Una tarde de otoño te siento,
como el último suspiro de una hoja seca al caer,
que nunca muere solo se desvanece para renacer.
Así te quiero en cada beso, en cada sonrisa,
en cada caricia, que no culmina en el tiempo
solo renace para permanecer.
Una gota de la brisa cae sobre las hojas de invierno,
la llave del cerrojo no ha vuelto a girar,
una marea verde llena la vista tras la ventana, nuevas hojas
nuevos rostros, nuevas miradas,
las hojas volverán a secar y volverán a caer,
y yo aún te siento y aún te quiero como el primer otoño
como el primer invierno, como fugas es el tiempo,
tu esencia en mi mente como las hojas, siempre renacen,
siempre permanecen.
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