Para la que fue, “El amor de mi vida”
De: ¿?
Para: ¿?
He escuchado a lo largo de mi vida, que hay que caer para aprender; que hay que probar para saber; y hay que dejar ir, si en verdad amas; bueno, a pesar de todas las cosas que se han dicho, aun no se si sean ciertas o no, pero algo de lo que tengo certeza, es que, debo de olvidar, debo ahorcar todos estos sentimientos que me gritan en mi interior sin cesar, cada… que pienso en ella…
Ya, lo he preparado todo, esta todo listo para emprender este viaje del olvido, de, asesinar todos aquellos momentos, sensaciones y palabras que se dijeron alguna vez.
Ella, era absolutamente hermosa para mí, podría ser el amor que sentía por ella, pero cada vez que veía su figura acercarse a mi desde la distancia, hacia que se acelerará mi corazón, y con cada paso que daba hacia mí, una sonrisa se marcaba en mi semblante, pues no podía creer que saliera con una mujer como ella. Su mirada era intrépida, como ninguna otra, seria, intensa, pero coqueta, y seductora, no apta para personas con un carácter débil y tímido. Su pelo aun que parecía negro, era un hermoso color castaño obscuro, que brillaba intensamente con el sol; a veces corto, a veces largo, pero lacio y hermoso, como el fluir de la corriente más calmada; y ni hablar de su deslumbrante sonrisa, me era tan cautivadora, que no podía desperdiciar el momento perfecto para intentar hacerla reír y observarla una vez más, junto al tan característico hoyuelo que aparecía tan intrépidamente, tan curioso como tierno, pues aparecía en un solo lado de su mejilla.
Cada momento a su lado, valía días, meses y años, que pase vagando y pudriéndome en este asqueroso mundo con mi ser lleno de dudas y vacío de significado. Con cada abrazo, con cada beso que robaba de su tiernos y delicados labios, me bastaba para vivir un día más en mis pecados y mentiras, solo para poder verla de nuevo, para tenerla entre mis brazos, para escuchar su tierna y hermosa voz, que llegaba hasta mi alma.
Platicas infinitas, era lo que teníamos, cada palabra que se decía, venia con un significado para los dos, los temas fluían y fluían, con cada cosa que veíamos, con cada cosa que recordábamos, o con cada cosa que se veía a la mente por muy mensa que fuera, nos conocíamos, y entendíamos muy bien.
Una cosa que más admiraba de ella, eran sus característicos sarcasmos, era lo que mas la definía, tenia una frase, o algunas palabras para cada situación, o para algún momento en el que no le parecía algo, cosa que, a diferencia de mí, yo no hacía, no por que no pudiera, o fuera tímido, si no, porque no me parecía necesario. Pero, aun así, me era cautivador que dijera lo que pensara u opinara sin miedo, o sin vergüenza en algunos casos hahaha, si, ella se alteraba con facilidad, pero yo amaba hasta cada pequeño capricho que hacía, me parecía tierna, pero con un toque de ferocidad.
Cada gesto, cada acción, cada movimiento que hacía, me eran interesantes, me eran cautivantes, y con el tiempo, fui aprendiendo el significado que había detrás de cada uno de ellos. Y el que mas me interesaba, a la ves del que me causaba un poco de gracia, era cuando volteaba hacia un lado y se mordía la uña, pues…, sabia que estaba pensando en hacer algo un poco pervertido, y cada que pienso en ella, puedo ver exactamente ese gesto, pues eran uno de mis favoritos.
Ella… tenia una figura tan impresionante, su característico color de piel, morenita algo pálida, me era tan encantador. Sus cuello era tan cautivante, tan indefenso, me hacía querer besarlo, y deslizarme lentamente hasta sus lindas, y tiernas clavículas, las cuales destacaban mucho de su ser, cosa que me encantaba, pues junto a su cuello, y atractivo escote, hacían una armonía tan perfecta. Entonces…, así es, nunca pude reprimirme, nunca pude controlarme, una vez llegaba a sus clavículas, no podía dejar de deslizarme por su suave y deliciosa piel. Me era ya un recorrido tan familiar, pero tan especial como la primera vez.
