Guachimán de Discoteca

Como cualquier otro día, uno se despierta pensando que la rutina será lo normal, pero como cualquier otro día en mi vida no era cierto.

Recuerdo como si fuera ayer, vivía en casa de mi hermana, allá en la ciudad fronteriza del sur, en una calle algo callada, aún en desarrollo, con construcciones a medias con bloques de cemento gris y vecinos aparentemente amigables.

Justo en frente, uno de los vecinos de nombre Miguel. Un tipo aparentemente amigable de muchos talentos, pero de pocos escrúpulos, aunque quien podría ser uno, para poder juzgar a los demás. Tampoco fui un santo, aunque me llamasen así por un tiempo algunas personas.

Mi hermana se había encargado de contarles a varias personas que yo poseía alguna particularidad, realmente la habilidad de saber de cosas de las personas sin conocimiento previo alguno,

fue en ese contexto que el vecino Miguel, me abordó en una conversación en donde me pedía ayuda por un padecimiento que tenía en esos momentos. Me comunicó que tenía problemas a causa de su forma de vida, que tenía enemigos que le habían hecho brujería y que veía sombras que salían de la pared, de los espejos, que cuando pasaba por la carretera los neumáticos de los camiones pronunciaban su nombre y que se sentía jalado a aventarse hacia ellos.

La verdad en condiciones normales hubiera dicho que estaba drogado o loco, si no fuera porque antes de acercarse a contarme su narrativa, yo observé una sombra parada a su costado derecho.

Escuché atentamente su relato y pedido, sin pronunciar palabra alguna asentí con la cabeza, luego le dije que en un par de días le daría una respuesta a su pedido de ayuda.

Tendría que consultar con una persona que supiese del tema, así fue como me contacte con la señora Ximena, una persona que me había ayudado mucho con mis propios problemas cuando era apenas un adolescente niño.

Para esto tuve que cruzar la frontera al vecino país de Chile, específicamente a Arica, una localidad tranquila, en donde vivía la señora Ximena,

Al llegar y contarle lo sucedido, y a la pregunta de que, si podíamos ayudar o no, al tal vecino Miguel, en una sesión de lectura de Tarot ella me dijo que el vecino no era una buena persona, me aconsejó mejor mantener distancia que podría perjudicarme y que era mi decisión el ayudarle o no.

Uno de mis errores es el de no ignorar los llamados de ayuda de nadie, entonces decidí hacerlo,

Se le convocó al vecino, viajamos junto a Arica para que pase por una sesión de lectura de cartas con la señora Ximena, los detalles no los conozco ya que la lectura fue personal y no estuve presente,

Al salir la señora Ximena me explicó que el vecino tendría que pasar por una curación espiritual, que tendría que ayudar en la ejecución del ritual, que este incluía unos cuantos rituales de misas y mesas, otro a la orilla del mar y un par de litros de sangre de cordero.

Y así fue como empezó mis vínculos con Miguel, conocido después como Chamán King.

Antes de aprender a leer cartas y otras cosas, solía con solo tocar las cosas recibir imágenes directas a mi cerebro de información sobre lo que tocaba.

Era así que chaman King solía traerme cosas de personas de quien deseaba saber información.

Recuerdo que una vez tocó la puerta de la casa, de noche pidiendo ayuda sobre un caso que había tomado, como chamán el cual lo había rebasado.

En esta oportunidad no me dio detalles solo me pidió que lo acompañase y la verdad, como tenía nada más que hacer , así que acepté, fuimos caminando unas cuadras más adelante, cerca de una iglesia mormona en el área del distrito , nos acercamos a una casa por lo demás normal , tocó y nos abrió la puerta una muchacha joven que nos hizo esperar unos minutos luego abrió la puerta del costado que era un pasadizo, que nos llevó a un patio trasero donde había una pequeña habitación iluminada con velas pero aun así era algo oscura, en la habitación una colchoneta en el piso donde estaba sentada una mujer de aproximadamente unos 30 años con la cabeza parcialmente afeitada, dejando algunos mechones, Chamán King se acercó a conversarle y preguntarle algo en voz baja lo cual no pude distinguir, me quedé parado solamente observando a una distancia prudente, luego me llamó Chamán King con una gesto de mano, me presentó frente a la joven sentada sobre el colchón , no tuve que empezar ninguna conversación, la joven misma empezó a contarme que se sentía mal, que no tenía ganas de hacer nada y que estaba postrada por que un curandero, la interrumpí con un gesto de mano, para tener algo de silencio y tomé su mano para tener información sobre su problema y lo que pude ver, sentir fue algo muy fuerte, pude ver como dentro de su torrente sanguíneo o linfático nadaban una especie de criaturas como peces de características monstruosas , de grandes ojos y dientes afilados e irregulares, se sentía una furia descomunal por parte de ellos, y cosa extraña ellos podían sentirme y al hacerlo me atacaron, por lo que tuve que regresar de mi acción de espionaje, también pude sentir una presencia más en la habitación de género indefinido, sentada junto a la joven, quien siguió en su relato, que alguien le recetó baños de asiento y que tuvo un accidente resbaló y se quemó, que ese era el motivo de su situación algo lastimada, luego le pregunté del por qué estaba en ese colchón en el piso, a lo cual me respondió que , sentía la necesidad de estar en el piso, que algo la jalaba a hacerlo.

Lo más aterrador y perturbador, fue la que presencia junto a la joven reaccionó me envió un mensaje amenazante sobre el futuro de la joven, que me dijo que ella ya está perdida. Fue impactante, pero disimulé, estuve un rato más escuchando lo que me decía la joven de la cual no recuerdo ya su nombre, aunque si su rostro delgado demacrado, con ojeras asentadas y una sonrisa que mas que sonrisa era un gesto de dolor y angustia.

Chaman King me acompañó hasta la puerta de la casa, y me preguntó qué cosa se podía hacer con la joven, que él tenía muchas ideas y que podía ser muy lucrativo para ambos, a lo que respondí, que lo sentía mucho pero no veía solución alguna y me retiré a mi casa, pensando todo el camino, sobre lo que había visto y sentido.

Dos días después me encontré con Chamán King quien me contó que la joven había fallecido solo de un paro cardíaco.

Había sentido el olor y la presencia previa a la muerte anteriormente, en mis mascotas en algunos, ancianos, pero esto era otro nivel.

Recuerdo que cuando era pequeño, al año y medio aproximadamente, solía ver pequeños personajes que caminaban y se adentraban en la esquina de la habitación. Yo dormía en el moisés en esos tiempos y al despertar podía verlos a la altura de media pared, a veces se acercaban , no eran ancianos pero tenían el rostro cubierto de un fino pelo, abundante con ojos negros aguindonados algunos con gorros de colores plomizos como su rostro, recuerdo que se movían a una velocidad extraña , como que vibraban con doble imagen, era como mezclar , luz, sombra y medio tono a miso tiempo y solían venir cuando no había nadie más que yo en la habitación, pero fue algo que me pareció normal por eso que recién de grande lo comenté y conté a mis padres.

Aunque lo más impactante en esos años fue el beso en la boca que le plante a la Graciela la hija del lechero, una noche que pasaba de visita por la puerta nuestra casa, y créanme aún tengo la sensación de ese beso, ya han pasado casi 50 años, aunque no fue algo clandestino ya que sus padres y mi madre estaban presentes y creo que fue de mutuo acuerdo con Graciela que también era de mi edad.

Pero regresando a la historia, luego a los cinco años ya en otra casa a la que se mudó mi familia, un terreno grande en las afueras de la ciudad, solía ver un personaje blanco con rostro semejante a la de un mimo que asomaba por una pared de ladrillos a media construir, esas cosas me parecían normal no solía comentarlas con los demás, era común también observar que alrededor de las personas brillaba un halo de luz como la corona del sol, al ir creciendo perdí interés por observar esas cosas, prefería ver las acciones cotidianas de las personas, luego llegó la época del terrorismo y las preocupaciones eran otras.

No fue cuando cumplí los diez años de edad cuando, mi hermana mayor empezó con la novedad de la cartomancia, creo que para ella era un juego, pero aun así le presté mucha atención a ello.

Un par de años después mi hermana viajó por motivos de estudios a la ciudad fronteriza del sur, de donde recibiríamos noticias esporádicas de sus logros universitarios de cómo se hacía un lugar en su nuevo entorno de como viajaba al país de sur constantemente y de cómo se había hecho amiga de una señora, llamada la Tía Ximena.

Fue la primera vez que escuché ese nombre, luego escucharía relatos de como esa señora manejaba la magia y la observación del futuro. Sentí una necesidad por imaginarme su rostro de aquella mujer, recuerdo una madrugada, sentado solo en mi cama, cerré los ojos pensando en conocer aquella mujer y fue como si me hubiera transportado a otro lugar cerrado pequeño, vi tres figurillas en forma de mono, sentados en la oscuridad iluminados solo por un leve rayo de luz. Me pareció muy extraño repetí el mismo ejercicio de concentración y el resultado fue el mismo, me pregunte cual sería la posibilidad de poder imaginarme lo mismo, tomé lápiz y papel y me puse a dibujar lo que había visto, al día siguiente aproveche y mande una carta a mi hermana, una carta que llegaría a sus manos, semana y media después, supe que mi hermana fue a visitar a la señora Ximena y le contó que su hermanito de doce años, vio que su casa habían tres estatuías de mono escondidas, Esto claro esta le pareció muy extraño ero lo más extraño seria que minutos después interrumpe la conversación una llamada telefónica, era la hija de la señora Ximena que le avisaba a su madre que tuviera cuidado que había soñado que en su casa habían enterrado tres figuras de monos.

