En mis recuerdos.

En los momentos que no estás a mi lado y me encuentro en completa soledad aún en presencia de otras personas. 

Empiezo a recordar el primer día que nos conocimos la primera vez que tomé tu mano la primera vez que cuide de ti. 

Jamás imaginé que aquella niña se convertiría en una de las personas más importantes en mi vida que llegarías de una manera tan repentina a enamorarme con tu mirada y tu sonrisa. 

Sé que somos piezas de rompecabezas muy distintas y que muchas veces nuestras esquinas no encajan muy bien, pero sé que buscando el lado adecuado podremos ser un gran complemento. 

Cada día que pasa me enamoro más de tu mirada. 

El simple hecho de verte me arranca millones de sonrisas, y revives los recuerdos grabados en piedra de aquellos que no se olvidan nunca.

Quiero ser aquel que pueda tomar tu mano cada día y sostenerla con una firmeza incomparable Quiero amarte cada día como si fuera el último. 

Me entregaré a ti en cuerpo y alma y siempre ten presente que de nada me sirve la gloria si no la comparto

contigo.