Cupido viaja en BlaBlaCar.

Viajar, que bonito es y cuantas formas de hacerlo. Cada una es distinta y cada viaje se convierte en una aventura increíble. 

A lo largo de los casi diez años que llevo siendo usuario de BlaBlaCar, casi siempre como conductor, he conocido gente de distinto linaje, protagonistas de historias curiosas, divertidas o tristes… 

De algunos pasajeros no conocí ni el nombre si no lo miro en la aplicación puesto que, o eran demasiado retraídos para mantener una conversación o se quedaban durmiendo o en algún caso, eran extranjeros y la barrera idiomática hacía difícil la comunicación o el hecho de ir sentados en el asiento de atrás y teniendo un copiloto a la derecha hacia difícil la interacción con los pasajeros de los asientos posteriores. 

Recuerdo la historia de una chica venezolana que había sufrido dos secuestros express en su país y por lo que su padre, un hombre adinerado, decidió enviarla con algún familiar a España. 

Vivía en una población andaluza y trabajaba en una empresa de control de calidad de residuos o algo parecido y si ya me pareció fascinante esta historia porque tenía todos los ingredientes de una película con secuestros, rescates, etc.

Llevaba 8 años enamorada de un chico, un militar al que conoció en su primer viaje como pasajera de BlaBlaCar. Él era quien conducía y Cupido al parecer también viajaba en ese coche. 

Otra de las historias que más me ha fascinado es la de un chico con quien compartí viaje recientemente junto con una chica de origen asiático que había sido adoptada siendo muy pequeña. Este chico también era adoptado. Lo curioso de esta historia es que en el centro de adopción al que recurrieron los padres de este chico, cuatro años después de su adopción, adoptaron a una pequeña que resultó ser su hermana biológica, algo que descubrieron a través de los apellidos y una prueba posterior de ADN. 

Este chico es de tez blanca mientras que su hermana es mulata ya que sus padres biológicos eran guineano y polaca. Él, además es un apasionado de la astrofísica, hasta el punto de que con tan solo 17 años había descubierto con un telescopio casero aunque bastante potente, una estrella a la que le han puesto su nombre y que si no recuerdo mal está a 600.000 millones de años luz de la Tierra, eso es un viaje muy largo en BlaBlaCar. 

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