No soy un príncipe azul… Puedo confundir, tal vez me presento con mi casco de batalla tapando mi rostro, lo siento a quien me conozca, no soy príncipe y mucho menos de sangre azul, al final mi verdad sale a la luz y no de sol , si no luz de luna, sigo siendo lo que siempre he sido un lobo, un canido dentro de una armadura, por qué si, tengo una armadura con la cual lucho las batallas más duras de la vida, pero noes de plata ni de oro y tal vez no brilla como deberia ser la de un caballero de apellido, esta rota y un poco sucia por cuenta de cada batalla perdida, cada batalla que he sobrevivido. Y quien dice que los lobos no podemos tener armadura, quien dice que no buscamos ser honorables caballeros a nuestra manera.
Lobo siempre, lobo con corazón en fuego y instinto salvaje y pasión por la noche, lo oculto y enigmático, y amor por la luna mentirosa. Falso príncipe, lobo en toda su verdad, con lo bueno y lo malo, con lo difícil que es entender y domar, pero con lo bueno de entregar todo de si cuando lo siente de verdad.
Sin ojos azules ni espada impecable, con pelaje áspero pero mirada noble, lobo de armadura, que ama sin límites, lleno de normas y reglas de vida que no rompe, que no traiciona. Amante de la noche y el frío pero con corazón cálido con la capacidad de abrigar a quien logra encontrar en el, la belleza que por fuera no se ve.
Lobo protector, lobo incondicional a su manada, a su sangre, a su luna. También solitario, capaz de caminar la vida sin compañía por qué en ocaciones es consiente que aunque hay dulzura en su latir, también hay fuerza que puede lastimar, y en esas ocaciones de tenacidad de su espíritu que nose doblega puede lastimar a quien no quiere hacerlo y ahi en ese momento la mejor compañía es la soledad, cazar en solitario.
No soy príncipe azul de corcel pura sangre, soy lobo con armadura intentado ser caballero, sobreviviendo a la vida humana en la cual intenta encajar, lobo melancólico, que canta a la luna enamorado sin respuesta , de corazón libre, de amor comprometido, de mirada dura pero sentimientos nobles. Ningun falso príncipe azul, no, soy un real y mortal lobo que sabe caminar cuando más congela el frío, y correr cuando llueve en la tormenta.
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