Me gusta escribir,
escribir esas palabras
que me traen recuerdos,
olores, sabores, lugares,
que evocan sensaciones.
Escribo para soñar,
sueño para escribir,
aún cuando el viento
no me sea favorable,
porque así me siento libre.
Mientras escribo sueño,
mientras sueño vivo,
tratando de conseguir, que
cada letra, cada palabra mía
sea poderosa sintonía.
Mis escritos huelen a perfume,
cada palabra tiene el suyo,
mis escritos tienen color,
todos los del arcoíris,
y cada palabra un sabor.
Cuando escribo la palabra pan
me llega el olor a pueblo,
cuando escribo flor
me llega el jardín y su color,
verde, rojo, amarillo.
Cuando le escribo al mar
no lo puedo evitar,
veo espuma, calma, olas,
en cada una de mis poesías
siento sabor a sal, huelo maresía.
La palabra manzana
siempre me trae a esta tierra,
a mi tierra asturiana,
donde la manzana es reina
verde, roja, sabrosa, galana.
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