Cuando
el sol desciende su luz cubriendo los mundos de oscuridad, de sombras
humanas que viajan hacia sus alcobas observando como la luna se
expande dejando la colina tras ella, luciendo en el amplio cielo,
destellando el mismo océano, es entonces cuando le llega el turno a
la tejedora de sueños, todos creen que es parte de una leyenda, de
un maravilloso cuento, lo cierto es que eso son sólo habladurías
pues ella existe y tiene una labor muy importante en la vida …velar
los sueños desde el más pequeño al más anciano errante..
Ella
es diosa, entre diosas instalada en el mismo cielo va tejiendo esos
sueños ilusiones que en vida son improbables ese amor imposible
realizado ,ese pobre que se convierte en rico y ese adinerado que se
transforma en amable todo es posible mientras va tejiendo sus logros
estos que día a día eran más increíbles, nada podía oponerse a
su gran poder, hasta que cierta noche escuchó como un alma
atormentada aclamaba su desesperada ayuda. Uno de los angeles vino a
verla con la desidia de ayudar a un pobre humano algo anciano
desilusionado, huraño atormentado por ese insomnio que sufría desde
años, justo empezó cuando el destino le arrebató lo que más
amaba… su esposa. Miles de ahorros echaros a perder solo por
aquella pequeña esperanza con un triste final. Su mente no pudo
aguantar su ausencia y se secaba como una flor dentro de un libro,
recordando lo que el pasado le arrebató, consumiendo su trágica
vida. La tejedora se puso manos a la obra observando aquel peculiar
anciano, estudiando su caso día y noche sin apenas descanso pero
debía cumplir ese gran reto sino no podía considerarse digna del
prestigio que daba su nombre. Al cabo de varios días acertó de
pleno en como le podría acompañar a la ciudad de los sueños….La
noche se acoplaba de nuevo… esa habitación vacía, temida…se
postraba en ella su ojos abiertos como platos, una noche mas
sufriendo, añoraba cerrarlos pero su intento fue en vano , cada vez
se sentía más cansado, menos humano….La tejedora comenzó a hilar
su sueño, este aunque se resistía su mirada empezó a pesar como
saco de grano y sus ojos se cerraron… Se presentó en aquella cala,
el acantilado repleto de gaviotas una tarde perfecta, el agua de
aquella bahía apenas tenía movimiento alguno y su reflejo en ella
era el de un chico joven apuesto, sin duda era el en su
pasado…escuchó una voz femenina tras sus pasos enterrados en
aquellas cristalinas aguas, se volteó y cuál fue su sorpresa
avistando como se acercaba el amor de su vida, jovial, con su cabello
ondeando la brisa marina, tal como aquella vez, su primer encuentro
sexual bajo el manto de un sol que se ocultaba mientras el balanceo
de sus cuerpos se dejaban llevar en esas aguas calidas de una cala
desierta… Se amaron pudo sentirlo como si realmente el tiempo se
hubiese detenido en la magia de ese instante. Despertó alarmado por
las enfermeras que le atendían , este aún con su duermevela se
despedía de ella pero sin amargura pues le prometió que cada noche
aparecería en sus sueños y revivirian aquel amor que una cruel
enfermedad les separó. A partir de ese momento aquel ruin anciano se
transformó en la persona que siempre fue una amable, hospitalaria, y
esa sonrisa calcada en cada uno de sus despertares que valía más
que todo el oro del mundo. La tejedora orgullosa de su hazaña se
comunicó con el ángel que tanta clemencia le demandó, entonces le
ofreció su verdadero rostro ante esta que se quedó muda del
asombro, aquel ser efímero no era otro que su esposa pidiendo ayuda
para que su marido viviera sus últimos años como una persona no
cómo alguien que se abandonaba por el abatimiento de su soledad. Al
poco tiempo de aquellos lascivos encuentros entre sueños este
decidió no despertar, su cuerpo estaba demasiado cansado envidiaba
la suerte de su juventud al lado de su amor y el deseo le fue
concedido juntos para toda la eternidad.
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