Tal coincidencia desencadenó una búsqueda en casa de la señora Ximena jardines patios, l acera, sin encontrar nada, luego me enviarían una carta pidiéndome más detalles, a los que respondí que no estaban enterrados por que entraba la luz del sol, además se podía respirar. Luego de una semana supe que encontraron las estatuías tal como lo conté en el entretecho de la casa, eran tres estatuías de mono hechas de mazapán.

hubo otra vez que me llegaron algunas cartas, recuerdo me llegó una carta de Santiago de Chile, de una madre que quería noticias sobre un hijo desaparecido, habían dos fotografías , fue extraño, porque días después se me apareció digamos un fantasma era el joven «F» le daremos ese nombre , me dijo que le dijese a su madre que la amaba y que amaba a su hija que le hubiera gustado verla crecer, luego me mostró un barco y una explosión me dijo que esa noche murieron varios y que fue negligente su muerte, negligente era una palabra nueva para mí y tuve que recurrir al diccionario, ,respondí con una carta ,donde le trasmití el mensaje del joven F, se sorprendieron que supiese lo de la niña , porque ellos no me dieron muchos detalles, pero en fin me dijeron que no me darían detalles , porque era un asunto protegido bajo reserva judicial, en fin extraño Yo era un adolescente , en el extranjero.

Pero igual me agradecieron, me contaron que un brujo les había dicho que el joven F aún vivía. Me imagino sería para sacarles dinero.

Por un tiempo dejé de lado lo extraño o para normal, me centré en estudiar, trabajar planificar el futuro, estaba en el último año de estudios secundarios y ya pensaba en tener mi propia empresa de alimentos y golosinas, ya estaba buscando un terreno donde empezar allá cerca a la playa de Ancón, pero pasó lo inesperado, por problemas económicos perdimos una gran parte de nuestra propiedad , en donde estaba construida la casa , como a todos me afecto aunque de una manera distinta, recuerdo que entre en una profunda depresión a duras penas, terminé el colegio, lo que antes importaba luego ya no significaba nada, no era dolor ni tristeza, simplemente algo distinto era como caer , dentro de uno mismo , con un vértigo paralizante, surgieron problemas y otros se ahondaron, mi padre hecho a la calle a mis hermanos mayores, los cuales se fueron a vivir con unos amigos en un taller de confección de espejos y cuadros, por un tiempo hasta que migraron a la ciudad fronteriza del sur . Quedé con mi hermano menor el pequeño Axel, y mis padres.

Después de terminar el colegio, Estuve ayudando a construir una nueva casa, en cierto modo, mi padre era un tipo perseverante, preparamos moldes de adobe y empezamos la construcción poco a poco, creo que eso me liberaba un poco de la depresión, recuerdo en la noche solía sentarme en una esquina del terreno con una radio a pilas en un pequeño sofá de mimbré después de la jornada diaria de construcción.

También había una pequeña hendidura de donde brotaba una pequeña planta de níspero, que aparentemente nadie sembró, tiempo después ya no había radio ni dinero para pilas, lo que me quedaba era cantar y observar el cielo, tanto así que me familiaricé, con las estrellas, y los objetos anónimos que cruzaban mi cielo nocturno.

Fue una noche en que bajé la vista hasta la pequeña planta y observé que brillaba en plena oscuridad, pensé que mis ojos fallaban y asustado asomé la vista hacia la calle por un agujero en la pared de adobes, pero las luces de los faroles en la calle se veían bien, si ningún tipo de distorsión o halo de luz al rededor, noté que las personas estaban rodeadas por esa especie de neblina luminosa que era diferente en cada una de ellas.

En una noche, aparentemente normal, tocaron a mi puerta era, aunque no esperaba a nadie abrí de inmediato y eran dos las personas que aguardaban, una de ellas era Chamán King, la otra una hermosa mujer de piel blanca, ojos marrones, cabellos rizados, hermosa como un cuadro vivo de Botticelli. Chamán King fue de frente al grano me dijo que necesitaría de mi ayuda para un cierto asunto, que necesitaba que lo comunicase con la señora Ximena, asentí con la cabeza y eso fue todo. Me despedí de igual manera en esos tiempos los diálogos no se me daban muy bien.

Al otro día ya había comunicado por teléfono con la señora Ximena y hecho los vínculos.

Por la tarde luego recibí una llamada telefónica, era Chamán King

Me invitaba a la casa de la india Jachy, porque quería hablar conmigo de algo. Conocía en algo la casa de la india Jachy así que fui caminando, llegando toqué la puerta y para sorpresa me abrió la misma hermosa mujer, de la noche anterior, le di las buenas noches y me respondió con acento extranjero, de hecho, acento chileno, me invitó a pasar en la mesa estaba sentada la india Jachy

Con un cortaúñas colocando minuciosamente en una pequeña taza sus uñas, he de decir que la taza estaba llena de alguna infusión,

Saludé con un gesto de cabeza y quede parado algún momento hasta que me invitasen a sentarme, la hermosa mujer me invito a sentarme y me dijo que espere, luego se dirigió hacia el baño de donde se escuchaba la voz de Chaman King, recitando rezos y conjuros, la casa olía a la característica hierba de brujería y a esencias de agua de Kananga y florida.

Luego de unos minutos entró a la sala Chamán King, sudoroso y aparentemente muy agotado, sus ojos algo enrojecidos y una sonrisa ambigua. Me pidió que le ayudara viendo el aura de la persona que actualmente estaba haciéndole un trabajo de curación, me acercó algunos objetos personales, eran objetos de mujer una fotografía, una prenda de vestir y un par de joyas, en esos tiempos recuerdo que podía recibir información de las personas tan solo tocando sus objetos usados. Y bueno lo hice, le informé que, en efecto, la persona padecía de problemas de hechizos y brujería tal como se sospechaba. Para esto Chamán King fue muy cortante me agradeció y luego me pidió que me retirase, que luego hablaríamos. Tiempo después sabría la razón.

Algo que me advirtió la señora Ximena seria que no confiara en Chamán King, que era desleal, ambicioso y nada confiable, que, si bien ella le ayudaría en su curación, sería buena idea dejar de juntarme con él, no servía como amistad.

El proceso de curación empezaría con unos baños de alcohol, sal y una combinación de tres hierbas, retama, ruda y romero. Luego de eso se pasaría por una misa, una mesa y un sacrificio en el mar, apara eso la señora Ximena contaría con la asistencia de la señora Maquera. No participe en ninguna de los trabajos pero ya sabía cómo eran, las misas suelen realizarse sobre esas telas llamadas aguayos, dividiendo un cuadrado de cartón en las cuatro esquinas del mundo, para luego armar con diferentes elementos, como fetos de llamo, dulces, hierba kowua, kilikowua, cebo animal, papel dorado, una malla de plomo, hilos vino y destilados hojas de coca y muchos otros elementos más, con todo esto se representan los tres niveles del mundo, el divino, terrenal y el subterráneo.

La misa estaba a cargo de la señora Maquera, una mujer anciana de estatura pequeña, de dos grandes trenzas, vestida de unas polleras muy discretas, una gorra de color rojo y los más notorio era que solo poseía un ojo, la verdad que nunca supe como perdió el otro, pero, aun así, era una anciana muy simpática, que no hablaba español se comunicaba en lengua aimara y era necesario que una de sus nietas le traduzca la información que vertía en los rituales que realizaba.

Me contaron que el trabajo realizado a Chamán King se realizó sin más contratiempos, el último trabajo que consistía en el sacrificio. Algunos le llaman el matarte, es una ejecución simbólica que se realiza para que la persona muera y renazca del mar, este ritual involucra sangre de cordero y ofrendas al mar, pero está claro que ha de realizarse solamente en el mar, contado esto prosigo con mi relato.

Dos días después me llaman nuevamente era Chamán King que me pide por favor que le concerte una cita con la señora Ximena, y bueno lo hago al día siguiente le acompañó a cruzar la frontera vamos a casa de la señora, y es cuando me entero de los detalles,

para esto la señora Ximena le dice que para que el trabajo surja efecto debe hacerlo alguien con la verdadera habilidad y me señala a mí. Lo que me sorprende porque hasta ese momento, era más que un observador, pero bueno acepto el reto.

Al regresar al país nuevamente, traje conmigo la lista de ingredientes y pasos que debía seguir para los rituales, que era en esencia flores, sal, alcoholes y preparados que se podían encontrar en la zona de los brujos, situada a espaldas de la avenida Coronel Mendoza, en un estrecho pasaje. No tardé mucho en comprar y preparar los baños y demás.

La persona a tratar era una anciana de una edad de 70 años más o menos, extranjera, de ojos verdes, cabello corto y castaño, contextura gruesa, Ella estaba esperando en casa de la india Jachy. El primer paso sería un baño con sal y alcohol, donde la sal y el alcohol se conjuran a las cuatro esquinas del mundo.

