El Aprendiz Del Señor De Los Viejos Tiempo En
“CAPOTEY”

Una porción de tierra Argentina ubicado en la zona fronteriza entre la República Argentina y la República del Paraguay. Fue llamado antiguamente Fortín «fotheringham» hoy día lleva el nombre de Clorinda.
Medio siglo antes de ser fundada, estuvo poblado por personas oriundas del Paraguay que ´pasaban a la jurisdicción de Fortín, fotheringham por tierra paraguaya de don Francisco Ocampo.
Aquellos bandeaba el río » Pilcomayo «por un puente que estaba en la propiedad del mismo.
Aquel puente fue bautizado con el nombre de Elsa (hija del señor Ocampo) y mucho más tarde fue conocido como “Puerto Elsa”
Al ser limitado el territorio Argentino. El gobierno de Julio Argentino Roca llamó a licitación para urbanizar el lugar.
Allí, en “fortín fotheringham”, la concesión favoreció al señor Manfredi de Hertelendy.
Así Nació la ciudad de Clorinda. El día 3 de julio de 1912 y pasó a ser propiedad de la familia Hertelendy 80.000 hectáreas de lo que era “fortín fotheringham”.
En su esencia Clorinda constituyó un centro fronterizo, donde llegaban los inmigrantes del Paraguay; quienes se apearon de los sulqui y diligencias, en un pequeño lugar de parada dentro del poblado.
Las construcciones de aquella época eran de palma y adobe con techo de chapa y caída hacia el norte, la que estaba rodeada de selváticos montes.
El lugar constituía una primera escala para los que viajaban hasta la Gobernación del viejo Chaco.
Más aquellas viejas chozas, también funcionaban como almacenes y otros como aposentos.
Los propietarios de aquellas moradas, rentaban o alquilaban dichos habitáculos a los viajeros cansados que llegaban hasta el poblado de Clorinda para cambiar caballos y surtirse de (Provistas). Mercaderías.
También en el pueblo de Clorinda había bares y todos los necesarios para comerciar, con los viajeros arribeños, que pasaban por el lugar.
Con el tiempo. En aquel lugar, se reunirían multitud de comerciantes.
Algunos organizaron venta de comida y otras ventas de animales de granjas como gallina, cabra, oveja y chancha. Otros se dedicaron a las mercerías herrería y ferretería, con venta de hacha cierra y arados.
También así nació lo que hoy en día se llamaría Mercado de Clorinda, lo más tarde sería denominado Mercado Municipal
A medida que fue pasando el tiempo
Vinieron más familias que construyeron sus casas y negocios alrededor del Mercado Municipal, Gracias al cual la población se fue ensanchando.
Entre aquellos nuevos vecinos había obrajeros y campesinos que trabajaban en los montes, también algunos que otros dueños de ganados.
En aquel antiguo mercado de comercio, se organizaban grandes tertulias y fiestas santorales, con la participación de músicos que ejecutaban arpas, guitarras y acordeones y no faltaban la sortija la costumbre popular de carrera de caballos cuyos jinetes en carrera debían ensartar un aro o argolla colgada en una cruceta de palo.
Esta fiesta tenía lugar en los aniversarios patrios como el 9 de julio y el 25 de mayo.
Mientras que para los niños se organizaba carreras en bolsas o carrera de sacos, Juego tradicional al que los niños han jugado desde hace varios siglos.
(Según parece, esta actividad podría datar del siglo XVII)
Como el pueblo de Clorinda estaba conformado en su mayoría por hombres obrajeros, vinieron desde el Paraguay grupos de mujeres, con lo cual se ensanchó aún más el pueblo de Clorinda.
23 años después de la fundación de Clorinda, exploto la guerra entre Bolivia y el Paraguay, la denominada guerra del Chaco, librado entre el 9 de septiembre de 1932 y el 12 de junio de 1935 por el control del Chaco Boreal.
Sobrevino así la guerra del Chaco. Convirtiéndose el cielo y el espacio aéreo de Clorinda en centro de batalla entre aviones paraguayos y bolivianos.
“Relato de la época”
Siendo una esplendorosa mañana, hora aproximada las diez, se visualizan y enfrentan un avión boliviano y otro paraguayo cerca de la zona del mercado fronterizo.
El capitán boliviano tenía la misión de detectar y destruir la artillería paraguaya del Fortín Nanawa (Puerto Elsa)
Sin embargo, fracasó en aquella misión, porque era casi imposible detectar las posiciones de fuego paraguayo que habían sido bien camuflando en los densos matorrales y viñales de la región.
Aquel capitán boliviano volaba en un avión biplano vickers, vistiendo su tradicional casco de piloto. Protector visual y bufanda blanca y celeste y su típico capote sobre el uniforme de color verde mate.
