Reseña de “Los gallinazos sin plumas” de Julio Ramón Ribeyro

“Los gallinazos sin plumas”, publicado en el año 1955, es el cuento más conocido de Julio Ramón Ribeyro y uno de los hitos en el desarrollo de la narrativa del realismo urbano. En primer lugar, el título se refiere a una metáfora que alude a las personas que se ganan la vida buscando cosas de algún valor en los basurales. Además, tiene un narrador omnisciente, es decir, en tercera persona. Por otro lado, los personajes principales incluyen a Don Santos, Enrique y Efraín. Para finalizar, el cuento hace énfasis en la realidad del Perú, la pobreza y la explotación que sufren muchos niños en Latinoamérica. Por su parte, Julio Ramón Ribeyro, considerado como el mejor cuentista de la literatura hispanoamericana del siglo XIX y perteneciente al realismo urbano, es conocido por su estilo literario único. Sin embargo, no fue considerado parte del «Boom» latinoamericano debido a su estilo sobrio y enfoque en lo cotidiano, su perfil bajo, menor apoyo editorial y falta de conexiones políticas y sociales en comparación con otros autores del movimiento. En resumen, el cuento «Los gallinazos sin plumas” ofrece una visión cruda y conmovedora de la pobreza y explotación infantil en Latinoamérica durante la década de los años 1950.

La trama de «Los gallinazos sin plumas» describe la dura vida de dos niños, Efraín y Enrique, quienes trabajan recolectando desperdicios en un ambiente de pobreza y crueldad, reflejando la desesperanza y la lucha por la supervivencia. Además, el estilo narrativo de Julio Ramón Ribeyro, caracterizado por su realismo y su aguda observación social, crea una atmósfera opresiva y conmovedora en el cuento. Por ejemplo, la descripción detallada de la miseria y las dificultades que enfrentan los protagonistas subraya la injusticia y el abandono en que viven. Asimismo, la figura del abuelo, quien explota a los niños, simboliza la indiferencia y la brutalidad de una sociedad que desatiende a los más vulnerables.

Los personajes de «Los gallinazos sin plumas» son vívidos y memorables, cada uno representando aspectos diferentes de la lucha humana por la dignidad. Desde el desalmado abuelo Don Santos hasta los niños trabajadores Efraín y Enrique, Ribeyro crea una galería de personajes que encarnan los conflictos y las injusticias de la sociedad peruana. Además, la presencia de elementos simbólicos, como los gallinazos y los basurales, añade capas de significado y complejidad a la narrativa.

La recepción crítica de «Los gallinazos sin plumas» ha sido en su mayoría positiva, elogiando la habilidad del autor para retratar de manera vívida la dura realidad de la vida urbana en Lima y la lucha por la supervivencia. No obstante, la interpretación de la obra ha variado a lo largo del tiempo, ya que algunos críticos destacan su profunda exploración de la desigualdad social y la alienación, mientras que otros se centran en su estilo directo y sin adornos que captura la crudeza de la existencia en los márgenes de la sociedad. Además, la manera en que Ribeyro presenta las relaciones humanas en un contexto de miseria ha sido objeto de numerosos análisis, subrayando la complejidad y la riqueza de su narrativa.

En conclusión, «Los gallinazos sin plumas» de Julio Ramón Ribeyro es una obra poderosa que sigue resonando con los lectores a lo largo del tiempo. Su narrativa cruda y realista, junto con sus personajes vívidos y su simbolismo profundo, ofrece una exploración inigualable de la pobreza y la explotación infantil en la sociedad peruana. A través de este cuento, Ribeyro nos invita a reflexionar sobre la desigualdad social, la lucha por la dignidad y la indiferencia de una sociedad que desatiende a los más vulnerables. La riqueza de su narrativa y la pertinencia de sus temas aseguran que «Los gallinazos sin plumas» permanezca como un testimonio conmovedor y relevante de la condición humana en Latinoamérica.