Llegué a la casa y me esperaba Chamán King y la hermosa mujer que luego supe que se llamaba Margarita Alva y que la mujer a tratar no era nada menos que su madre Juanita Jaramillo. Saludé como es debido y me fui rápido al asunto, ya me tenían preparado algo de agua caliente para mezclarla con el preparado que había hecho en casa,

Una vez instalado en el baño, empecé a recibir información de la señora Juanita, si bien el ambiente estaba cargado de un aura pesada de las que ya había sentido antes. Empecé con la sal que estaba en un recipiente con agua diluida, en un paño empapado de arriba hacia abajo, rezando y siguiendo las indicaciones que antes ya me había dado la señora Ximena una vez. Después de los dos primeros pasos, pasé a enjuagar para luego pasar al baño de descarga y limpieza, con flores y demás hierbas escogidas, como dije anteriormente, siempre había sido un observador, mi trabajo consistía en ver que era lo que expulsaban las personas tratadas durante y después de un trabajo de curación, esta vez estaba solo.

La Juanita poco antes de terminar y pedirle que se enjuague empezó a llorar desconsoladamente, fue en ese momento que vi como de su cuerpo salió una figura de color verde transparente, era un hombre de torso desnudo, con un gesto de fuerza y arrogancia, este llevaba enroscada en su brazo derecho una serpiente de gran tamaño, me miró con tal desprecio y furia , pero luego de unos instantes, se empezó a oír un ruido como esos cohetes artificiales cuando son encendidos y se elevan votando chispa hasta el cielo, este ser salió despedido por el techo atravesándolo y desapareciendo. Había observado cosas peores, pero ninguna se había fijado en mi presencia o mostrada emoción alguna en mi contra. Y las lágrimas no se detuvieron hasta poco después de terminado el ritual de curación. Le dije a la señora Juanita todo lo que había visto salir de ella, el hombre, la serpiente y otras cosas que no detallaré.

Para esto debo decir que las personas tratadas no necesitan realizar los rituales desnudas, siempre llevan bañador las damas y trusa los varones y es obligatorio usar unos paños para evitar el contacto físico.

La señora Juanita una vez repuesta, le indiqué que podía secarse y que descanse fuera. Me puse a limpiar el cuarto de baño, asegurándome que ningún extraño, se halla quedado allí, usé vinagre y bicarbonato. Una vez terminado, me acerqué a la señora Juanita quien se veía distinta con aun aire de señorona repuesta y me confesó algo extraño, pero llena de toda lógica y que explicaba totalmente mi avista miento, Me narró que con el tiempo se había tratado con muchos, adivinos ,brujas y hasta una banda de gitanos, que habían tratado de engañarle para quitarle dinero, pero que a primera vez que alguien le hablaba de algo que ella no había contado hace más de cincuenta años atrás, y aunque mi apariencia le causaba terror confiaba en mi veracidad

Me contó que hace mucho tiempo cuando ella, radicaba en la ciudad de Iquique y su esposo aún vivía, eran tiempos que construían aun su casa ya tenía a casi todos sus hijos nacidos, los mayores, las trillizas, era más de diez en casa y sus hijos mayores ya en edad de trabajar. Se construía su tejado y para esto el maestro de construcción era un tipo de Salamanca, ciudad famosa por tener una fama de tierra de brujos, este maestro era un tipo extraño se le sospechaba de ser homosexual, ero el asunto era que el tipo un día le pidió a la señora Juanita que le diera permiso a su hijo el mayor para que viajara con él para que se convirtiera en su aprendiz y aprenda el oficio de la construcción. Cosa que Juanita se negó rotundamente pero sin embargo hubo mucha insistencia por parte del maestro constructor, pero terminada la obra el tipo desapareció de escena , pero aparecieron nuevos conflictos en casa .De repente su esposo empezó con una con celos desmesurados e injustificados, solía acusarla de meter hombres dentro de casa y decir que los veía salir por la ventana y entraba y se ponía a buscar debajo de camas y dentro de armarios y roperos, cuenta que un día ,cuando ella y todos hijos estaban reunidos viendo televisión , regresó su esposo del trabajo y dijo que vio salir un tipo por la ventana, pero eso nuca sucedió eso enervó la paciencia y ella casi lo golpea con un sartén, pero fue detenida por sus hijos.

Los problemas calmaron por un tiempo, tanto que decidieron vender la casa y mudarse a la vecina ciudad de Arica, al hacer trabajos de mantenimiento, descubrieron en el entretecho una calabaza con algunas miniaturas hechas de alambres y clavos en forma de cada uno de los que vivían en la casa, una cabeza de diablo roja y otras cosas más, extrañas y fuera de lugar. Lo que más me impresionó del relato fue que el tipo, el maestro constructor llevaba tatuada una enorme boa en el brazo tal como el ser que había visto minutos antes. Bueno terminé y me despedí, pero sería la última vez en vernos.

Recuerdo que al llegar a la ciudad fronteriza, con mi amor en el pecho y me certificado de diseñador bajo el brazo, ansioso por trabajo de lo que sea , fue que pasó mi hermana mayor sobre un trabajo en la discoteca en la que ella trabajaba de cajera , deseaba trabajar en algo tranquilo como mantenimiento y limpieza, pero por mi apariencia recuerdo el dueño me dijo que me necesitaba como agente de seguridad, así que ese mismo día me entregó un polo manga larga de color naranja encendido, escrito seguridad en ambos lados con letras verdes igual de encendidas.

Un nuevo desafío , nunca había estado en una discoteca tan grande y con tanta gente tan distinta, no con ocia a nadie llevaba solo unos cuantos meses en la ciudad, pero tendría algo a mi favor, podía ver el aura de las personas y por experiencia sabía que colores como rojo y naranja eran de personas agresivas y violentas, así como debía de cuidarme de personas con auras negras o aparentemente ausentes, mi primer día de trabajo empezó muy estresante parado por las esquina sin saber que hacer, realmente mas que conocer, observar y saludar asintiendo con la cabeza, con mucha serenidad aunque digan que tengo un gesto de pocos amigos, pero poco a poco me acostumbré, me solían rotar de posición , compartía el trabajo de seguridad con un par de agentes más , cabe decir que la capacidad del local albergaba a unas seiscientas personas, pero casi siempre excedía a unas mil en una hora de la noche. También debo de decir que mi responsabilidad más importante era el filtro y detección de armas en la puerta hasta el último día en que trabajé allí, llegué a la cifra de nueve pistolas, tres revólveres, un cuchillo de cocina, y una navaja automática detectadas en puerta, desarrollé la habilidad de presentir cuando alguien portaba un arma aún sin registrarle. Allí conocí mucha gente distinta a la que solía tratar normalmente,

se sucedieron problemas, como problemas entre la pareja de dueños del negocio, problemas con los permisos de funcionamiento que hicieron ya imposible la continuidad del local , si mal no recuerdo se llamaba D’Carbón, Era un punto de juerga muy recomendado para quien llegara a la ciudad , conocí , buenas amistades , como el compañero de seguridad que le llamaban Lagarto Juancho por su peculiar risa, las meseras en especial Griselda de una mirada muy especial, al Dj el gordo Ray, y su novia la señorita Yola, al administrador Miguel ex músico de la conocida banda de los Guajolotes.

Pero también conocí a personajes no tan amables como el nuevo administrador el buen Tulio Ágape , que me despidió a la semana de entrar como administrador, por el motivo de ser yo un tipo muy serio, y eso que era amigo personal de mi hermana y también ser un tipo de raza negra, recuerdo que cuando entró trajo nuevo personal con él , Unos jóvenes universitarios que gustaban de corretearse y agarrarse el trasero a modo de broma, sería que no congraciaba con esas modas y que aun volviendo a nacer no caería en eso. Pero igual fue una sorpresa como sorpresa que al día siguiente se presentaran en mi casa los dueños tratando de explicarme que había sido un mal entendido y que tenía mi empleo que no me preocupara.

A la siguiente semana fui y trabajé como cualquier día normal, serio y formal como siempre, terminada la jornada me invitaron a tomar unas cervezas a el restaurante el Hoyo de Pocollay, que habría domingo por la mañana, normalmente no aceptaría, pero deseaba saber por dónde iban las cosas y descubrir a los enemigos camuflados y ocultos.

Cervezas y vienen, éramos unas seis personas , luego de una hora el grupo se redujo a tres , sentados en una mesa , Tulio, un cliente que fumaba haciendo areolas con la boca y un servidor, poco después Tulio saca de su bolsillo de la camisa una bolsita con un sorberte o pajilla chistosamente doblada, era cocaína , me ofrece, a lo respetuosamente le respondo que no gracias, de mas esta decir en el transcurso de la mañana me ofreció unas tres veces más a las que igualmente me negué, ya que vengo de una familia en donde siempre estuvo claro, a lo que conduce una vida de vicio, las drogas nunca han estado en mis planes, pero me decía que tipo de personas estaba tratando.

En la discoteca había cosas raras también, estaban las personas que corrían y luego desaparecían en el aire, pero también estaba ese espectro que miraba de afuera hacia dentro de la ventanilla de la venta de entradas, al que pude lograr ver, y no era que fuera de baja estatura, lo que sucedía que sus pies estaban bajo el nivel del suelo, su apariencia era plomiza por completo.

Sucedió algo, que me hizo comprender que a veces las cosas malas hay que dejarlas suceder. Después de varios administradores, que pasaron, algunos triados de Lima, Era verano de playa en la discoteca se daban varios eventos seguidos, el encargado de la administración Ricardo Buenaventura, un tipo colorado bonachón, eficiente y de buen trato, que estaba a cargo mientras esperaban que llegase el nuevo administrador de Lima, del Mr. Frost.

