Montaña rusa de emociones turbulentas,

Difícilmente de frenar,

Cicatrices en el brazo y en el alma,

Vacío interno que nunca se llena,

Inestabilidad en cada latido,

Un abismo entre la calma y el caos.


Me miro al espejo y no me reconozco,

Me quiebro y me fragmento,

Relaciones idealizadas e inestables.

Tristeza y nostalgia,

Odio y remordimiento,

Amor y obsesión,

Cara de una misma moneda.


Estoy en el medio de un campo minado,

Donde cada mina es una emoción peligrosa.

La impulsividad me domina,

Un cuchillo me acaricia.

Me cosifico y lo disfruto,

Como un acto de autocompasión y rechazo.


Gritos desgarradores y llantos interminables

Son el eco de una mente en ruinas,

Buscando sentido en el caos.


Madre golpeadora y padre ausente,

Producto de traumas y adicciones,

Niño miedoso y acomplejado.

Resultado de abusos y negligencias

Por las noches, la muerte me visita y me asusta,

La evado y me escapo,

Buscando refugio en un sueño incierto.


La felicidad y la euforia también existen.

No todo es dolor y oscuridad,

Hay momentos de claridad,

Encuentro belleza en lo simple:

En un abrazo sincero o una risa compartida.

La vida también puede ser un lienzo de disfrute.

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