lata.
Obedientemente y sin pensar abro mi boca más o menos hasta la mitad dejando salir un poco mi lengua como he hecho en otras ocasiones, mostrando mi expectativa por lo que va a ocurrir. Los ojos de Beth refulgen con un brillo de autosatisfacción por mi pronta obediencia a la orden que me dio mientras en su boca se forma una sonrisa antes de besarme. Apenas nuestros labios se juntan deja caer el contenido de su boca en la mía, la cerveza combinada con su saliva comienza a inundar mi boca y bajar por mi garganta, y aunque sé que debería detestar enormemente esto recibo todo gustosamente ansiándolo más y más. Cuando toda la cerveza ha dejado mi boca es cuando Beth mete su lengua, juguetona como siempre mientras asalta la mía, envolviéndola completamente para después darle solo unos pequeños toques para volver a enredarla y así está varios minutos más sujetando mi cabeza por el cabello y el cuello para que no la mueva mientras todo el beso es dirigido por ella. En un momento mis manos van a su cuerpo para pegarla más a mi sintiendo como sus pechos se aplastan contra mi pecho, el cómo sus caderas bajan totalmente hasta estar sentada sobre mi moviéndose poco a poco para incitarme. Sus manos abandonan mi cara para apoyarlas en el respaldo del sillón, y ahora soy yo quien dirige el beso ya que eso es lo que ella quiere. Mis manos se posan en su cadera y nuca para intensificar nuestro roce y el beso que estamos teniendo. Cada vez los movimientos de Beth son más agresivos, más excitantes. Nuestro beso termina e inmediatamente abro la camisa de Beth viendo el hermoso sostén aguamarina con encaje que resguarda sus pechos, beso su cuello sus pechos hundiéndome en ella
-Beth! Beth! Beth!- Es lo único que digo mientras mi boca riega besos sobre su cuerpo
-Que buena chica eres- Puedo notar lo excitada que esta Beth solo con su voz- Pero no aquí, vamos a la cama- La sigo sin pronunciar alguna palabra, y aunque hacía donde vamos es mi habitación el recorrido se me hace largo y hasta desconocido
Ya en la habitación con la puerta cerrada Beth me despoja de la poca ropa que tenía puesta y yo hago lo mismo con ella mientras beso cada parte de su cuerpo cuando me pide que lo haga, solo me detengo un momento al ver las marcas en su muñeca pero continuo besándola un par de segundos después. En la cama sus deseos se vierten sobre mi engullendo mi cuerpo por completo, llevándome al éxtasis una y otra vez pero sin dejarme satisfecha ya que cada vez deseo más de ella, a lo que Beth responde cada vez recorriendo mi cuerpo con sus manos y su lengua. Al final no queda rincón en mi cuerpo que no haya sido invadido por Beth. No sé cuánto tiempo ha pasado pero me encuentro en mi cama exhausta rodeada del olor de Beth que esta por todo mi cuerpo desnudo, ella se encuentra tomando una ducha y ya cuando regresa se encuentra totalmente vestida
-Creí que te…..- Las palabras comienzan a salir a tropezones de mi boca
-Gracias por dejar que me quedara durante la noche. Fue bastante relajante el no haberme quedado encerrada en mi casa. Ahora tengo que irme- Veo como coloca el anillo en su dedo anular y entiendo inmediatamente que cualquier tiempo para las dos ya se termino
Ninguna palabra sale de mi boca como despedida para ella, y tampoco ella las espera. Toma su bolso y escucho como sale de mi apartamento de la misma forma intempestiva que entro hace algunas horas
Me cuesta un poco de tiempo asimilar todo esto, pero cuando lo hago voy hacia la ducha. Cuando el agua comienza a caer por mi piel siento como unas lágrimas de frustración se asoman en mis ojos “Siempre ha sido igual, cada vez que esto pasa con Beth termino igual, llorando en la ducha como la gran idiota que soy” Después de varios minutos en que logro tranquilizarme salgo de la ducha y busco mi celular, lo encuentro encima de la mesa de la sala descargado y noto que el cuarto está bastante iluminado así que corro nuevamente hacía mi cuarto para buscar mi reloj de muñeca. Este marca las 6:15
-Mierda, no puede ser tan tarde. No llegare a tiempo al trabajo- Busco algo que me pueda poner rápidamente. Una blusa tres cuartos negra y unos jeans del mismo color servirán como atuendo junto a unos botines. Medio seco mi cabello con la toalla antes de tomar mi morral donde echo mi celular descargado y el cargador junto a mi portátil y salgo lo más rápido de mi apartamento cerrándolo detrás de mí.
