Reseña literaria del Principito

Reseña literaria del Principito

Juan Diego

09/07/2024

En el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, Saint-Exupéry huye a Nueva York, tras la caída de Francia por la invasión alemana, en este momento de agonía y depresión, decide escribir El Principito para hacer reflexionar al mundo sobre el sentido de la vida, el amor y la amistad. También se ve reflejado parte de sus experiencias como piloto en el servicio militar de las Fuerzas Aéreas donde descubre su pasión por volar y esto jamás lo abandonaría. Otras fueron en Buenos Aires, donde se ocupó de la red de correo postal para la compañía Aeroposta. Cuando esta queda en bancarrota, decide iniciar su carrera como escritor y periodista. Tiempo después, escribe su exitosa obra El Principito.

El Principito es una obra que profundiza en su relato sobre diferentes temas a través de un viaje inmersivo al que se somete el lector. El pequeño príncipe recorre siete planetas, cada uno de ellos con un habitante particular, todos tan diferentes, pero teniendo algo en común: Están atrapados en la monotonía, como convictos de sus funciones están sumidos en este solitario y cansino círculo vicioso. Como primera instancia, se puede inferir una similitud con el ambiente laboral desgastante y aquellos que no se liberan de esas ataduras. Por otra parte, el amor y la amistad son temas recurrentes a lo largo de la historia, la relación del principito con el aviador que con el paso del tiempo se va afianzando y la inolvidable relación con su rosa que surge de algún modo, como una alegoría basada en el complicado matrimonio del autor. Ambos temas ofrecen una reflexión que profundiza en el sentimentalismo porque permitirse conectar emocionalmente con alguien desvela su verdadero ser y valor, además de dar por hecho que es importante saber apreciar las cosas desde una perspectiva más profunda y significativa. Tal cual el secreto que el zorro le confesó al principito: “Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”. (Saint-Exúpery. 1943. p 67). La obra de Saint-Exúpery es un recorrido por los recuerdos de la infancia, rememora al infante que el adulto absorto en todo lo que conlleva la adultez ha olvidado, mientras brinda lecciones, que el autor propone como filosofía de vida.

En esencia, mencionado por diferentes autores, el Principito de Saint Exúpery es una proyección de su amargo matrimonio, pues de esta manera, su obra literaria más famosa supuso una parábola inspirada a raíz de su fracaso conyugal, donde lo que más pretendía era meditar sobre sí mismo. (Peter, 2004). Este texto está escrito con la finalidad de abordar y complementar la relación de la obra El Principito y el contexto de la vida del autor porque llega a ser evidente la exploración de sus propios sentimientos, angustias e ideas que el lector finalmente comparte con fervor durante su trayecto por las páginas.

En su libro El Principito, Antoine de Saint-Exúpery muestra la filosofía de la vida y lo absurdo que puede llegar a ser a veces la vida adulta. Dejando de lado el amor y la amistad. Siendo este parte fundamental de la vida. El protagonista, quien da una perspectiva de un niño, muestra su inocencia, pero esto no quiere decir que este mal, sino que hace reflexionar a los personajes que va encontrando en su camino. En sus intentos por ser pintor, se menciona lo siguiente:

“Cuando tenía seis años vi una vez una lámina magnifica en un libro sobre el bosque virgen que se llamaba “Historias Vividas”. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. He aquí la copia del dibujo. El libro decía: “Las serpientes boas tragan sus presas enteras, sin masticarlas. Luego no pueden moverse y duermen durante los seis meses de la digestión”. Reflexioné mucho entonces sobre las aventuras de la selva y, a mi vez, logré trazar con un lápiz de color mi primer dibujo. Mi dibujo número 1. Mostré mi obra maestra a las personas grandes y les pregunté si mi dibujo les asustaba. Me contestaron: “¿Por qué habrá de asustar un sombrero?”. Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante”. (Saint-Exúpery, 1943, p 7)