Terminada jornada de trabajo, regresé a casa y mientras me quitaba los zapatos y me alistaba a dormir, tuve una visión que comprometía a al buen Ricardo en donde el me mostraba su brazo despedazado, víctima de un accidente de autos y él se lamentaba y me pedía ayuda. Me sentí en la responsabilidad de avisarle, tomé el teléfono y le llamé esa misma mañana, tuve que mentirle, decirle que lo había soñado, pero mi advertencia era que evite manejar por la próxima semana y si lo hace sea con mucho cuidado, Ricardo me dijo que su auto estaba malogrado en el taller que no me preocupara y lo tomó a broma.

Al siguiente fin de semana me enteré por boca del mismo Ricardo que, el miércoles anterior el dueño de la disco Dyer Molineros

Le pidió como favor que le trajese un auto conduciendo hasta la ciudad de lima para venderlo, Ricardo dice que recordó, mi llamada y que decidió decir que no poniendo como excusa unas reuniones importantes en la escuela de sus hijas menores. Por ese motivo Dyer Molineros le pidió ayuda a un amigo piloto de autos de carreras el conocido Cristián Jornales apara que trajera el auto deportivo a Lima, pero saliendo a poco tiempo después del control aduanero de Camiara, terminaron empotrándose debajo de un camión de carga y el piloto acabó con el brazo con múltiples fracturas, y enyesado por mucho tiempo. Ricardo me dijo que si el estuviera manejando tal vez hubiera sido fatal y me agradeció que le hubiera advertido.

Lástima la vida da vueltas, pocos meses después, dos para ser exactos, era un evento promovido por la empresa de cerveza, me encontraba designado a la puerta, filtrando como siempre, se acerca a la puerta un sujeto de un metro y medio de estatura, vestido en bermudas, con un sombrerillo tipo el marinero Gilligan un polo manga corta algo apretado, si bien el sombrerillo le tapaba el rostro pude a observar su mirada, ojos claros color amarillentos como caca de bebe pequeño. Pero lo más preocupante este tipo olía a muerte y parecía no tener aura, aun mas no tenía boleto de entrada, el cual le pedía amablemente, me dijo que lo había invitado Ricardo desde la playa en la cual él tenía un negocio. Y fue que, aunque en mi mente sonaba una alarma de peligro, por orden de Ricardo tuve que dejarlo entrar, algo de lo que me arrepentiría siempre.

Minutos después no me menos de una hora me llamaron para atender una pelea, me informaron que un tipo le había roto una botella de licor en la cabeza a otro, y al entrar resulto ser el culpable el tipo del sombrerillo de Gilligan, pero mis compañeros de seguridad no querían retirarlo porque decían que era un criminal conocido, era de esperar estos compañeros de seguridad conocían que este tipo era el llamado Cuy. Pero bueno mi trabajo era la seguridad , fui al alcance del tipo que andaba a sus anchas por la pista de baile amenazando a todo el mundo , le pedí por favor retirarse por las buenas, me siguió , pero al estar en la entrada de la disco se agachó y sacó un cuchillo de sus medias , seguido fui al árbol junto a la puerta y saqué la «Bienvenida» así le llamábamos a un fierro envuelto en papel de regalo, el tipo salió como un animal empujando , fuera se armó una pelea, recuerdo que todos se peleaban con el Cuy, en el empujón alguien se enganchó con mi mochila canguro que tenía algo de dinero y tickets que cayeron al piso , que me agache a recoger , grave error, los testigos me cuentan que en un descuido Cuy tomó una roca que arrojo con fuerza y de mala suerte fue a dar en mi rostro, no perdí el conocimiento pero me hizo ver estrellas , de colores , como en año nuevo.

La verdad es que terminé en el hospital, con fractura con desplazamiento de malar y afectación del tercero segundo y primer nervio, que me hacía ver más terrible de lo que pude haber estado antes, perdí sensibilidad en el rostro. Tiempo después tuve que ser operado, no quedé igual, pero algo mejor.

A la persona que le salve el brazo, fue la que originó que alguien casi me saque la cabeza.

Poco después el negocio ya no daba para más aparecieron la competencia, otro local de nombre «El Carajo», además estaba el problema con la Municipalidad que desconocía la licencia de funcionamiento, las reiteradas quejas de los vecinos por la bulla excesiva y los malos olores de orines y cerveza en la calle, aun cuando la discoteca estaba algo alejada de las casas, en una zona de chacras y pocos vecinos, fue una oportunidad para regresar una temporada a Lima.

Estando en la ciudad de Lima, recordé a Mariana una amiga de mi hermana la cual conocí luego pero sabía de ella por medio de comentarios de mi hermana, resulta que aquella chica deseaba conocerme y que yo le hablara sobre cosas que ella sentía en su casa, normalmente ignoraría eso, pero estando solo en mi habitación recordé el asunto y decidí investigar por curiosidad .

De pronto me encontraba al ras del suelo de una habitación en donde sentí y vi que dormían varias personas, quienes roncaban, también pude sentir un olor a casa antigua y de pronto desde abajo de una cama fue apareciendo lentamente un personaje muy extraño , tenía como cuerpo de bebé rollizo , estaba desnudo andaba en dos piernas y el rostro era como de una persona adulta pero de feo aspecto, anaranjado y con champas de cabello, este personaje sonreía con un gesto de mucha malicia, pero lo que también pude sentir es unas presencias detrás de él, pero con mucha más presencia como si fueran los que ordenaron a este personaje a estar allí.

Lo que percibí que esa casa estaba plagada de pobreza una pobreza y mala suerte inducida. En el poco tiempo pude observar macetas, ventanas y demás detalles que verifiquen que estuve en la dirección correcta, y me regresé.

Luego tomé el teléfono y llamé a mi hermana que estaba en la ciudad fronteriza y le narré lo que había visto en casa de su amiga Mariana, mi hermana se enojó por las horas en que llamaba para hablar de esas cosas las cosas quedarían así por algún tiempo.

Sucedió que luego de unos meses recibí una llamada por parte de mi hermana que me decía que lo visto en casa de Mariana había tenido un giro inesperado ya que la información que le di destapó un secreto antiguo en casa de Mariana.

Resulta que en casa de Mariana hace muchos años antes que ella naciera, sus padres tenían un pequeño negocio, que estaban instalando, un pequeño bar en la calleja donde vivían, su madre se encontraba embarazada de unos tres meses. Como era estilado un carpintero era quien construía las mesas los mostradores y anaqueles en los negocios, y esta no era la excepción , el carpintero no era más que el borrachín de barrio quien por su mala vida había desarrollado un mal aspecto , para esto la madre de Mariana tenía la idea que su embarazo tendría mal termino y que el bebé saldría igual de horrible que el carpintero, eso la agobiaba , más aún cuando el carpintero compartía la mesa con ellos en la hora de almuerzo como era costumbre en aquellos tiempos.

La madre de Mariana le confesó que pudo más el temor que el amor y decidió abortar al bebe, fue algo que solo lo supo su padre y la comadrona, el bebé fue hachado por la caja del desagüe justamente por la habitación en donde aparecí aquella noche.

Recibí el mensaje que la madre de Mariana deseaba hablar conmigo. La verdad yo no estaba para eso, así que solo pedí que me dieran el mensaje, que decía que la ayudase. Algo en mí me dijo que si, así que le pregunté si él bebe tuvo un nombre a lo que me respondió que no, le dije que debía tener uno, para que le haga una misa y lo principal que le pida perdón.

Sería que las enfermedades y la pobreza de su casa se debiera a eso, luego me enteré que su padre corría el riesgo de perder sus piernas por la diabetes y que sobre su casa pesaba una hipoteca, sin contar que había pulgas, pero pulgas por las ratas.

No supe de ella ni de su caso por meses, una tarde llamó mi hermana diciéndome que en casa de Mariana se habían decidido hacer lo que recomendé y las cosas se estaban solucionando me enteré luego que después de muchos años su padre falleció de un infarto mas no de diabetes, pagaron la hipoteca, vendieron la casa y se mudaron a una mejor casa.

Alguna vez estando d regreso en la ciudad, en la calle pasó un camión de limpieza pública de donde descendió un trabajador y me tomó de la mano saludándome muy efusivamente haciendo reverencias, luego de identificó como «Serrucho» hermano menor de Mariana, se sentía muy agradecido.

Siempre tuve la fama de ser un tipo con cara de pocos amigos, creo que decidí de muy niño poner esa cara para evitar que mi abuela materna se acerque a joderme la vida con su palabrería, pidiéndome que le diga a mi madre que abandonara a mi padre, como si no fuera suficientemente consciente de las peleas de mis padres en donde una de las causas fuera ella misma y sus intromisiones. Pero poner mala cara ayudaba que las personas desagradables se apartaran un tanto de uno.

Poco tiempo después tuve noticias de la señora Juanita Jaramillo y su hermosa hija, fue una queja mas bien sobre el trato de Chamán King, me contaron que les hizo un baño en el canal de regadío y que le había cobrado un montón de dinero, pero sin ninguna mejora. Era de esperarse seguramente para economizarse el transporte a la playa y los costos de materiales, Chamán King era todo un sinvergüenza.

