Título: Amanda.

Autora: Isnery Selene González Porro.

Amanda es una chica especial, semejante a otras tantas divinas que existen dispersas por el mundo, la de mi cuento es tan bonita, inteligente y cariñosa, como habitual usuaria de los buenos modales, joven profesional y trabajadora entusiasta, dispuesta siempre a ganarse la sostenibilidad con honradez y sacrificio, y en casos de no lograrlo, lo asume sin pretextos que justifiquen insuficiencias, sin inventarse presuntos culpables de la difícil economía que nos lacera, tampoco hace eco de comentarios venenosos contra el gobierno, porque prefiere ser solución y no problema, rápidamente apaga ese tipo de incendios utilizando agua clara y transparente y no con gasolina como suelen hacerlo la nueva modalidad de traidores.

Excelente hija, evaluada durante y después que el egoísmo de familiares le impusieran beber tragos amargos, buena amiga en tiempos difíciles y con 0 % enemigos fabricados. Siempre vestida discretamente elegante, desnudando las apariencias para mantener visibles sus personales maravillas, tan abundante en conjunto que difícil fuera encontrarlas reunidas en otro Ángel bueno de la tierra.

Bien pudiera parecer que quiero recomendarle para ser elegida o algo similar, pero no, solo les digo un poquito de lo mucho más que pudiera comentar sobre sus detalles profundos y auténticos,…quizás de su alegre andar, o de su voz tranquila y melódica…. no, mejor sobre eso no revelo detalles porque entonces debiera intentar explicar algo sobre cierta magia al escucharla cantar,… ¡Ha!, también baila muy bien, tan agradable como resulta su sencilla y bella manera de existir sosteniendo su mejor mirada, tan tierna y profunda como la exquisitez de la sublime fragancia natural que la acompaña siempre.

Su piel tierna, fresca y blanca, contrasta perfecto con el color original de sus lacios cabellos castaños, aunque a veces de rojo, negro o matizados, le combinan igual de bien con su delgada figura de virgen.

No intentaré todavía honrar su auténtica y mágica sonrisa, para ahorrarles tiempo de lectura en vano, creo que para lograrlo solo sería efectivo compararla, si acaso fuera posible que algo tan auténtico tuviera comparación.

Ella, pacífica pero rebelde, es tan libre como quizás lo sea el viento,… atrevidamente transparente, quiere ser agua para poder ser rio, para después ser mar, y después nube en el cielo y después lluvia, lluvia que amainará abriendo sus alas frente al Sol para convertirse en Arcoíris hacedora de esperanzas… así, así Amanda sueña desde sus propias fantasías, que se hace grande.

Amanda es como todas las mujeres pero diferente, su habitación privada con reglas desordenadas es fiel confidente, la almohada blanca muy callada, recuerda cosas entre tantas madrugadas, cuando su dueña llegó descalza, sin abrigo, casi sin garras, desgastadas en titánicas batallas,…. las paredes también saben que dentro de otras oscuridades, ganara o perdiera regresaba siempre con el alma intacta, sin que más que ese, otro detalle le importara.

Criticarla desde la maldad siempre fue difícil para los que dominados por la envidia sobreviven a su alrededor, no, no me mal interpreten todavía, no digo que ella los mata, tampoco porque contrata a un sicario que lo haga, simplemente es porque mueren solos, virtualmente (aclaro), perecen abatidos por la actitud indiferente con que Amanda les responde, pues ignorarlos los mata… después, después Amanda continúa andares en su moto blanca, que la transporta siempre a los lugares buenos y a otros que no lo son tanto.

Es cubana 100%, vive en la Habana dentro del grupo de los que caminan de frente, aun cuando le interponen muros cada vez más altos construidos con materia prima norteña.

Hace poco tiempo confesó,… que todavía no es hora de viajar al noroeste para descubrir a Europa, porque aun diseña tres Carabelas nuevas, mientras espera mejor contexto para devolverles la religión ajena que en América impusieron y aclarar detalles especiales que definan, si fueron ellos a nosotros, o nosotros quienes los descubrimos a ellos.

Dicen que salud, dinero y amor es demasiado pedir y que de los tres, el último punto es más difícil obtener cuando se tienen los dos primeros, en el caso de la protagonista de mi cuento esto parece cumplirse, al menos hasta ahora, porque “La mía” no le ha ido nada bien en esos menesteres.

A veces se me ocurre escribir un anuncio más o menos así: Se busca para una amiga, un hombre joven 99% perfecto, para una chica 99.99…. se escuchan proposiciones…. pero aún no me decido porque sospecho que no abundan solteros con porcentajes tan altos, al menos sobre la tierra, o sea, que así como el que ella merece, vendría bien un príncipe azul convertido en Angelito del cielo,…. la mala noticia es que esas cosas con alas no existen.

A la moto de Amanda le dicen “El huevito blanco”, porque es una de esa tipo triciclo cerrado y ovalado como las posturas de gallina. Con apenas el mínimo de carga eléctrica, la batería cansada de repetir advertencias de últimas fuerzas, decidió despedirse de la madrugada con un último suspiro, la moto eléctrica se detuvo en medio de la calzada,… aunque el síncope no fue humano cardíaco- respiratorio, trajo en Amanda similar reacción.

A la nave blanca no le quedó otra alternativa que obedecer y rodar a empujones loma abajo, mientras resonó estrepitosamente una palabrota muy cotidiana en Cuba… ¡”Pin..”!, bueno…. es lo que comúnmente se dice en estos casos de contrariedad o genio, ¡ha! y mientras más alto se grita, más grande es…. me refiero a la contrariedad, no a lo otro.

Nota aclaratoria: Alguien importante y famoso en el mundo de la literatura dijo que malas palabras eran, por ejemplo, Guerra, Hambre, Odio, Violencia, etc., o sea que como no he escrito aquí ninguna de esas, todas las que escribí hasta ahora, son “buenas palabras”.

Aun liderando la noche, tomó un descanso bajo la luz de una de las escasas luces del alumbrado público que aún quedan vivas en las avenidas de la Habana, aunque en las arterias principales todavía se cumple aquello de…. “Hágase la luz”, no precisamente auspiciado por alguna especie de Dios, sino más bien subsidiado por el estado cubano que pone empeño en priorizar lo más importante de la ciudad con lo poquito que todavía escapa del terrible bloqueo estadounidense.

El caso es que, justamente bajo la luz de aquel “Farol”, en plena madrugada, lloviznando, en zona inhóspita y sin que una gota de cobertura se asomara al teléfono celular, quedó expuesta a la suerte.

Justamente frente a ella, del otro lado de la calzada, entre la arboleda oscura que serviría de testigo para cualquier cosa, asechaba callado un maldito y desgraciado asaltante, dispuesto a joder la vida a cualquiera,…alto, fuerte, vestido de negro, rostro cubierto y bastante alcohol en sangre, uno de esos que a la luz del sol caminan inadvertidos fingiendo ser humano normal, una de esas Hienas que llevan el resguardo en la cartera y un puñal en la mano.

Lo que sucedió después exactamente, nadie lo sabrá, ni falta que nos hace, más bien lo importante es saber, que Amanda está con todos nosotros, muy bien, cooperando a la prosperidad, llena de esperanzas y buena voluntad para disfrutar la vida feliz y en paz.

La maldad no puede vencer a la inteligencia, a la honradez, a la razón, porque ante cada Goliat se impondrá un David.

Fin.

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