Preguntas sin respuesta

Preguntas sin respuesta

Sophrosyne09

19/10/2024

«Todo preguntar es un buscar, pero una búsqueda que señala en dirección de lo preguntado».  (Heidegger)

1

Todo comienza por una pregunta.

Preguntas de nosotros a nosotros, de nosotros a otros, a lo otro.

Preguntas del mundo, por la pluralidad de universos, sus criaturas y la cultura.

Preguntas de los fenómenos internos y externos que nos colorean.

Preguntas que colorean, decoloran la existencia y brotan de la espina medular de la tierra.

Preguntas que nos acercan de lo cerca, y alejan de lo que nos asecha.

Preguntas dicotómicas, preguntas demográficas y retóricas.

Ojos que saltan, a través de la trinchera, detrás del mural que refleja misterio al igual que Dios operando detrás de la creación.

Preguntas que mueren, preguntas que renacen, preguntas que se transmiten, se superan y transforman.

Cromatología de preguntas, mares que convergen en el cuerpo, labran el velo del universo, entran por los poros y la retina de los ojos enseñando las ensoñaciones de otros ojos.

Preguntas que caen en la cabeza destronando la razón, destrozando el abismo del corazón.

¿Cuántas preguntas? Pregúntate.

Preguntas cerradas, preguntas abiertas, preguntas del ayer que tejen el hoy, quizás el mañana.

Quizás no tejen nada, y sus hebras se juntan por azar, capricho de Dios, o arbitrariedad, como la generación de eclipses que devienen para nunca detenerse y no preguntar.

Preguntas por la antigua Grecia, por las artes plásticas, por quien somos, la relación con el mañana y su predilección.

Preguntas por la existencia, preguntas por lo inexistente, preguntas abiertas y cerradas.

Preguntas por la etimología del alma, del cuerpo y la presencia del presente que se desvanece.

2

Preguntas capciosas y preguntas numéricas.

Preguntas agudas, preguntas graves y esdrújulas.

Preguntas por la fonética, preguntas que nacen de las sombras, de espacios y huellas tiñendo el velo rizomático por donde entra la luz al igual que pintura de Veermer, Rembrandt y Rubens.

Trazos de rastros en un réquiem del lenguaje inhabitado.

El silencioso grito del pasado habitando lo inacabado.

La pregunta toca, retoca y trastoca las huellas dactilares de la realidad que es cadáver.

Preguntas abstractas, preguntas formales y de contenido.

Preguntas con espera finita y de retroceso infinito.

Preguntas que indagan por la existencia, sus diversos actos y los átomos que la crean.

3

Preguntas que brotan del abismo del deseo.

Preguntas de corazones negros.

De lagos amarillos y rojos cielos.

Preguntas por la poesía, la filosofía, las ciencias con su talante y derrotero.

Preguntas por mis personajes secretos, por los misterios del alba y las cicatrices que no se borran con sangre, habitan en la tinta y la mirada.

Preguntas y respuestas. Preguntas sin respuesta.

Pregúntame para preguntarte y preguntar a la historia, al instante, a la nada y a lo que nace.

Lo evocado, señalado y que habita latente sin nombre, ese espectro que crece en el desierto hacia el horizonte.

La pregunta sin final sigue siendo pintada,

La pregunta eterna se siembra en la mirada ajena, la pregunta por nosotros, por lo otro y otros.

¿Acaso acosa el preguntarte pregunta por tu final secreto y comienzo?

Pregúntame por lo inexplicable y yo lo nombro sentimiento para no preguntarme nada y poder sucumbir cómo cadáver que no pregunta y vive muriendo.

Preguntan, preguntándome y respondo: «No más preguntas.»

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