Mis manos, mis manos encajaban tan perfectamente, mis labios se regocijaban, mi lengua…, y mi lengua, disfrutaba de tal increíble experiencia, me era casi imposible dejarla en paz, sus increíbles y sensuales pechos, despertaban en mí, una lujuria sin precedentes. Tanto, que toda mi cordura y raciocinio desaparecían por completo. Y solo mis sentidos y deseos perduraban junto a su maravilloso cuerpo. El besar, chupar y lamer su pecho, mientras lentamente deslizaba una de mis manos hacia su entrepierna, eran una de las preparaciones para todo el caos que vendría después, entre su cuerpo y el mío.
Los encantadores gemidos que intentaba ocultar mientras acariciaba e invadía su cuerpo con mi ser, me eran tan irresistibles. No hacían más que, querer dominar más, y mas de su sexy cuerpo.
Nuestra respiración se aceleraba y nuestros corazones latían con fuerza, los besos dejaban de ser hermosos y tiernos, para llenarse de lujuria y pasión.
Las noches parecían ser lentas, y nuestros deseos eternos.
Su cuerpo, su ser, me era un majar irresistible, imperdonable de corromper con mis deseos mas mundanos, mientras mas exploraba con mis manos, mas eran mis ganas tomarla y hacerla mía por hoy, por mañana, por siempre.
Y entonces, después de dichas preparaciones, cuando nuestros cuerpos, nuestros pensamientos, nuestros deseos no podían dejar de desbordarse más…
No podía parar, la suavidad de su piel, el calor en cada rincón de su cuerpo, su respiración agitada, y los gemidos que provenían de ella, eran un hechizo, eran una cadena que me envolvía y no me dejaba escapar.
Segundos, minutos, horas, el tiempo bien podría detenerse y a mí, ya no me importaba nada, mas que posicionar mis manos en su pecho, o en su cuello, o mis dedos en su boca mientras embestía su precioso cuerpo con fuerza y rudeza, a la vez que me envolvía con sus piernas, me rasguñaba la espalda y escuchaba lo tanto que a ella le encantaba. Todos nuestros gustos, preferencias, posiciones y deseos, conocíamos todo sobre nosotros, y hacíamos lo posible por satisfacer esa lujuria que corría en nuestro interior.
Ahora me doy cuenta, y creo que ella también lo sabe, no importa el tiempo que pase, no importa con quien estemos, no importa cuanto intentemos ocultarlo, no encontraremos una compatibilidad tan perfecta como la que tenemos, como la que nuestros cuerpos saben que necesitan y desean.
He pasado por tantas cosas en mi vida, tantas experiencias, decepciones y realidades, que en un mundo de mierda y mentiras, ella era mi única verdad y esperanza, pero, a pesar de todo ello; por mas que uno quiera, no se puede controlar todo ni a nadie. Las malas decisiones y los senderos que transitamos no siempre nos llevan a donde anhelamos estar.
Aun que para algunos es fácil el olvidar, para otros las noches son agonizantes y eternas.
No puedo seguir así, no puedo seguir recordando algo que no va a volver, anhelando algo que ya solo pasa por la mente de uno. Por ello, dejo estas palabras, estas frases, estos recuerdos aquí, no por que me haya rendido, si no, por que mi vida ya no puede mas con este calvario. Es hora de amar por ultima vez, y dejar ir, así que… aun que no vuelvas a escucharme decir estas palabras, déjame escribirlas aquí, y que sean una prueba de que alguna vez, hubo una persona que te amo con todo el corazón, con toda el alma, con todo lo que podía ofrecerle su pobre ser…
Te extraño…
Te amo…
Siempre te amare *******…
Y…
Adiós…
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