Tiempo después, Chamán King me pide ayuda con un a trabajo que decía estar realizando, normalmente mi horario de trabajo era de siete de la noche hasta el amanecer, trabajaba de seguridad en el D’Carbón, de jueves a sábado, y los días restantes tenía trabajos como ayudante de albañilería.

Para esto ya tenía mucha más experiencia en lo que era lectura de cartas, baños y rituales de limpia y florecimiento, pero nada que tuviera que ver con magia negra o casas que dañasen a los demás

Chamán King estaba algo asustado me pidió información sobre una fotografía que me alcanzó, resulta que si sentí un ambiente cargado y como cuando hay magia de por medio me empezó a palpitar el párpado.

Sabía que todo lo que le decía, era reproducido a sus clientes como si fuera de su autoría, pero no me importaba mucho yo solo cumplía con decir la verdad de mis visiones, además me pagaba un dinero que no era mucho, pero me ayudaba con mis gastos extras.

No pasó ni tres horas y volvió pidiendo más ayuda, quería contratarme para hacer unos baños de limpieza a un tipo, para esto me llevó a su casa, en un distrito fronterizo al mío. Era una bonita casa de un tamaño considerable y acabados maximalistas de lo que estaban de moda,

Al llegar me fijé, que sí rondaban sombras no identificadas, pero también había algo de temor en el ambiente.

Salió a la puerta una mujer de unos cuarenta y tantos de agradable rostro nos dejó pasar y nos sentamos en la sala de espera, poco tiempo después bajó el dueño de la casa, un tipo de rasgos andinos de talla media, algo corpulento de voz potente, me saludó como un fuerte apretón de mano, el cual se encontró con mi mano igual de fuerte, Chamán King, explicaba que yo era su ayudante y que ayudaría con los baños y demás cosas que están por demás contar

Al salir de la casa, se me comunicó que tendría que bañar al tipo y que Chamán King se encargaría de hacerle baños a su esposa e hija.

Me imaginaba que era una treta más de un tipo tan mañoso como Chamán King, imaginé también que aprovecharía para bañarlas desnudas, pero ese no era mi asunto, me preocuparía del tipo porque, en verdad, estaba bajo un tipo de carga espiritual, que también afectaba su casa. Pero algo si le advertí a Chamán King que no usara en sus baños ningún elemento negro, que también es vendido detrás de “Coronel Mendoza”, que sería contraproducente y que no les falte el respeto a los rituales, con el morbo del Chamán juró que sus intenciones no eran aquellas que parecían.

Preparé mis herramientas y materiales para hacer el trabajo, empecé por escudriñar la casa, se sentía presencias y energías fuertes

Hice el baño de sal, de alcohol, usé la Múcura una hierba traída de la selva que es muy buena para limpiar de malos espíritus y lo mejor es que su olor es muy discreto. El agua un poco caliente, pero el tipo que me dijo llamarse Ántero, colaboraba muy bien con el ritual. Esta vez vi salir y rondar muchas sombras y objetos saliendo de Ántero, pero igual seguí con mucha disciplina rezando e invocando, sin perder el objetivo principal.

Una vez terminado le dije que descanse y que regresaría el día de mañana domingo por la mañana, que lo llevaría al cerro, para seguir con otro ritual, me despedí y retorne caminando a casa, reflexionando en todo lo visto esa tarde.

A las tres y cuarenta cinco de la mañana recibí una llamada al celular, era Ántero me pedía urgente fuera a su casa, que un horror horrible se había desatado.

Le respondí que estaba en el trabajo recién podría visitarle a las seis de la mañana.

Me trasladé de mi trabajo a su casa directamente, me recibió el mismo Ántero, me narró que durante la noche pasaron acontecimientos muy perturbadores, me contó que de los espejos salían manos y sombras, que las cosas volaban por el aire y que sentía ser tocados en sus partes íntimas por manos invisibles, que tuvo que golpear con su correa sobre muebles y paredes para calmar lo que estaba asustando a toda su familia. Le pedí que me diera un par de horas para preparar algo.

Llegando a casa toqué la puerta de Chamán King para indagar algunas cosas, le pregunté si había hecho algún ritual negro a lo que se disculpó diciendo que no pudo evitarlo, que la señora que vendía hierbas se lo había aconsejado. Asentí con la cabeza y me fui a casa

Entonces ya tenía la respuesta del porqué de lo sucedido en casa de señor Ántero.

Preparé un ritual de exorcismo de casa, algo sencillo, pero siempre eficaz ya a las seis de la mañana estaba trabajando en el asunto, cabe decir que también pude ver algunas sombras moviéndose desde los espejos, pero igual concentrado siempre en el trabajo. Terminado la limpia. Le dije a Ántero que debíamos partir al cerro, para esto tenía todos los materiales que se necesita para el cerro, los licores, las hojas de coca, las ofrendas y todo lo demás. Unos minutos después ya estábamos en camino a Pacchía a las afueras del casco urbano, en donde estaría nuestro cerro a subir.

Fue como el bus nos dejó en el frontis del cementerio, junto donde había un restaurante campestre el «Selva Alegre», el camino fue fácil al inicio, hasta llegar al lecho de un río seco, hasta llegar a la falda del cerro, quien me dijo su nombre «Uchú» me dijo llamarse y me preguntó mi objetivo lo cual le respondí por ayuda a liberar algunos caminos.

Luego me dijo un nombre con cargo «Ushurockllo». Entonces supe que era el cerro que regía esa parte del valle. La subida fue algo cansada y silenciosa, el cerro era seco y polvoroso no había en la ninguna planta, ni animal era la primera vez que trepaba aquel cerro, aunque algo me hizo acogerlo de entre tantos otros cerros.

Casi al llegar a la cumbre. Descansamos un poco preparando los elementos para realizar una misa allá arriba.

Le pregunté al señor Ántero si se sentía bien, me respondió que sí, entonces seguimos el viaje por unos minutos más.

Al llegar a la cima, empecé el armado de la mesa pidiendo permiso y agradeciendo de antemano al Apu y las diferentes divinidades, como el viento «Marani».

La mesa pasó muy bien tanto así que se acercaron a ver un trio de aguiluchos, y algunas mariposas grandes de colores, era una buena señal.

La subida a la cima tardó tres horas, pero el descenso tardó solo una hora, abajo en el restaurante ya abierto esperaban la esposa y la familia de Ántero, quienes nos saludaron, me invitaron a almorzar con ellos allí mismo. Pero les agradecí, pero le dije que iría a casa porque aún no duermo desde el día anterior y debía solucionar algunas cosas.

Días después cuando visité su casa por última vez Ántero me confesó que tuvo mucho temor, me dijo que yo era un tipo muy serio y allá en el cerro pensó que lo iba a sacrificar, pero ahora sabe que las apariencias engañan y que confiaba en mí, porque en el camino y en la cima del cerro él pudo observar cosas eran muy extrañas pero que no le causaban temor.

Eran tiempos, extraños, una vez cuando una vecina amiga de mi hermana me llamó a su casa, para que le lea las cartas españolas, ya era normal hacerlo.

Pero sorpresa a mía no era para ella, porque estado en su casa tocaron el timbre, ella hizo pasar a dos sujetos uno era un extranjero alto y blanco con acento americano y el otro un tipo mestizo se identificaron como agente DEA y que necesitaban que les ayude a ratificar unos datos, recuerdo fui rápido y cuando me iban a pagar les dije que no era nada pero que nunca volvieran a llamarme no me involucro en esas cosas, y a esa vecina nunca más le volví a contestar el teléfono.

Cosas raras, también hubo una mujer ya de la tercera edad, que me visitaba para lectura de cartas, nunca me dijo su nombre, pero me decía que lo que decía era muy acertado, la última vez me llamó, pero vivía ya en Lima alejado de todo ese mundo.

Aunque estar lejos no significa total alejamiento, por que sucedió una noche se comunicó conmigo l madre de un compañero de escuela, me pareció sorpresivo, me citó en su casa , llegue y me estaban esperando dos mujeres adultas quien no conocía, quienes se identificaron como cuñadas de la señora, que tenían un serio problema, para esto me había pedido que lleve mis cartas para una lectura, bueno me narraron que una de sus parientes una niña de quince años estaba secuestrada por una banda de criminales y querían saber todo sobre cómo iba a evolucionar el asunto ,

y sin abrir el mazo de cartas pude sentir el terror de la niña a la cual vi amarrada de pies y piernas en un lugar abandonada entre muchos papeles y libros sucios.

Abrí el mazo de cartas y pude enterarme que la niña había sido secuestrada por una pareja. Que estaban a plena luz de todos y que la joven estaba embarazada, y lo más perturbador que si no era rescatada en días su vida corría mucho peligro.

Me pidieron que valla al lugar llamado Pozuso, pero eso me representaba un gran problema primero porque en ese tiempo tenía, había que ir a trabajar muy temprano, aparte vivía con una pareja y sus tres niñas no podía faltar en casa. Si en el peor de los casos la niña falleciera era muy probable que la policía me tomase como primer sospechoso, a ellos no le importa si eres vidente o no estaría en problemas policiales y fiscales, y con la premisa racista de que el negro siempre es el culpable terminaría meses en prisión preventiva hasta que la verdad saliera a la luz. Desgraciadamente por ese y otros motivos tuve que negarme al a petición de viajar.

