Entre las nubes y el cielo recorro un espacio de delirio en el que me desvelo. Donde se guardan tres canciones para mi alma y una sinfónica para vos. Tengo en mis recuerdos el olvido y desde tu ausencia me he convertido en un inerte sin razón.
Una cosa es imaginarte, algo más sublime sería tenerte. Quien te ha deseado como yo jamás hubiese imaginado en no arriesgarse. Nadie pensaría en lo que puede perderse, si se tratase de intentar ganarte. Cualquier persona perdería la razón por vos, al menos eso me ilustra el arte radiante que guarda tu corazón. Toda sensatez se transformaría al instante en demencia y el fuego del alma en un ardor. Por eso estoy loco por vos, porque es la única forma de ser libre de ti.
Es tu eterna capacidad de ahogarme en un suspiro cada vez que sonríes. Es tu presencia disparatada y aquellas simples locuras sensatas que desploman mis argumentos poco sólidos cada vez que tus ojos se clavan en los míos. Es tu alma, tus silencios, tus palabras y mis deseos. Son tus ganas, tus reflejos, mi inconsciente y comienza todo de nuevo. Cada instante, cada segundo, más me enamoro, más me pierdo.
Ya no se trata de desearte, bajo el costo elevado de mi voluntad, estoy comenzando a necesitarte.
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