En el fragmento anterior se demuestra lo complicado que puede ser a veces que todos entiendan un dibujo. En la infancia del autor se puede apreciar como esto inofensivos comentarios pueden llegar a afectar en los sueños que quiere alcanzar uno. Se pueden ver sosegados por esta situación, dado que se ve desaminado al no lograr su objetivo, y al no ser apoyado. Termina por abandonar este sueño. En el dialogo cuando le preguntan ¿Por qué habrá de asustar un sombrero? Da entender que ni siquiera se llegó a entender el dibujo y esto resulta desalentador. En un segundo intento:

“Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas grandes pudiesen comprender. Siempre necesitan explicaciones. Mi dibujo número 2. Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Así fue como, a la edad de seis años, abandoné una magnífica carrera de pintor. Estaba desalentado por el fracaso de mi dibujo número 1 y de mi dibujo número 2. Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es cansador para los niños tener que darles siempre y siempre explicaciones.” (Saint-Exúpery. 1943. p 8).

Se infiere que en un principio el autor quiso ser pintor. Sin embargo, por los comentarios de los adultos dejo esta carrera. Deja en claro que a ellos les gusta que siempre les den explicaciones. Además, de dar una perspectiva “realista” de lo que debería dedicar su tiempo. Siendo la geografía, la historia, el cálculo y la gramática las mejores alternativas.

Situaciones similares hacen pensar a uno, si lo que realiza es correcto o no, y si va a servir a largo plazo. En ese momento, cambia la perspectiva que se tiene de ver las cosas. Sin embargo, se olvida la parte esencial de la vida. Es importante reflexionar como la sociedad corrompe a uno para seguir un tipo de vida “normal”, dejando de lado la parte sencilla de la vida.

La obra, tiene la cualidad de explorar diversos temas con un trasfondo complejo de una manera dinámica. Así es como, durante el cuarto capítulo se presenta una clara crítica sobre los prejuicios a raíz de la superficialidad de una manera concisa y sencilla de receptar:

“El astrónomo había hecho una gran demostración de su descubrimiento en un Congreso Internacional de Astronomía. Pero debido a su modo de vestir, nadie le creyó. Es que las personas mayores son de esa manera”. (Saint-Exúpery. 1943. p 16).

Este fragmento de la historia retrata el rechazo colectivo que afrontan quienes no cumplen los parámetros que impone la sociedad. El astrónomo fue ignorado sin razón realmente justificable, pues nada tenía que ver lo que decía durante su demostración sino cómo se veía ante los ojos de los demás.

“Por fortuna, para la reputación del asteroide B612, un dictador turco, bajo amenaza de pena de muerte, impuso a su pueblo la manera de vestirse al estilo europeo. Después, el mismo astrónomo repitió su demostración en 1920, vistiendo un traje muy elegante. Y esta vez todos le tomaron en serio”. (Saint-Exúpery. 1943. p 16).

El estigma que acorrala a aquellos que no encajan en el molde, incluso si se trata de algo tan banal como la apariencia, tristemente los acompleja y los obliga a cambiar una parte de ellos que pondría fin a su autenticidad. El astrónomo como una representación de aquellos despreciados en base a su apariencia, el dictador como las pautas que la sociedad impone y el público siendo la sociedad prejuiciosa en sí misma.

La superficialidad y los prejuicios siguen siendo una constante en la sociedad, y con frecuencia, el aspecto de una persona eclipsa sus méritos y su valor intrínseco. Como, por ejemplo, muchas de las personas se sienten juzgadas por su apariencia física en lugar de sus logros. Este análisis muestra la injusticia de las personas que son talentosas y auténticas de cierta forma que suelen ser opacadas por estereotipos en la sociedad. Además, en esta sociedad se percibe que cada persona debe tener la oportunidad de demostrar sus habilidades para su desarrollo personal y profesional. Por lo tanto, facilitaría un gran cambio a nivel de la sociedad para lograr una igualdad en el cual puedan sentirse valorados y respetados.

Para finalizar, es destacable el hecho de que el Principito no pretende ser una obra para niños, por más que los recursos literarios la embellezcan y la vuelvan llamativa especialmente para ellos. Este es, sin lugar a duda, un viaje de introspección para aquellos adultos que han olvidado al niño que alguna vez fueron y que ahora están sumidos en la fría realidad de la adultez que predispone la superficialidad y destierra el acto de valorar. El Principito nunca fue un adulto, pero los sentimientos encontrados que experimentó en el jardín de rosas pueden sucederle a cualquiera.

– Buenos días – dijeron las rosas.

El principito las miró. Todas se parecían a su flor.

– ¿Quiénes son ustedes? – les preguntó, estupefacto.

– Somos rosas – dijeron las rosas.

– ¡Ah! – respondió el principito.

Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había contado que era la única de su especie en el universo. Y he aquí que había cinco mil, todas parecidas, en un solo jardín. (Saint-Exúpery. 1943. p 58).
El Doctor en Filosofía Ricardo Peter (2004), alega que, el cuento más famoso de Saint-Exúpery ha sido por, sobre todo, una ruta para exteriorizar sus recuerdos a través de la introspección. Al leer con cautela el lector notará que los recursos literarios presentes a lo largo del cuento están utilizados de manera precisa, todo directamente ligado a los sentimientos que lo consternan a causa de sus tormentosos dilemas afectivos.

“-Ustedes son bellas, pero están vacías – agregó. – No se puede morir por ustedes. Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté. Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa. Y volvió con el zorro: – Adiós – dijo… – Adiós – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. – Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo. – Es el tiempo que has perdido en tu rosa lo que hace a tu rosa tan importante.” (Saint-Exúpery. 1943. p 65).

También, está presente este aspecto poco habitual del principito a partir de su inmadura relación con las «flores», pero por supuesto, esto se acrecienta con la «rosa». Se denota rasgos del pequeño en los que prevalece la infantilidad que poco o nada tiene que ver con la autenticidad esencial de la infancia. En la infancia no se conocen amores egoístas. El sentimiento es genuino, generoso y completamente desinteresado.

No se reduce solo a tener sentimientos por otros, es una manera de apreciar a las personas, una nueva manera de ver la vida con ellas siendo parte de esta. Permitirnos conectar emocionalmente con algo o alguien hace que se descubra su verdadero ser y valor, sin que haya la necesidad de tomar en cuenta las apariencias porque eso no nos permite ver con claridad. Es importante saber apreciar las cosas desde un punto diferente, uno más profundo y significativo. Queda esclarecido que profundizar en el sentimentalismo es clave para afianzar relaciones y para darse cuenta de si uno realmente es capaz de querer desinteresadamente, de ver más allá de lo que los ojos son capaces.

En el best seller “el Principito”, se utilizan los recursos literarios a su favor todo el tiempo. Es casi una metáfora en su totalidad. Para los adultos, pretende ser una puerta de escape de la realidad que la adultez consume hacia el vaivén de los recuerdos, la amistad, el amor, la monotonía, la soledad y cuestiones de la vida misma de una manera dinámica y hermosa. Esto hace que no sea atractivo solamente para los infantes, sino que es una invitación a la reflexión para los adultos. A partir de sus propios conflictos internos, Saint-Exúpery toma las riendas del fracaso afectivo, así como la vida adulta y lo somete a un escrito que dice mucho y rememora todo, lo que lo hace un viaje generacional inolvidable.

REFERENCIAS:

Bouzkri, F. (2017). Literatura y traducción: Análisis comparado de cuatro versiones españolas de Le Petit Prince de A. de Saint-Exupéry [Trabajo de fin de grado, Universidad de Valladolid]. Archivo Digital. chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/27990/TFG-O%201051.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Fnac. (s.f.). Antoine de Saint-Exupéry: Biografía. Fnac. https://www.fnac.es/Antoine-de-Saint-Exupery/ia138046/biografia

Peter, R. (2004). Revista Magistralis, 24. El fracaso afectivo de “El principito”. https://hdl.handle.net/20.500.11777/5391

Rodríguez, H. (2024). Mientras tanto, en otro planeta… notas sobre un clásico inesperado. Revista UdeA. https://revistas.udea.edu.co/index.php/almamater/article/download/357079/20813882/304637

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