Son los monólogos los que nos hacen sentir acompañados y más cuando la soledad es el formato del texto que pretende una mente de letras, emociones, dibujos y notas musicales. Son los monólogos el más íntimo secreto donde un espíritu libre pueda tocar los límites para conocer su propia estructura
¡Mala manera ésta hecha de restricciones y falsas normas de convivencia con él y ningún otro!
»Te quiero dice alguien» y esto me trae el recuerdo de aquellos que tanto dijeron quererme ¡Por Dios! ¿Cómo se puede vivir con todo ese amor?
Después… aprendí a construir bardas, nosocomios, lugares siniestros donde hablar con mi espíritu y ningún otro ente bienaventurado en joder al prójimo. Porque sí lo sabes ¿Verdad? Hay mucho bien quemando al planeta y destruyendo comunidades enteras de inocentes. Muchas, demasiadas buenas personas comiendo almas.
Si, yo también te quise. Fue una lástima
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