En la obra «Los Cachorros», Mario Vargas Llosa (1967), explora diversas complejidades de la adolescencia y la transición a la vida adulta en Lima, Perú. A través de la historia de Cuellar y su grupo de amigos, Vargas Llosa aborda temas como la presión social, la búsqueda de identidad y la fragilidad emocional utilizando diálogos ricos en figuras literarias.

Lalo y Cuéllar se estaban bañando: guau guau guau guau.
Choto, Chingolo y Mañuco saltaron por las ventanas, Lalo chilló, se escapó. Mira, hermano, alcanzó a cerrar la puertecita de la ducha en el hocico mismo del danés. Ahí, encogido, entre losetas blancas, azulejos y chorritos de agua, temblando, oyó los ladridos de Judas, el llanto de Cuéllar, sus gritos, y oyó aullidos, saltos, choques, resbalones y después sólo ladridos. Un montón de tiempo después, les juro (pero cuánto, decía Chingolo, ¿dos minutos? – más, hermano, y Choto ¿cinco? – más, mucho más), el vozarrón del Hermano Lucio, las lisuras de Leoncio ¿en español, Lalo? – sí….

En «Los cachorros» de Mario Vargas Llosa, se describe un momento crucial cuando Judas ataca a Cuéllar en el baño del internado, generando caos y miedo entre niños y adultos. Este evento es fundamental en la vida de Cuéllar y sus amigos, ya que afecta profundamente sus relaciones y su crecimiento personal. A través de este incidente, la obra aborda la vulnerabilidad, la masculinidad y el impacto de los traumas infantiles. «Los cachorros» se destaca como un ejemplo de narrativa eficaz y de alta calidad literaria, debido a su capacidad para transmitir emociones intensas y su relevancia en el contexto de la novela, así como en un marco más amplio de análisis literario. Vargas Llosa evoca miedo, solidaridad y valores morales mientras los personajes enfrentan el peligro. Además, la experiencia de los niños en el internado religioso permite explorar temas como la autoridad, el trauma infantil y la fe. De esta manera, los lectores pueden relacionarse con las emociones y situaciones presentadas, reflexionando sobre sus propias experiencias y creencias, lo que enriquece aún más la conexión con la obra y su análisis.

Pero paso algo: Cuellar comenzó a hacer locuras para llamar la atención. Lo festejaban y le seguíamos la cuerda, ¿a qué me robo el carro del viejo y nos íbamos a dar curvas en la Costanera, ¿muchachos?, ¿a qué no, hermano?, y el sacaba el Chevrolet de su papá y se iban a la Costanera: ¿a qué bato el récord de Boby Lozano?, ¿a qué no, hermano? , y el vssst por el Malecón, vssst, desde Benavides hasta la Quebrada, vssssst, en dos minutos cincuenta, ¿lo batí?, si, y Mañuco se persigno, lo batiste, y tú que miedo tuviste, rosqueton ¿A que nos invitaba al ‘Oh, Que Bueno’, nos atragantábamos de hamburguesas y de milkshakes, partían uno por uno y desde la Iglesia del Santa María veíamos a Cuellar hacerle un quite al mozo y escapar. ¿Qué les dije?, ¿A que me vuelo todos los vidrios de esa casa con la escopeta de perdigones de mi viejo?, ¿a qué no, Pichulita?, y él se los volaba. Se hacia el loco para impresionar…

Se evidencia cómo Cuéllar busca constantemente llamar la atención y ganar reconocimiento entre sus amigos a través de actos temerarios, Según Alvares (2010), ¨La primera crisis del protagonista se produce cuando sus amigos empiezan a enamorarse. Él no acepta esto bien y comienza a hacer más locuras¨(s/p). Tales como robar el carro de su padre y desafiar récords de velocidad en la carretera. Estas acciones rebeldes, además de impresionar a sus amigos y desafiar la autoridad, muestran su audacia al evadir situaciones complicadas, como escapar sin pagar en un restaurante. De hecho, se sugiere que estas acciones son una forma de desafiar la cautela de otros miembros del grupo, especialmente de Lalo, y afirmar su propia valentía. A lo largo de la narración, el lenguaje coloquial y las frases cortas capturan la energía y la impulsividad juvenil de Cuéllar y sus amigos. Las descripciones vívidas y las onomatopeyas no solo transmiten la emoción de sus travesuras, sino que también la narración en primera persona y los diálogos logran que el lector se sienta parte del grupo. En este contexto, la búsqueda desesperada de Cuéllar por la validación de sus amigos revela su lucha interna por el reconocimiento, haciendo que el texto sea auténtico y dinámico, y añadiendo profundidad a su personaje. Además, en los colegios es muy común enfrentarse a problemas similares, donde, si no realizas acciones radicales o locas, puedes ser excluido del grupo.

