Mi alma enjaulada

Todo comenzó cuando me sentía enjaulada en mi propia casa, hace años de eso, desde entonces me sentía mustia sin vida, dejando pasar los días por dejarlos pasar, sin mucho humor por nada, luchando contra viento y marea por encontrar un camino a donde ir, una salida o respuesta ante la soledad que se avecinaba en mi Interior, eso sentía cuando vine de mi viaje a Irlanda, mi país de nunca jamás, donde fui yo misma durante 12 meses, viviendo mi vida a tope, de fiestas, aprendizaje y buenos momentos, hay se despertó una pesadilla que poco a poco cobro sentido que más tarde tuve que tratar, pero a la vez fui yo misma feliz.
Cuando tuve que volver, que volví por voluntad propia fue lo peor que pude hacer, porque me convertí en una sonámbula andante, sin vida, sin ganas de nada, no digo que no quisiera volver, nadie me impedía quedarme en mi ciudad encantada, solo fui yo volviendo a pensar en los demás antes que en mi,solo sobrevivía porque era una luchadora nata, siempre fui así, con ganas de superarme, pero nunca imaginé convivir con esta soledad en mi interior, una soledad que iba creciendo a medida que pasaba los años.
Esta soledad me hacía sentirme inferior a los demás, muy poca cosa, sin vida, siempre haciendo lo que los demás esperaban de mí sin escucharme, era triste mirarme al espejo y no ver mi rostro,solo me veia sin ver, porque tenía que peinarme, pero nada más.
Siempre fui consciente de ella pero nunca sabía porque, tenia un novio el cual nunca supo de esto porque lo protegía de esos demonios de mi interior, siempre sintiendo celos de el no a mal, pero porque superaba sus metas y yo no ponía voluntad, solo  estábamos por estar o eso sentía a veces, el con su hobbit del ordenador, yo con mi Hobbit de la cachimba, asi iba consumiendo una parte de mi interior, porque no nutrimos nuestra relación no lo culpo por lo que me pasaba, era yo misma quien creo una venda en los ojos tan grande que ni me dejaba ver mi realidad, esa era una parte de toda mi tristeza ,no consegir estar bien con el amor de mi vida, mi hombre,pero no toda, no todo era mi relación, era mi entorno, mi trabajo, toda esas cargas en mis hombros que no me dejaban respirar,que poco a poco iba cogiendo forma a medida que pasaban los años y los días, esa carga hacia que me callara las cosas, que no dijera nada malo porque no está bien, que no me expresará cuando algo me dolía o algo no me gustaba,hasta que una noche, tumbada en el sofá me fui cayendo en lo más profundo del pozo sin saber cómo salir de hay, esa fue mi primera crisis real antes de mi gran explosión, nunca supe que hizo que mi mano saliera dispara sin saber cómo hacía el teléfono, donde mas tarde me vi sin fuerzas hablar con alguien que me ayudara.
Esas personas hicieron de mi una mujer, con posibilidades para poder crecer, me escuchaban, me aconsejaban, me ayudaron hacer yo, algo difícil pero cierto, empecé a recuperar mi color ,mis ganas de vivir, pero a medida que pasaba el tiempo se convirtieron en mi peor pesadilla, me alejaron de todo novio, familia, amigas,solo vivía para verlos a ellos como una segunda familia. Ellos me enseñaron a ver cuanto había cayado, cuanto había consumido mis energías en cosas sin sentido sin pensar en mi. O eso me decían.
Cuanto me había sentido como un pájaro enjaulado y yo misma lo permití. Según ellos yo no tenía nada, era fruto de mi entorno que eran egoístas.
No hagáis lo que yo no escuche mi interior,mi alma, esa que nos habla desde nuestro Interior y nos grita cuanto necesitaba una puerta hacia la libertad.
Escucharla porque siempre nos dice que necesitamos en cada momento.

Yo  me dejé guiar por esta secta llamemos la X.

Y no supe reaccionar, hasta que me pusieron la zancadilla y me hicieron ver la realidad.

Que ellos eran una secta de personas que trataban a la gente y los aislaban del mundo.

No eran terapeutas, eran sacadores de dinero a personas más débiles que no podían lidiar con sus demonios.