El Amor que Crucificó el Pecado
JOSE EDIAZ
En el monte de olivos, el silencio se quebró,
Un hombre caminaba, su corazón de amor latió,
Era humano y Dios, en un solo ser se encontró,
Su nombre, Jesús, la luz que al mundo llegó.
Nos amó tanto, que en la cruz se entregó,
Perdonó los pecados que nadie más borró,
Con su vida, la ley del amor nos dejó,
Y en su muerte, la victoria al pecado ganó.
Nos llamó amigos, aun cuando le traicionamos,
Sus enemigos, en su pecho guardamos,
Amó hasta el final, incluso mientras moría,
Jesús, el hombre que más nos quería.
Su amor inmenso, más allá del dolor,
Nos invita a seguir su sendero de amor,
Nos enseñó a amar, a perdonar sin rencor,
Jesús, el Salvador, nuestro eterno Redentor.
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