El capitán piloto paraguayo, volaba un biplano Potez 25 A-2, usaba bufandas rojas y azules
Se visualizaron en el espacio aéreo y se retaron a duelo de muerte, disparándose metrallas de guerra
No faltaron las destrezas y ataques de embestidos tirabuzones y planeos boca abajo con piruetas en el espacio.
El arma utilizada por el piloto boliviano fue una metralla de guerra llamada catalina Vickers, que desde su avión manejaba con destreza.
Aquel piloto boliviano, con la mano derecha, dirigía la consola de mando del avión y con la mano izquierda ametralla al enemigo, cada vez que se cruzaban en el espacio
Entre aquella escaramuza en el espacio, el piloto del avión Paraguayo subió desde el oriente, encontrándose frente a frente con el piloto boliviano.
Y desde su avión le roció con un lanzallamas flammenwerfer m. 16 sobre el motor, el cual automáticamente prendió en llamas, todo el frente del motor.
Poco segundo después, aquel avión boliviano cae derribado, despidiéndose fuego y humo hacia el vacío. Con vertiginosa carrera en descenso entre los montes y viñales. Cerca del mercado fronterizo.
El piloto boliviano aunque no murió en aquella caída sufrió graves y múltiples quemaduras, quien desesperadamente se había arrojado del avión sobre los pastos y espartillos rodando con el cuerpo, tratando de apagar el fuego del uniforme. Entretanto el avión fue sumido en llamas en el incendio. Y la aeronave quedó calcinado.
Año 1935 culminó la guerra del chaco boreal entre Paraguay y Bolivia.
Aquel capitán boliviano que había sido derribado dormía en el viejo avión quemado, cuidando que nadie merodee el sitio. Solo se acercaba a la gente del lugar o de aquel mercado, por la necesidad biológica de alimentarse.
A pesar de que la guerra ya había terminado, el seguía vestido con su viejo uniforme y el tradicional capote, que nunca se sacaba. Quizás porque él había sufrido terribles quemaduras en el cuerpo
También había perdido el habla, porque en el forzoso descenso del avión en llamas. Al ser derribado se había mordido la lengua, mutilandose con los dientes al tocar tierra.
Las gentes del pueblo de Clorinda le bautizaron con un mote.
Lo llamaban “Capotey”.
Por mucho tiempo aquel avión de guerra quemado estuvo a 40 metros del mercado municipal, en la parte oeste del mismo.
Con el tiempo en esa parte se construyó la cancha Deportivo Clorinda y vino comitiva de la República del Paraguay para llevar la aeronave e intercambiarla por otro avión secuestrado de origen paraguayo, que estaba en poder de los bolivianos.
El tiempo continuó lentamente la marcha.
Diariamente en aquel mercado, se aglomeraba de gente trabajadora como carretilleros que transportaban mercaderías, sulqui tirados por caballos, autos, escarabajos que actuaban como taxi y aparcero sobre lomo de caballo.
Estas imágenes, rellenaban la estampa de la antigua Clorinda del ayer.
Luego de que fue llevado aquel avión boliviano por el Ministerio de guerra del Paraguay. Capotey eligió un frondoso árbol del lugar para vivir.
En su soledad, se permitía recordar su época de militar en el ejército boliviano.
En su rato de ocio se estrenaba con un palo de escoba Íngrima y ejercitaba unos pasos de desfile.
Cuando se acercaba al mercado municipal, era atendido por alguna alma caritativa, quien le brindaba un poco de alimentos que Capotey pagaba ayudando a sus hijos con las tareas escolares de geometría y matemática.
Así fue cosechando reconocimiento entre la juventud de Clorinda.
En momento de descanso, con lápiz y papel, explicaba su historia. Dibujando
imágenes.
En sus dibujos refleja
Un avión boliviano y a un piloto, que habia sido derribado. Se le observaba malherido y tirado en aquel lugar.
Perdió asi el habla al morderse la lengua, mientras el avión tocaba tierra.
Los estudiantes hijos de la gente del pueblo de Clorinda. Le atribuyen poderes espirituales, después de muerto.
Aquellos jóvenes dejan notas y ofrendas de agradecimientos con velas encendidas en su tumba.
Según ellos los pedidos a capote y, les habia ayudado a pasar de curso en sus estudios.
El cuerpo de Capotey descansa en el viejo
Cementerio de la Piedad de Clorinda. Lado oeste del lugar.
Alli se levanta una cruz que no especifica nombre real, tampoco fecha de nacimiento. Ni día de muerte. Solamente un gran letrero con el mote de.
Capotey.
FIN
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