7 de diciembre

El 7 de diciembre de 1982, en Huntsville, “Texas” llovió.

Un día nublado.

Uno más, en esas tormentas que duran días.

Quiero dejar constancia de esto.

Y quiero hacerlo porque para mí es lo más relevante en este momento.

Es un momento importante en mi vida,

y esto, que parece tan simple, es lo más relevante.

Es un día cerrado y gris.

Estoy transitando este, mi ultimo dia.

Denegado el indulto, me han concedido el privilegio

de conocer día y hora de mi muerte.

Mi deseo ha sido ver el sol, llevo años sin verlo.

Me han dado lápiz y papel.

Podría explayarme sobre mi poco escuchada presunta inocencia,

o mis desoídos atenuantes.

Pero no.

Me parece irrelevante. impropio e inoportuno.

Podría escribir sobre muchos otros temas, tengo tiempo.

Es extraño lo efímeras y extensas que pueden ser las últimas horas.

Sin embargo, seré breve

para míi lo único relevante

es que hoy, 7 de diciembre de 1982, en Huntsville, es un día nublado.

En horas, todo el odio que he recibido, acumulado y esparcido

será inyectado en mi cuerpo,

en forma prolija y ordenada.

Y yo me iré sin ver el sol.