Siendo solo un amor pasajero, austero, justiciero,

Me caló.

Me llenó de lluvia todo mi ser:

 Fiero, pendenciero, incrédulo y receloso..

Y yo me fui corriendo,

Con tacones de aguja

Que se incrustaban en los adoquines…

Y tú, queriendo ser brisa, de repente esa brisa,

Suave.

Queriendo ser calma y tempestad a la vez.

Para embriagarme

Y hacerme frenar.

Solo desespero por no poder verte

Y decirte unas palabras,

Para que te llegue, sin confusión,

Como un atisbo de luz:

¡Que mi miedo no dejará que te vayas

Ni que te llegue mi olvido!

Solo dos rostros se reconocen:

En la mirada, en el sentir disparatado.

En la flecha que los une y los acerca.

En lo desbaratado de su corazón

En el reloj marcando con fuerza las 22:22..

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS