La disputa de mi alma

Por la noche me es imposible dormir, he pasado días en que me ganan los pensamientos a mitad de la noche.

Comencé a rezar a cualquier ente, entidad o cualquier ser que me escuchara, me quisiera ayudar o escuchar, nadie respondió.

Por un tiempo pensé que pasaba desapercibida en esta tierra, hasta que alguien me contacto, fue algo muy extraño porque me habló en el único plano donde soy vulnerable, mis sueños.

Recibí la visita de Jesús, la muerte y el diablo.

Jesús llegó en un sueño particularmente raro, pues lo soñé en un paraíso donde yo subía una montaña muy difícil y al llegar a la punta había un lago hermoso, me hizo sentir tranquilidad. Me sumergía en el agua y, al hacerlo veía su rostro qué nacía de una raíz de un árbol sumergido en el lago. Fue una sensación increíble pues era enorme y bellísima. Me dio tranquilidad.

El segundo sueño fue un poco más pesado pues soñé a la niña blanca – la muerte -, la cual me ofrecía su protección y me decía ven conmigo, yo te cuido. Durante mi sueño me sentía pesada y soñé problemas, pero ella me protegía y me sentí a salvo.

Por último soñé con el diablo, tenía terror pues sabía que era él, lo vi en mis sueños, lo palpé y me dijo: a ti nadie te hará daño. Estaba aterrada por que no sabía cómo reaccionar y el me cargaba. Cuando estaba en problemas él los alejaba y me protegía, me cuidaba y después de un rato me sentí otra vez a salvo.

He vuelto en mis sueños a la laguna donde vi a Jesús y ya no encuentro su rostro, pero el lugar sigue bellísimo.

La niña blanca – la muerte -no me ha vuelto a hablar ni visitar, pero sé que está cerca, la puedo sentir, no me deja.

El diablo no ha vuelto, no lo he visto, no lo he sentido.

¿Si los 3 pusieron las cartas sobre la mesa… se disputan mi alma, a quien le pertenece?

Quisiera más pistas, las he buscado y no logro encontrarlas.

Seguiré en espera.