Por mas esta decir que pasaron los dos días y me llego la noticia es mas la noticia se publicó en los noticieros nacionales de televisión , sobre la niña de quince años asesinada por su compañera de colegio y su enamorado, el crimen se dio por que la amiga estaba embarazada y necesitaba dinero para un aborto y no tuvo mejor idea que secuestrar a su compañera de escuela, luego al ser descubierta por ella optaron por asesinarla para silenciarla , luego arrojaron su cuerpo al río con la intención de desaparecerle.

Para mí fue una gran tristeza en el alma, pero a veces las cosas malas deben dejar que sucedan, ya tenía experiencia con lo sucedido con el «Cuy»

Hay sucesos que no tienen mucha explicación como lo sucedido aquella madrugada saliendo de una visita a la casa del barman Lucho Braca, luego de tomarme unos tragos porque él no podía tomar a causa de su ulcera, recuerdo que fue un ron blanco puro por que en esos tiempos solía tomar los alcoholes puros, seria media botella de ron, es decir no estaba ni medianamente ebrio, Lucho Braca vivía en un conventillo allá en el centro de la ciudad cerca de un pequeño parque en un cruce de calles.

Al salir y despedirme me dije , mejor caminaba hacia la avenida principal para tomar un taxi, pero antes de cruzar la pista en medio cruce , me aborda una mujer, vestida como en los sesentas falda tableada y una blusa clara, era una pálida mujer que con voz algo aguda me pidió que le diera dinero por favor que sus hijos estaban en casa sin comer desde la mañana, algo que me pareció gracioso porque, ya era de madrugada, pero en fin metí mi mano en el bolsillo de atrás del pantalón y le di las únicas cinco monedas de sol que me quedaba para pagar el taxi hasta mi casa, le entregue las monedas, sonreí le dije que las tome y disculpe solo tenía eso , la mujer me dijo gracias y cuando le respondí de nada ya había desaparecido, era imposible que hubiera ido lejos nos rencontrábamos en el medio de una intersección de avenidas y calles el parque estaba muy lejos, en ese momento se me cortó la embriaguez , busqué por algunos minutos donde se había ido la mujer y sin respuesta y sin dinero me fui caminando a casa una distancia de cuatro kilómetros llegando a casa rayando la aurora.

Caminar de noche era algo peligroso no solo por los muertos también por los vivos que acechaban los caminos, recuerdo una noche un tipo al cual vi pasar por la puerta de un bar en el que trabajaba, me abordó en el camino casa con el pretexto de invitarme un trago, la verdad cuando vi su aura y el color que dominaba, era rosa pavonado supe que era un homosexual y sus intenciones eran las menos positivas del mundo. Le respondí que me esperaba mi siguiente trabajo y que era imposible ponerme a tomar. Luego me enteraría que era un oficial de policía, que semanas después intervendría en una operación policial en el bar donde trabajaba.

Al verlo, no tuve reacción alguna solo me hice el que no conozco a nadie, total mi trabajo solo era de seguridad para las relaciones públicas estaba el administrador.

Cerrado el Bar D’Carbón, estuve en otros empleos en seguridad, no me gustaba el rubro, pero era muy bueno para eso, solía prevenir los problemas en solo verlos venir.

Fue que, trabajando como seguridad en una zona residencial en las afueras, una pequeña urbanización llamada «Los Reyes» era un trabajo distinto, sin ebrios sin revisiones en puerta. Aunque eran doce horas continuas, pero había momentos en que no pasaba nada, eso sí tenía un cuaderno de ocurrencias que debía llenar con lo que sucediera de inusual,

Colindante con la urbanización había una chacra con un personaje particular, un tipo de nombre Memo, el cual era acusado por mi supervisor el señor Pino de ser un granuja consumidor de drogas, estaba advertido que no debiera ni saludar a tal sujeto,

Una noche pasó el Memo y sus mascotas una media docena de perros desnutridos y de colores cenizos, los mas chusco entre los chuscos, delante de la jauría una perra hembra de ojos blancos y brillantes. Supe que le llamaban «La Chacala» en referencia al personaje para normal de una novela mexicana de los noventa.

El asunto era que La Chacala y su jauría solían pasar por el medio de la calle en un acto para mi intimidante.

En la urbanización la cual cuidaba estaban viviendo, el niño Arturo, la buena señora Chamorro, una anciana muy amable, el ingeniero Álvarez, con su casa en construcción que tenía chimenea, el policía Bermúdez, la Familia de la A1, los pakistaníes y la bella joven de la A3 y sus discusiones diarias con su novio. Pero aun así era un trabajo tranquilo, pese a La Chacala.

Frente cruzando angosta la pista en la misma esquina estaba la residencia del gerente general de la cervecería, la cual era resguardada por una agencia de seguridad de nombre «Zeta» en tres turnos de ocho horas, eran agentes algo peculiares uno era de la selva otro aimara y otro quechua, desarrollamos alguna amistad. Los dos empeñados de enseñarme su idioma, la verdad que solo me enseñaron a decir palabrotas, uno era de apellido Atahua y el otro Anata

Sucedió un veintinueve de junio recuerdo día de pescador, conversaba con Anata de vereda a vereda cuando de la pared en blanco y sin aviso salió un tipo vestido con ropa de la guerra del pacifico, botas altas de cuero negro, uniforme de pantalón azul, polaca azul también con galones dorados y una gorra tipo quepí cabello largo y ondeado, pálido de labios delgados pero muy rojo intenso. No pude evitarlo seguirlo, pero sin dejar mi acera, forma paralela. Luego de unos metros dobló hacia la derecha y se adentró en la pared nuevamente, cabe decir que este personaje caminaba con una soberbia y marcialidad y sus botas me sonaban como cascos de caballo rompiendo el silencio de aquella noche.

Anata me preguntó que sucedía, a lo cual le respondí que nada no se preocupe. Era mejor procurar no decir nada sobre lo visto, no quería que mi estadía en el trabajo se tornara un circo.

Anata terminó su turno a las once y fue relevado, por el Charapa un tipo algo reservado, aunque esa madrugada algo pasó que lo hizo comportarse algo más comunicativo.

Serían las cuatro de la madrugada, estaba yo de amanecida, hasta las siete de la mañana. El Charapa salió a la puerta de su residencia y me saludó desde lejos y me dijo que me tenía que decir algo, me dijo que más o menos a las tres de sintió el sonido de unas botas él se había quedado dormido y despertó pensando que era la esposa del gerente, que venían de la reunión ala que habían asistido, pero antes de abrir la puerta sintió que los pasos ya la habían cruzado, se sorprendió y abrió la puerta y se encontró con un carreta llena de soldados del tiempo de la guerra con antorchas y bayonetas, se asustó y cerró la puerta con la mismas.

Algo perturbado me preguntó si había visto algo extraño. Le respondí que no que todo está sin novedad.

Pero por dentro pensé que tenía toda la lógica y que tenía que ver relación con el oficial chileno que vi unas horas antes.

Tiempo después un anciano habitante antiguo vecina, me narró de como en ese lugar se llevaron batallas contra los chilenos y que, en ese mismo lugar, se ejecutaron soldados de ambos bandos.

Lo último que sucedió fue, cuando el niño Arturo, abrió la puerta de su casa y su perro escapó directo hacia la avenida, en forma intempestiva siendo atropellado por un auto, que lo partió a la mitad y arrancándole el corazón, fue muy triste ver al bello samoyedo muerto y al niño llorando, le presté la atención debida, recogí al animal para que luego lo sepulten, pero guardé el corazón dentro de mi bolsillo.

Llegada la madrugada hizo su entrada fantasmal la perra Chacala, con su jauría, a la cual le arrojé el corazón ante ella. Se acercó lo olfateo y retrocedió con toda y jauría, desde ese momento dejó de pasar por la calle, ya solamente bordeaba por la chacra de su dueño Memo.

Dejé ese trabajo, extrañé por un buen tiempo, las personas de ese lugar, donde era bien tratado a excepción del señor Pino, que se veía algo celoso, cuando se enteró que los pakistaníes me obsequiaron un traje y la señora Chamorro un rico picante por fiestas de reincorporación.

Era un tiempo que ya estaba algo cansado de trabajar en seguridad, así que probé, vendiendo jugos en el mercado de los Héroes

Alquilé un puesto en la sección jugos juntamente con la virgen del dragón, aunque el cuerpo ya no me daba mucho por la amanecida era muy buena la predisposición, pero duro poco tiempo el mercado no tenía mucha clientela y mucho menos de tan temprano, pero aun así mi idea era dejar el trabajo de seguridad porque presencia algo malo.

Las cosas en la pareja no iban muy bien, era una época de términos y comienzos, regresé a Lima y se me presentó un trabajo desde cero con un antiguo amigo de colegio, Me gustó la oferta por que tenía carta blanca para elaborar el menú y elaborar las comidas que sabía hacer, hamburguesas, mollejas, bebidas y dulces,

Fue como nació así el Lobo Feroz, desde la nada en un corralón se construyó de madera la cocina el espacio de mesas, las instalaciones de luz y agua, no era un experto, pero todo quedó bien,

Tuvimos una mesera, que trabajó un día y nunca más volvió, parece que a su novio no le cuadró el nombre de Lobo Feroz.

