Por las huellas del tiempo

Por las huellas del tiempo

Ararat Ghukasyan

03/11/2024

– ¿Hasta dónde va?

– Voy a Pau, Francia.

– Bien. Puede sentarse delante. Viene otro pasajero con nosotros hasta Zaragoza.

– De acuerdo.

El conductor colocaba la maleta, cuando el otro pasajero se acercó al coche.

– ¿Javier? – preguntó Aram.

– Sí, soy yo. 

– Ya estamos todos. Vámonos.

En diez minutos ya estaba en la autovía.

– ¿Hablemos en tú?- propuso Aram, intentando crear un ambiente comunicativo.

– ¡Vale!- casi unísono respondieron los acompañantes intentando recordar el nombre del conductor.

– Me llamo Aram. ¿Y tú?, ¿Cómo te llamas?,- preguntó a la copilota. – En la aplicación no salía tu nombre.

– Es cierto. En la app puse las primeras letras de mi nombre y apellidos, MIR. Me llamo Marta.

– ¿De dónde eres, Aram?- preguntó Javier.

– Soy de Armenia.

– Conocí a un armenio hace 23 años en Madrid,- dijo Marta,- Nos conocimos en el autobús, íbamos en el asiento conjunto. Él iba a Alicante y yo a Ciudad Real. Apenas hablaba castellano. Nos entendimos con gestos o escribiendo.

– Y ¿cómo se llamaba?- preguntó Aram.

– No me acuerdo. ¡Es que han pasado tantos años! Después de conocernos nos vimos solo una vez, en la Universidad de Madrid donde estudiaba entonces.

– ¿Le reconocerías si os encontrarais ahora?- preguntó Aram.

– No lo sé.

– ¿Vives en Valencia, Aram? – preguntó Javier.

– Sí. Voy a Pau para presentar mi libro en la diáspora armenia de la ciudad.

– ¿Eres escritor?- preguntó Marta.

– Sí. Es mi segundo libro.

– ¿De qué se trata?- preguntó Javier.

– Es un poemario en armenio.

– ¡Qué bien! Suerte Aram.- dijo Javier, que estaba a punto de llegar a su destino.

El coche se detuvo en una gasolinera de Zaragoza. Javier bajó y se despidió.

Aram y Marta continuaron el viaje hasta Pau.

– ¿Te gusta música? – preguntó Aram, cuando avanzaron unos kilómetros.

– Sí. Música tranquila.

– ¿Ésta, por ejemplo?

Aram puso una canción de Chris Rea. Marta enseguida giró la cabeza y miró a Aram.

– ¿Cómo lo sabías?

-¿El qué?

– Que me gusta esta canción.

– ¿No te acuerdas?

– ¡Eres tú! Aram.

– Sí, soy yo, el del autobús, donde juntos escuchábamos está canción que me aconsejaste tú.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS