Los Inocentes: Una mirada a la realidad

Los Inocentes: Una mirada a la realidad

Danna Flores

11/07/2024

Los inocentes: Una mirada a la realidad


El realismo mágico irrumpió en el panorama de la narrativa gracias al genio creador de Oswaldo Reynoso. En esta obra, Reynoso crea una trama cautivadora que explora las complejidades de la condición humana a través de personajes inolvidables y escenarios que oscilan entre lo real y lo fantástico. Al igual que Gabriel García Márquez hizo con Macondo en «Cien años de soledad», Reynoso crea un universo literario vibrante y evocador. En la obra, nos sumergimos en un mundo donde los sueños y las leyendas coexisten con las duras realidades sociales y políticas de su tiempo, convirtiéndose en un testamento del poder transformador de la literatura latinoamericana, explorando temas universales como la identidad, la memoria histórica y la búsqueda de significado en un contexto de conflicto y cambio. Aquella obra es Los Inocentes, y su autor se llama Oswaldo Reynoso.

Escritor peruano cuya pluma trazó un camino profundo en la literatura latinoamericana. La obra sería publicada en 1961. Sin embargo, a los 24, Reynoso ya había publicado su primer libro, “Luzbel”, en el que escribió líneas como: “El pecado hace del cuerpo un fruto oloroso”. Pero sería con “Los inocentes” que alcanzaría una temprana consagración.

La obra narra la historia de un grupo de jóvenes marginales en la Lima de los años 50, quienes luchan por encontrar sentido y esperanza en medio de la desolación urbana. Reynoso utiliza la ciudad como un escenario vivo que respira desigualdad y desesperanza, mientras que las acciones de los protagonistas se entrelazan con eventos históricos y sociales que moldean sus destinos de manera trágica e inevitable.

Incluso nos presenta a una serie de personajes que se encuentran al margen de la sociedad actual. A través de sus relatos, presenciamos los abusos físicos y emocionales que enfrentan, así como sus esfuerzos por encontrar una salida a sus circunstancias. Entre los protagonistas destacan el Chato, un joven delincuente: líder del grupo; el Poeta, quien busca redimirse a través de la poesía; y el Ciego, un personaje misterioso con secretos. A medida que avanza la obra, nos adentramos en la vida de estos personajes y descubrimos cómo sus caminos se enlazan de manera sorprendente.

La historia esta centrada en el eje de la violencia en la sociedad peruana y sus posibles consecuencias. En efecto, en la obra se menciona: «Siempre he sido un tonto. Siempre he querido ser hombre. Pero siempre he fracasado. Tengo miedo de ser cobarde. A los soldados no sé dónde lo he leído, antes de la batalla les dan pisco con pólvora para que sean valientes. En lugar de pólvora, que no puedo conseguir, como fósforos y sigo siendo cobarde, sin embargo. Si uno quiere tener amigos y gilas hay que ser valiente, pendejo.” (Reynoso, 1961). El fragmento refleja la lucha interna del narrador contra la inseguridad y la cobardía. Se siente atrapado en un ciclo de autodesprecio y frustración, sin encontrar la manera de liberarse y alcanzar la vida que desea. Revelando una profunda sensación de autoincriminación y desesperación por parte del hablante. Se presenta como alguien que se considera un fracasado, incapaz de alcanzar sus aspiraciones de masculinidad y valentía. Se muestra preocupado por su propia cobardía y desesperado por encontrar una forma de superarla, incluso considerando métodos poco convencionales como consumir fósforos. Como se cita en la Biblia «Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21:8). Además, el hablante parece creer firmemente en la conexión entre la valentía y la capacidad para hacer amigos y ganarse el respeto de los demás, lo que sugiere una profunda necesidad de aprobación y validación social.

También, se menciona en la obra el siguiente fragmento:

” Es una vaina venir venir por estas calles. Uno siempre se ha de encontrar con locas. Que lo miran. Que lo siguen. Que le hablan. Que le ofrecen hasta el cielo. Y, ¿por qué siempre tienen que mirarme? Mi cara tiene la culpa. Si: cara de Ángel. Cuando gano plata en el billar mi vieja cree que yo estoy con uno de esos y, sin averiguar nada, me pega. Hoy me ha pegado. No me quiere. Para ella debo ser ensarte, triple ensarte” (Reynoso, 1961). Podemos interpretar del fragmento que «cara de Ángel´´ se siente fastidiado por el acoso constante que tiene por las mujeres de las calles por el simple hecho de tener un rostro que demuestra inocencia, también ingenuidad ya que al ir a lugares en donde moran gente de la mala vida aun así sin compartir la misma costumbre de ellos, su madre lo percute solo por estas yendo. Pero demostrando rebeldía ya que se opone dando a entender que tiene que ser más cauteloso. A mi parecer refleja mucho a la realidad en el caso de que hay adolescentes que aún sin ser mayores de edad andan en lugares que no son adecuados para ellos porque están en una edad en donde descubren como es la realidad y andar con ese tipo de personas que son de la calle, hacen que se pierdan y se vuelvan uno más del montón. Una persona se tiene que aceptar como en realidad es y no debería preocuparse por la aprobación de los demás sin que todavía uno no se haya aceptado así mismo. Aceptar que no estamos en una edad para estar acudiendo a lugares donde moran personas del mal vivir, por eso tenemos a la persona idónea que es nuestra madre, aceptar lo que nos ordene aun así sin estar de acuerdo, pero sabemos que todo lo nos diga será para nuestro bien.

Se puede sentir a personas pasando por baja autoestima y violencia en sus vidas, se puede sentir al leer cómo es que sufrieron pero como no hacerlo si pasan por momentos hostiles uno de los aspectos más impactantes de la obra es su retrato vívido y sin concesiones de la brutalidad y la injusticia que prevalecen en las calles de Lima. Reynoso no se aparta de mostrar la dura realidad de la violencia callejera, la corrupción policial y la opresión social que enfrentan los más vulnerables de la sociedad. A través de sus personajes, el autor nos obliga a confrontar las injusticias arraigadas que perpetúan el sufrimiento y la desigualdad. En «Los Inocentes» de Oswaldo Reynoso, se despliega un universo literario donde la realidad y lo fantástico convergen para explorar las profundidades de la condición humana. A través de personajes marginales y escenarios urbanos desolados, Reynoso no solo retrata la violencia y la injusticia social en la Lima de los años 50, sino que también nos invita a reflexionar sobre temas universales como la identidad, la búsqueda de sentido y la lucha contra la adversidad. Esta obra no solo es un testimonio del poder transformador de la literatura latinoamericana, sino también un llamado urgente a confrontar las injusticias que perpetúan el sufrimiento y la desigualdad en nuestras sociedades. Ahora nos preguntamos: ¿Qué revela «Los Inocentes» de Oswaldo Reynoso sobre la capacidad de la literatura para explorar las complejidades de la condición humana, desde la marginalidad urbana hasta la búsqueda de identidad y sentido en medio de la adversidad?

Referencias:

(English Standard Version Bible, 2001, Apocalipsis 21:8).

Reynoso, O. (1961). Los inocentes. Editorial Populibros Peruanos. 

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