Hubiera continuado si no fuera porque mi hermana me pidió como favor, que viajase para cuidar de su pequeña tienda, para que ella pueda irse a trabajar en la oficina de procesos electorales por una temporada a la ciudad vecina de Camaná, cosa ala que no podía negarme, ya que ella me había acogido en su casa.

Bueno el negocio ya estaba funcionando, pero elegí irme, le dije a mi amigo Mizo que se consiga otro cocinero, solo le pedí el costo del pasaje de ida y al día siguiente ya me estaba marchando me despedí de la «Caperuza» la mesera de estatura menuda y de generosos pechos, y de rostro angelical.

Fueron unos meses de estrés, había que despertar antes de la cinco cuando el panadero dejaba el pan colgado en la puerta debía ser rápido antes que la vecina la señora Lucchetti no se lo robara,

vender todo lo posible por que por la tarde venia un señor que cobraba el crédito de pago diario que se había hecho mi hermana,

atendía por la ventana la pequeña bodega, pero aun así no había ni tiempo para cagar, un día tuve que colocar un pequeño letrero que decía ya regreso, para poder ir a cagar en paz sin interrupciones, pero aun así tocaban la ventana.

Dos meses así, hasta que terminaron las elecciones, y mi hermana regresó, ya era hora de cambiar de rubro, así que le pedí un pequeño préstamo para comprar uno de esos carritos sangucheros, con parrilla trescientos ochenta soles, sorpresa la mía Ella me dijo que tenía prioridades y que no podía prestarme.

Al final regresaría si no fuera ´porque el resultado de las elecciones daría lugar a una segunda vuelta electoral. A lo que mi hermana, me pidió un tiempo más en su negocio para trabajar nuevamente en su trabajo de distrital en la ONPE, cosa que acepté, ya que a esas alturas igual no tenía ni dinero para regresar, ya que no recibía ningún sueldo y además había viajado solamente con el dinero del pasaje,

Recuerdo en esos tiempos andaba de enamorado con la Zarigüeya, la cual me reclamaba el que nunca saliera de casa, solamente después de las diez de la noche que era la hora en que cerraba la bodega.

Solía hacer algunas compras de verduras y otras cosas en el mercado cerca a la casa. Esa mañana serían las nueve, necesitaba compras papas, verduras y bolsas para despachar. Así que me alisté mi bolsa, cerré la reja y puerta poniéndole a ambas llaves.

Seria cuando regresé después de casi una hora , que el vecino Chamán King me dice que me acaban de robar la casa, en una camioneta blanca tres tipos, palanquearon la reja y rompieron de una patada la puerta de madera, se robaron, el televisor, el dinero de la caja, muchos tarros de leche, el tocador de música y otras cosas más, gracias Dios no le hicieron daño ala pequeña Berenice que estaba en el patio trasero ladrando, fui a la comisaría a poner la denuncia , pero nada se hizo al respecto , se sabía que banda era , hasta el apellido de uno de los ladrones , pero no había gasolina para ir a atender la diligencia.

Ese robo se llevó algo más que lo material , se llevó mi tranquilidad, todos los días soñaba en que alguien rompía la puerta de una patada y entraba en casa , recuerdo que dormía con el cuchillo de cocina bajo la almohada, hasta que llegó mi hermana de Camaná , no dijo mucho pero poco después me enteraría hablaban de un auto robo, salió de la boca de mi otro hermano la acusación de que tantos años viviendo en esa ciudad y justo cuando arribó , les roban, acusación que se repitió años después por boca de mi otro hermano menor, pero en fin no sería ni la última ni la primera vez que me acusarían y pagaría por algo que no había hecho.

De mas esta decir que le pedí prestado a mi hermana un préstamo para poder iniciar un negocio que ya no tenga que ver con la seguridad. La respuesta fue la misma y la sonrisa aún más amplia como si disfrutara verme jodido, pero, en fin, cachueleaba en la construcción a veces leyendo cartas españolas y otras veces en eventos como seguridad,

fue una mañana en que ella misma, me avisa que los hermanos Martínez, Marín y Carlos, querían hablar conmigo. Me entrevisté con ellos, resultó para un trabajo en seguridad en un nuevo bar que estaban abriendo. La verdad nada más lejos que querer aceptar, pero necesitaba trabajar y el dinero para mi nuevo emprendimiento, acepté, pero el trabajo demoró casi un mes.

Empecé a trabajar era un local, café bar «Étnicas» era muy cerca de la universidad estatal, no sabía en ese momento, pero el local tenía una anterior no muy buena reputación, mi trabajo era simple evitar a toda costa, el ingreso de menores de edad, de ebrios ajenos, de vendedores de droga, y malhechores. Era el único personal de seguridad para un aforo de 120 personas, tuve que utilizar todas mis capacidades, pero lograba cumplir mis retos, a pesar de todo no había peleas y cuando la hubo fue de un grupito de lesbianas a las cuales ya se les prohibió el ingreso nuevamente.

Fue una noche de sábado que se acercaron a la puerta tres tipos ya maduros me encontraba en la puerta como de costumbre y les saludé , pero uno de ellos se adelantó y me dijo fiscalía , a lo que respondí un momento llamaré a mi jefe, los hubiera dejado pasar de frente solo que si se identifican como autoridad bueno era mi deber anunciarlos con el administrador, pero igual en la puerta uno de ellos me dijo que no sabía que era el fiscal Meneses a lo cual no respondí pues no tenía idea de su visita. Luego se vengaría

Los días se daban monótonos uno tras otro, la novedad era que la empresa nos había puesto en planilla en la ONP oficina nacional de pensiones, eso quería decir un trabajo formal y con acceso a seguro social, por un rato olvidé emprendimiento, pero aun así seguía ahorrando, pero no dejaba el empleo porque me sentía comprometido con la seguridad.

Fue una noche de febrero, se realizaba un evento anunciado por la radio. Me encontraba en la puerta de ingreso de pronto se estacionaron dos camionetas con sujetos vestidos de chompa negra , como reflejo cerré la puerta pero me quede allí parado porque yo maneja las llaves, si mediar palabras se abalanzaron sobre mí, y con insultos trataron de arrojarme al piso, eran más de ocho y no pudieron hasta que uno de ellos me roció con polvo lacrimógeno, sentí una mano que me jaló la quijada y me puso ese polvo dentro de la boca, caí a l suelo lo único que dije es que no podía respirar,

ya en el piso, sentí una bota sobre mi cabeza y una frase que decía «Ya ves negrito eso te pasa por comerte toda tu comida desde chiquito» seguido de risas y burlas que festejaban la desagradable frase. Al recuperar en algo la visión vi cómo se colocaban los tipos sus chalecos de serenazgos de la municipalidad central, un policía se me acercó y le expliqué y me dijo que lo disculpara pensamos que serias violento por eso actuamos así. Y se dispuso a soltarme de las marrocas que me habían colocado,

Un policía que estaba en el otro lado de la acción ordenó disparar una bomba lacrimógena dentro del local lleno de personas, para desalojarlo. Resulta que era una diligencia de embargo coactivo por una multa no pagada por el administrador del local. Fue ese mismo policía que indica que me suban a un transporte para llevarme a la comisaria, para declarar, pero fue que quedé en calidad detenido en el calabozo, hasta las cinco de la mañana cuando llegó el fiscal, que era nada menos que Meneses, el tipo de la otra noche, quien ordenó mi arresto y traslado a la fiscalía. Realmente nadie quería oír mis declaraciones, es mas en la fiscalía desfilaban los mismos serenazgos burlándose y amenazándome, declaraban que yo había atacado a todos incluso a unas señoritas de fiscalización que declararon en mi contra, era como una película del KKK. Me condujeron al poder judicial donde una juez una tal Escarlata, conocida por liberar narcotraficantes y criminales reales, pero esta vez le narré mi declaración, pero me respondió si está aquí es por algo, y ordenó prisión preventiva. Era increíble como mi vida se venía abajo, sabía que el estado siempre esta como meta criminalizar al hombre afro, lo había leído pero vivido nunca lo pensé. Y en un lagarto rumbo al penal más cercano por dos meses,

por una violencia que nunca existió de mi parte, violencia ejercida en superioridad contra mi persona.

Algo que era igual de perturbador fue la noche anterior en los calabozos del ministerio público se presentaron frente a mi celda tres personajes femeninos, delgadas de baja estatura flotaban a una altura de un metro del suelo vestidas de tules que se movían sin viento. Podría decir que era parte de mi locura o sufrimiento si no fuera porque otros prisioneros gritaban groserías pidiendo que apague esa luz potente, quería decir que los demás podían ver eso.

En el penal algo parecido a lo de las películas, huellas digitales, te desnudan, con una linterna te iluminan el ojo del culo, luego lasa preguntas de rigor, te roban tus útiles de aseo el tipo que vende ceviche.

Gracias a Dios compartía una celda con otros prisioneros algunos eran policías en investigación, dos de ellos uno llamado Chuck y el otro de apellido Mendoza si mal no recuerdo, los otro eran civiles, siempre tratando de llevarte al oscuro o invitarte chicha canera para hacerte caer seguramente, pero al final no hubo ni un solo momento de tranquilidad, ya que me dijeron que alguien me llamaba al patio y resultó ser el Cuy, que estaba preso y decía que iba a vengarse de mi por lo de D’Carbón. No negaré que me cayó como agua fría y más aún cuando todos los días durante mis dos semanas de estadía, llegaba a la reja que separa los pabellones frotando su verduguillo en el metal, acompañado de otros más,

uno de los policías recuerdo me dijo zambo aquí todos somos iguales inocente o culpable, que lo mirase él era policía y ahora esta injustamente encarcelado cumpliendo su deber. Desde ese día ya estaba resignado a pelearme, me llevaría a uno por lo menos,

me puse a socializar, había un tipo con cara de buena gente que me dijo que era su tocayo, que él estaba preso por asesinar al amante de su mujer, descuartizarlo y comerlo un poco, para luego dejarlo en una nevera, que luego huyó al norte, pero el remordimiento no lo dejaba vivir y se entregó a las autoridades.