Aunque voy tarde al trabajo no puedo seguir sin comprar algo para comer, bebí y además estoy un poco fatigada por todo lo de anoche así que para en una cafetería. Compro un café extra grande y un par de sándwichs para llevar. 40 minutos después de que salí de mi casa llego a mi trabajo, el tráfico como siempre es una mierda en esta ciudad aun cuando uno anda en motocicleta. Entro corriendo por la recepción
-Buenos días Jairo ¿Ya llego el jefe?- Le pregunto al guarda
-El señor López aún no llega. Es raro que usted llegue tarde- El señor ya de casi 50 años me responde amablemente a pesar de mi afán
-Se me descargo el celular anoche y no sonó la alarma. Por fa puedes cubrirme con lo de hoy-
-No se preocupe señorita, además creo que el señor López llegara tarde hoy- Dice esto último con una sonrisa cómplice
-Gracias Jairo, es un salvavidas- Para no encontrarme a nadie en el ascensor decido tomar las escaleras, serán 5 pisos hasta mi puesto de trabajo pero tal vez termine de despejarme la cabeza mientras subo. Después de lo que parece una eternidad llego a la silla de mi puesto en la que me echo totalmente cansada
-Mejor hubiera esperado el ascensor- Me quejo mientras los jadeos me hacen respirar bastante fuerte
-Vaya que estas hecho un lio querida- La que me habla es Ema, una amiga de la universidad que me ayudo a encontrar este trabajo- Es raro que llegues tarde-
-Puse a cargar el celular pero lo conecte mal y se descargó, a duras penas tome una ducha y compre algo para desayunar, y el trafico estaba una mierda hoy-
-El tráfico siempre es una mierda. Te ves cansada como si no hubieras dormido- Ema siempre ha sido perspicaz para encontrar detalles en las personas
-No he dormido bien estos días, y anoche no fue la excepción. Creo que necesito una nueva almohada- Es lo único que se me ocurre decir como excusa. Ella sabe de mi historia con Beth, y lo que menos quiero ahora es un regaño de su parte
-Bueno hoy tuviste suerte, el jefe no ha llegado Pero dicen que llegara con el nuevo asesor jurídico, y que es un conocido de él así que posiblemente sea algún pendejo que tengamos que aguantar-
-Es posible que sea así, lo único bueno es que no tendremos que hablar mucho con él. El departamento de publicidad no se involucra mucho con los ellos-
-Puede ser pero nunca esta demás saber con quienes nos podríamos cruzar. Como dije quién sabe cómo vaya a ser el tipo ese-
Después de reírnos un poco, Ema vuelve a su sitio y medio como los sándwich y bebo el café mientras reviso algunas cosas que son para entregar pronto “Mierda, definitivamente tendré que hacer horas extras para entregar todo esto. No tengo las ganas de hacerlas, y menos si seguramente no las van a pagar”. Después de estar un par de horas pegada al computador siento mis parpados pesados por el cansancio
-Necesito más cafeína. Sabía que estaría así todo el día- Cuando voy a dirigirme a la cafetera para rellenar mi taza soy interrumpida por alguien
-Disculpa, el señor López te necesita en su oficina-
-¿A mí, segura?-
-Sí, acaba de llegar y me pidió que buscara a quien está a cargo del proyecto de la pizzería-
-Entonces esa soy yo- “¿Mierda se habrá enterado de que llegue tarde? Estoy segura que Jairo no le habrá contado nada, ese señor es una tumba y además le caigo bien” Sigo a la chica que me vino a buscar, y no es que no sepa donde es la oficina del señor López, solo que compañía no estaré tan nerviosa por lo que me pueda decir
Ojala hubiera sido algún regaño o hasta que me bajaran el sueldo pero mi sorpresa es grande cuando entro y veo al esposo de Beth, Oscar sentado al frente de mi jefe
-Oh que bueno que pudiste venir pronto pasa, pasa- Dice el señor López apenas me ve
-¿Me necesitaba para algo señor López?-
-Sí, sí. Mira él es Oscar Sanchez será nuestro nuevo asesor jurídico y me gustaría que lo guiaras este día-
-Pero soy de la sección de publicidad. No hay nada que le pueda enseñar al señor Sanchez-
-Disculpa fue cosa mía- Oscar se levanta y me ofrece su mano- Cuando me entere de que una amiga de Beth trabajaba aquí le pedí a Mauricio que si la podía tomar como guía- No sé si mi rostro está mostrando una cara de sorpresa o de asco pero veo como Oscar duda- ¿Me recuerdas? Creo que la última vez que nos vimos fue el día de la boda-
-Oh sí, si te recuerdo. Es solo que es una sorpresa encontrarlo acá- Estrecho su mano creo que un poco fuerte- También nos vimos una que otra vez en la universidad-
-Ya veo, ya veo. Entonces no hay inconveniente en que seas mi guía hoy-
-Claro, claro. No hay problema- “Claro que hay muchos problemas con ello” Hago lo mejor para evitar que mis verdaderos pensamientos se muestren en mi rostro- Al menos no será un completo extraño quien te diga cómo es todo acá jajajajajajaja- Cuando estoy nerviosa la una risa pendeja siempre se escapa de mi
El resto del día es una mierda total. Con Oscar yendo de acá para allá estuve todo día nerviosa preguntándome si no va a preguntar por Beth ni nada, yo igual tampoco pregunto por ella delante de él. Afortunadamente a eso de las 3 de la tarde se va con el señor López y puedo quitármelo de encima por lo que puedo medio concentrarme en el trabajo nuevamente, aunque sé que tendré que comenzar a hacer horas extras para poder terminar por hoy me voy a la hora normal hacía mi casa. Cuando llego me tiro directamente en la cama directamente pero a pesar del cansancio no me duermo directamente, el olor de Beth aun esta en las sabanas haciéndome revivir todo lo de anoche y veces pasadas
-Seguramente Beth sabía que Oscar iba a comenzar a trabajar en mi lugar de trabajo y por eso vino anoche- Durante todo el día no he recibido ni un mensaje de ella, y cuando la he llamado no ha contestado- Seguramente esta vez si no nos volvamos a ver-
Prefiero levantarme y quitar las sabanas de la cama cambiándolas por unas nuevas antes de sofocarme pensando en Beth, para borrar cualquier rastro de ella decido tomar otra ducha y restregar fuertemente mi cuerpo para después irme a dormir. Y aun cuando no lo quiero el último pensamiento que cruza por mi cabeza antes de dormirme es…. Beth
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