«Cuéllar la vio y, por un tiempo al menos, cambió. De la noche a la mañana dejó de hacer locuras y de andar en mangas de camisa, el pantalón chorreado y la peluca revuelta. Empezó a ponerse corbata y saco, a peinarse con montaños a lo Elvis Presley y a lustrarse los zapatos: ¿Qué te pasa, Pichulita, estás que no se te reconoce, tranquilo chino? Y él, nada, de buen humor, no me pasa nada, había que cuidar un poco la pinta ¿no? soplando, sobándose las uñas, parecía el de antes. ¡Qué alegrón, hermano!, le decíamos, ¡qué revolución verte así! No será que Y él, como una melcocha, a lo mejor, ¿Teresita?, de repente pues, ¿le gustaba?, puede que sí, como un chicle, puede que sí. De nuevo se volvió sociable, casi tanto como de chiquito.

Se presenta un cambio drástico en la personalidad de Cuéllar cuando experimenta un amorío. Este romance no solo transforma su comportamiento, haciéndolo más pensante y cuerdo en sus acciones, sino que también revela una dependencia emocional que, en este caso, no lo perjudica. Definitivamente, este cambio es significativo, ya que Cuéllar, quien anteriormente buscaba llamar la atención a través de actos temerarios, ahora muestra una madurez y una reflexión más profundas. Si bien enamorarse es una experiencia común, en la actualidad es difícil encontrar una pareja que no solo complemente, sino que también contribuya al crecimiento mutuo. Hombres y mujeres buscan reciprocidad en sus relaciones, alguien que les ayude a progresar tanto como pareja como individuos. Esta búsqueda de algo más duradero y significativo es esencial en el desarrollo emocional de cualquier persona. ¿Y tú, prefieres algo pasajero o algo duradero?

Pero a las pocas semanas tuvo su primer accidente grave, haciendo el paso de la muerte -las manos amarradas al volante, los ojos vendados- en la Avenida Angamos. Y el segundo, tres meses después, la noche que le dábamos la despedida de soltero a Lalo.

En «Los cachorros» de Mario Vargas Llosa, el fragmento revela las trágicas consecuencias de la imprudencia y la búsqueda constante de emociones extremas por parte de Cuéllar. Su primer accidente grave, ocurrido al realizar una maniobra peligrosa como «el paso de la muerte,» ilustra su temeridad y la falta de consideración por su propia seguridad. El segundo accidente, durante la despedida de soltero de Lalo, sugiere cómo su estilo de vida arriesgado afecta no solo su propia vida, sino también la de quienes lo rodean. Las acciones irresponsables de Cuéllar reflejan su escaso interés por la vida y un desprecio por su bienestar y el de los demás. Sin embargo, es fundamental reconocer que la vida es un majestuoso regalo del universo, y cada ser vivo tiene la libertad de decidir qué hacer con ella. A pesar de esta libertad, muchas personas enfrentan condiciones difíciles, como enfermedades, lo que hace que vivir sea tanto complejo como fantástico.

CONCLUCION:

En «Los Cachorros,» Mario Vargas Llosa explora la adolescencia y el paso a la adultez a través de Cuéllar, cuyo comportamiento arriesgado y búsqueda de identidad muestran la fragilidad y los desafíos emocionales de los jóvenes. La historia, llena de detalles y emociones, destaca cómo las experiencias y relaciones tempranas forman la personalidad y el destino de las personas, permitiendo a los lectores reflexionar sobre sus propias vivencias y valores.

Referencias:

maarhy . (2016). Los cachorros.
España: Comentario.

: https://www.lecturalia.com/libro/503/los-cachorros

Henry. (2017). Los cachorros.
Opinion y Comentario.

https://www.alibrate.com/libro/los-cachorros/59872ea6cba2bce50c1e20ea

VM93. (30 de marzo de 2013). Lectoralía.
Obtenido de Comentarios y opiniones de los cachorros: https://www.lecturalia.com/libro/503/los-cachorros

Ana Alvares. (2010). Libro de literatura:https://biblioagra.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/11/resec3b1as-de-los-cachorros.pdf

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