«En el manto del susurro se esconde tu abrigo. Soy ese niño perdido que encuentra el vacío. Para nadie ha sido una forma exacta. Me embriago, básicamente, cuando tú atas mis manos a tu vestido, embrujándome los sentidos. Soy aquel que cae a tus labios, brota en tu boca, renace en tu paladar, se esconde en tu lengua y nace al hablar.»

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