También vi por la reja al asesino del martillo recluido en el pabellón F se veía un tipo normal.

Unos días antes de mi excarcelación hubo una audiencia ene l mismo lugar, unas salas de audiencia en las que te llevan encadenado de pies y manos, fue humillante se encontraban en la sala, mi hermana, algunos amigos y la Virgen del Dragón y el Dragón mismo

Por más fuerte que sea uno, sin ganas ni intención de llorar, las lágrimas se derraman autónomas de impotencia.

Di mi testimonio con lujos de detalles, esta vez un juez varón me interrogó y levantó la prisión preventiva, pero esto se ejecutaría días después.

Tuve que aguantar dos días más del Cuy y sus Toribianitos a ritmo de verduguillo.

Pero hay cosas que dan más temor en ese tipo de lugares, sin contar que al estar tan estresado generaba que los demás soñasen con mis problemas y temían mi presencia allí, se corría la voz del negro de los sueños y créanme no era nada idealista como en la película «Milagros inesperados» de mi parte no esperaba ni chispas ni agarraditas de pene a Tom Hans, con disfraz de guardia de prisión. Todo era perturbador desde el tipo que nos dio la bienvenida de apodo Goliat de dos metros y algo de altura, pasando por el Cuy y las malas auras que veía, pude entender y diferenciar entre alguien que ha matado y los que no aún.

Llegó el día y antes de la seis de la tarde fui liberado, al principio pensé era una mala broma, pero era verdad, hay un ritual de los demás prisioneros que te agarran de la cabeza haciendo el gesto de que los estas jalando, dicen que trae buena suerte y su estadía es menor. Me despedí de todos en especial de los dos policías, que hicieron menos jodida mi estadía.

Pero aun así ese juicio lo perdí no tenía tiempo para seguirlo, igual aquel policía del principio, lo hizo todo por dinero, para sacarme tres mil soles de reparación que fueron a sus bolsillos, porque aparte de policía también era abogado, pero en fin ya recibiría su castigo por calumniador.

Con esto ya dejé de trabajar en bares y entre a trabajar en algo más tranquilo como una planta de productos embutidos «El Genovés»

Como ayudante de almacén , un trabajo duro cuesta decir que despachaban dentro de un almacén refrigerado a cinco grados, era un lugar agradable con buenos trabajadores , excepto una jovencita que era de administración o contabilidad, la cual cometió un error en la facturación , se envió el cargamento a otro destino, pero felizmente yo conservé el conglomerado del pedido en el cual se verificaban, que almacén despachó, cual como decía el documento, pero aun así la niña regresó y amenazó a personal de almacén que seriamos descontados con varios miles de soles por el error, era de perder ya que la niña esta era íntima del jefe, así que mejor me retiraba no quería más problemas.

Luego sin empleo fijo me comuniqué con la señora Ximena y empecé a trabajar para ella en sus trabajos en este lado de la frontera

Fue cuando pude ver en todo su potencial el trabajo de la anciana Maquera quien danzaba en las misas, y tomaba su cerveza y desparecía y aparecía nuevamente, en aquellos tiempos se podía ver luces atravesando el fuego de las velas, vi salir gallinas caminando en fila, un gigante en la habitación, y un par de demonios adolescentes de los cuales no hablaré por ahora, el futuro el pasado en el brillo de las frutas.

Un tiempo después me encontré con el hermano mayor de los Martínez, Carlos Martínez, quien trabajaba en una empresa de vapores y quería abrir un bar que le estaban por traspasar, en el centro de la ciudad por la calle Zela, me preguntó si estaba disponible le respondí que afirmativo así que tiempo después recibí una llamada en la que me decía que ya estaban operando y necesitaban un agente de seguridad.

Era un trabajo distinto a los anteriores era un edifico frente al hotel , el tipo de clientes era diferente el personal era dos meseras , un dj y el barman el local de poca capacidad máximo unas cincuenta personas recuerdo la primera vez llegue muy temprano entonces ayudé a bajar las sillas y armar las mesas, frente a mi pasó una señora bajita caminando lentamente con una mantitas esas tejidas en hilo perlado me miró de reojo y se adentró en la esquina del salón desapareciendo dentro de la pared, no conté del asunto no quería que me creyeran loco, y seguí con mi trabajo. Rutinario, pasaba de todo por esa calle. Una noche un tipo afro peruano de piel más negra que la mía me buscó conversación en la puerta , su único objetivo pareciera de buscarme ofender o para buscarme pelea, se refirió a mi seriedad y que me cambiaría la emoción de mi rostro enseñándome el verdadero terror y me colocó una cara como la que ponía mi padre cuando le pedía dinero para comprar útiles escolares, me llenó de ira a mi padre no podría golpearle pero a este infeliz desconocido lo molería a golpes, seguido lo tome del cuello y sus piernas colgaban hasta mis rodillas , el pobre infeliz paso del negro ébano al plomo ceniza, lo bajé le arreglé su chaleco y se fue caminando tranquilo curado de su aparente ebriedad. Fue la única vez que usaba violencia, seria por que tocó un mal recuerdo.

Pero aun así era un trabajo tranquilo, hasta que un día se plantó frente a mí un tipo de baja estatura de esos anteojos chistosos de marcos blancos, se identificó como el administrador del «Bar Europa» y deseaba contar con mis servicios en el bar, le respondí que estaba trabajando aquí que estaba a gusto, pero me propuso el doble de sueldo, y mas todo el licor que pudiera tomar eso me pareció muy gracioso, le dije que primero debo hablar con mi actual jefe. Y eso hice, avisé a Martínez que el Bar Europa me quería contratar y que me iría que estaba muy agradecido por la oportunidad que me había dado.

Oh mi sorpresa en el Bar Europa trabajaba como cajero el joven escritor Renato Salazar del cual ya estaba leyendo uno de sus libros, la mayoría del personal eran brillantes jóvenes con alguna excepción de un joven algo fornido y hablador que pensó hacerse popular a mi costa, pero rápidamente lo parché en primera como en el rugby,

las jovencitas meseras que eran muy encantadoras, Pamela la niña del guardarropas que se sonreía porque decía que me parecía a su padre, hasta el compañero de seguridad el gordo Tino que con el tiempo se transformó hasta llegar tratar de golpearme, recibiendo una hondonada de puñetes en unos segundos según la cámara de seguridad que registró la escaramuza, lo cual lamento nunca fue mi intención solo fue un defensa reflejo.

Estuve más de dos años, conocí muchos tipos auras,

hasta vi al jugador Manco, cuando recién era jotita, salir ebrio en brazos del Bar, a pesar de que le dije que era menor y no podía ingresar. Siempre fui leal a las reglas de los locales donde trabajé, pero no queda mucho tiempo, además la lealtad debe ser una calle de doble sentido y nunca fue así.

Era dos mil diez, la Virgen del Dragón había enfermado, para esto meses antes habíamos reanudado nuestra relación, ya había publicado mi primer libro «Cuentos de Fe y Decepción» en Lima también en el Museo Afroperuano y en el sur en la Casa Zela, cosa extraña ambos lugares tienen la misma numeración. Pero en fin fue en los últimos días de mayo la virgen del Dragón sufre un grave problema que la deja paralizada, para luego de tres días dejar este mundo, fue un golpe duro no lo vi venir, tengo muy pocos recuerdos de ese tiempo son como si fuera una pesadilla la cual no recuerdas completamente, días después decidí dejar el trabajo de seguridad

Fueron tiempos difíciles nunca me había sentido tan solo, un pedido de locuras, regresé a Lima, sucedieron cosas que narraré en otra oportunidad, y así llegó a su fin, el rubro de guachimán de discoteca.

Unos días antes de regresar a Lima fui a hacer unas faenas en el terreno que tenía afueras de la ciudad en la zona de Viñani, luego de algunas horas regresaba con la herramienta para tomar mi bus de regreso, En uno de esos paraderos improvisados que no eran más que unas covachas de esteras y palos, vendían caldo de cabeza, que era normal ver vender a los habitantes que casi todos son de la zona sierra de Puno, de casualidad ingresé para ver que podía comer. Pero sorpresa la mía vi sentada en una mesa sola a la señora Maquera sin su nieta interprete y me habló en aimara como de costumbre y par de obreros sentados a en la mesa junto a ella, rieron, y les pregunté que dijo la señora , me dijeron que la señora Maquera dijo niño tu nunca te das cuenta, estuve un momento más y abandoné la covacha y tomé mi bus directo a casa de mi hermana, una semana después , visitando el país vecino le comenté a la señora Ximena que me había encontrado con la señora Maquera y de lo que me dijo, la señora Ximena guardó silencio y me dijo luego, que la señora Maquera había fallecido ya hacía más de un año, y que en verdad, Yo no me daba cuenta de las cosas.

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