Con sus calles y diáfanas iglesias

hasta ti llegan mis manos ambiciosas

húmedas plazas últimos cielos bellas bestias

llega mi mano hasta tu morada ociosa

santísima mujer bella e iluminada

mujer museo devenida en manantial

prado verde montaña proverbial

es tu cuerpo adoquinado como un ángel

lleno de templos es tu cara y un vacío

de tejas es tu sexo enamorado

majestuosas aves de la mañana son

tus pies y tus muslos artefactos

de alfareros con sus ardientes ojos

convertidos en exquisitos paladares

y el entorno voluptuoso de tus senos

un abierto corazón que busca el día

y la voz de la montaña sacudida

quedará de aquel letargo inmemorial

y habrá un amor con indecentes dioses

llegando con sus lenguas hasta ti

hasta tus húmedas calles pervertidas

como piezas de vidrio azules nubes

como pájaros intactos y tus manos

hurgando con tu lengua mi ardiente sexo

y alborotando con sus alas el dulce fango

callarán de mil formas nuestro infesto

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS