Reseña Literaria del libro Mujercitas de Louisa Alcott

Reseña Literaria del libro Mujercitas de Louisa Alcott

Louisa May Alcott, educada con valores democráticos, defendió sus ideales que la hizo convertirse en una escritora reconocida en Estados Unidos con mucha experiencia en publicar historias desarrollándose profesionalmente durante la Guerra Civil en el que se muestra en muchas de sus historias.

Louisa creó historias sobre el rol de las mujeres, abordando estereotipos, desigualdad de género y expectativas sociales de esa época por lo que se presentan en sus escritos, en el que se muestra con mayor magnitud en su obra “Mujercitas” tratando de retratar a los lectores sobre cómo era ser mujer en esa época.

En la obra que la autora publicó en medio de las dificultades que emerge la Guerra Civil estadounidense. En un periódico virtual, la escritora Lucia Etxebarria comentó que gracias a este libro y a Jo March fue un modelo que le ayudó a descubrir que no habría que elegir en ser escritora y encontrar el amor. (El periódico, 2019). “Mujercitas” se desarrolla en un contexto problemático: el padre de las hermanas March se va a la guerra, y ellas, junto a su madre, tendrán que luchar y apoyarse mutuamente para enfrentar las dificultades económicas. A lo largo del libro, buscan su independencia, sin embargo, se fortalecerán para lograr sus sueños, pues cada relato del libro recalca el amor, la lucha por los sueños propios y romper los estereotipos contra la mujer.

En Mujercitas aparecen  estos personajes principales que son: Jo March, Meg March, Amy March y Beth March. Margaret March y Sr. March. A lo largo de la obra, cada uno de ellos enfrenta diversos  momentos de cada personaje donde dan un claro ejemplo de lo que se debe y no hacer en la vida. Las hermanas March pasan por unos momentos muy difíciles, ya que en particular una de ellas tiene una visión sobresaliente del amor y familia a las expectativas sociales de esa época. En esta  reseña se realizará un cuestionamiento de Mujercitas, la cual presentan una trama icónica sobre el significad o e importancia de crecer siendo mujer.

En su libro «Mujercitas», Louisa May Alcott presenta numerosas situaciones cotidianas sobre el rol de la mujer, en las que los personajes se enfrentan a desafíos en sus vidas y en la búsqueda de identidad y sueños. Alcott coloca a sus protagonistas en situaciones complejas, donde las expectativas sociales en el ámbito matrimonial se consideran una realización personal para cada mujer de aquella época. Al respecto, en la siguiente escena se muestra un acto de solidaridad por parte de las March, quienes se caracterizan por su amabilidad:

Era una familia de inmigrantes. -Eso se llama amar a nuestro prójimo más que a nosotros mismos, y me gusta

-dijo Meg, mientras sacaban sus regalos aprovechando el momento en que su madre subiera a buscar vestidos para los hombres Hummel.

No había mucho que ver, pero en los pocos paquetes había mucho cariño; y el florero alto, con rosas rojas, crisantemos y hojas, puesto en medio de los regalos, daba una apariencia elegante a la mesa.

– ¡Qué viene mamá! ¡Toca, Beth! ¡Abre la puerta, Amy!

– ¡Tres «vivas» a mamá! -gritó Jo,

dando saltos por el cuarto, mientras Meg se adelantaba para conducir a la señora March a la silla de honor. (Alcott,1868, p. 22).

En el fragmento anterior se evidencia una escena en la que la madre de Jo ayuda a unas madres inmigrantes que necesitan mucho apoyo, ya que llegaron de otro lugar con una cultura y vivencias diferentes. La reacción de la familia March fue un gesto noble, ya que ayudaron a los inmigrantes que necesitaban su ayuda. Las hijas de la señora March también comenzaron a contribuir, brindando apoyo emocional y satisfaciendo las necesidades básicas de estas personas.

En esta escena, la señora March recalca las virtudes internas que sus hijas deberían tener y a seguir sus propias ambiciones para lograr sus objetivos, pese a las dificultades que puedan enfrentar en un contexto con diferentes expectativas de roles de género en el que se expresa en el siguiente fragmento:

-Quiero que mis hijas sean hermosas, distinguidas y buenas, que se hagan querer y respetar; que tengan una juventud feliz; que se casen bien y prudentemente; que pasen vidas útiles y felices, tan libres de dificultades y tristeza como Dios quiera concedérselas. Ser amada y distinguida por un hombre bueno es lo mejor que puede ocurrirle a una mujer, y mi esperanza es que mis hijas conozcan esta hermosa experiencia. Es natural pensar en ello. […] El dinero es cosa útil y preciosa, y también noble cuando se emplea bien; pero no quiero que lo consideren como el primero o el único premio que gana. (Alcott, 1868, pp. 94-95).

En el previo fragmento se busca enfatizar la importancia de poseer buenos valores para un buen futuro en sus matrimonios y familia. En ese contexto se mencionan las limitaciones para las mujeres en donde ellas mismas se dan cuenta de que sólo tienen un lugar en donde solventarse sin buscar más allá de sus posibilidades.

En esta parte del libro ha destrozado el corazón a los lectores donde Jo enfrenta con temor a Laurie, pero él hará todo lo posible para convencerla, asegurando que su unión es la más esperada por la familia de Jo. Laurie expresa que no puede imaginar su vida sin ella y le promete felicidad si acepta la propuesta. Jo menciona que sus diferencias serían causa de conflictos constantes y que, a la larga, ambos serían desdichados. A pesar de las insistencias de Laurie, Jo sostiene que su rechazo es lo mejor para ambos, sugiriendo que él eventualmente encontrará a alguien más adecuada para su amor donde se muestra en el siguiente fragmento:

Di que sí y seamos felices. Hasta varios meses después Jo no comprendió cómo había tenido la fuerza de voluntad para mantener su resolución […]. No puedo decirte que sí, así que no lo diré alguna manera. Más adelante te convencerás de que tengo razón y me lo vas a agradecer -continuó Jo con aire solemne […] no soy linda, ni graciosa, ¡soy un viejo mamarracho! […]. Te avergonzarías de mí y nos iríamos a pelear siempre. […] – ¿Algo más? -preguntó Laurie. – Nada más que una cosa: creo que no me voy a casar nunca. Soy feliz como estoy ahora y amo demasiado mi libertad para apresurarme a renunciar a ella por ningún mortal. Jo. (Alcott,1868, p. 321).

En ese suceso, Jo fue una mujer decidida y valiente pues no aceptó la propuesta de Laurie, Jo sostuvo su postura aun sabiendo que él era de una familia adinerada, aunque su futuro hubiera sido seguro con una buena posición económica, además de ser un hombre fiel y persistente a sus sueños. El rechazo a Laurie no fue por falta de cariño, sino por mantener su autonomía, donde ella representa la voz de la mujer y sueños, anhelos que se puede tener en la vida, un rol diferente y sobresaliente a lo común en esa época. En cuanto a los siguientes capítulos se muestra que Jo empieza a enamorarse, algo inesperado y nuevo para ella.

Finalmente, Louisa coloca a sus protagonistas en situaciones de complejidad en las que las expectativas sociales en el matrimonio se consideran una realización personal en cada mujer de entonces. Al respecto, Jo muestra un cambio significativo al llegar a esta etapa en su relación con el profesor Bhaer, en el que se aprecia sucesivamente:

Y se guardaban muy bien de preguntarle por qué cantaba cuando trabajaba, se peinaba tres veces por día y volvía tan rosada de sus caminatas nocturnas. Pero nadie dudó de que el señor Bhaer, mientras hablaba de filosofía con el padre, estaba dando a la hija lecciones de amor. Aquella muchacha, siempre rebelde, ni siquiera pudo enamorarse en forma corriente, sino que trató de ahogar ese sentimiento, y al no lograrlo le tocó sufrir bastante. En primer lugar, tenía miedo de las burlas si se rendía después de sus vehementes declaraciones de independencia. (Alcott, 1868, pp. 408-409).

A diferencia de los anteriores fragmentos, en esta parte se evidencia claramente un acontecimiento de la reacción de la familia de Jo por sus encuentros con el profesor Bhaer, pues los lectores están frente a una de las escenas de desarrollo del personaje de Jo. Por lo que, siendo una chica independiente y rebelde, se encuentra con un cambio interno importante respecto a sus sentimientos de amor, así mismo, este nuevo sentir no pasa desapercibido con quienes la rodean logrando así un cierto temor de lo que pensarán. Por último, esto es relevante ya que va mostrando actitudes sociales respecto a la decisión de Jo sobre el amor que siente hacia el profesor Bhaer.

En síntesis, esta obra vanguardista prevalece el diálogo como forma narrativa que es usado por la autora para mostrar a los personajes tal y como son, con sus actitudes, comportamientos y formas de ver la realidad. Por momentos la narradora se expresa de manera escasa quien se inmiscuye para no alterar decisiones o acciones de los protagonistas, sino para mostrar la información que el lector necesita para construir los espacios y los tiempos en los que se desarrolla la trama. Ahora bien, “Mujercitas” aborda parámetros de los estereotipos contra las mujeres y el machismo de la sociedad en el siglo XIX. Esto no solo sucede para los hombres, sino también para las mujeres. Los lectores llegarán a la conclusión que Louisa May Alcott tuvo como objetivo alentar a seguir nuestra ideología de vida donde incluye nuestro más grande sueño, en una época donde la mujer no tenía una voz, ni menos ser escuchada. Por último, esta obra se escribió para incluir el amor en familia, independencia y valentía para afrontar las dificultades en las que ocasionalmente se siente temor por el cambio a los prejuicios y expectativas sociales.

REFERENCIAS:

Mujercitas’: 23 escritoras hablan de cómo les influyó. (21 de diciembre del 2019). El Periódico. ttps://www.elperiodico.com/es/cuaderno/20191221/mujercitas-23-escritoras-hablan-les-influyo-7780931h

Alcott, L. (1868) Mujercitas. Imprenta Nacional.

https://www.acuedi.org/ddata/10842.pdf

Plitt, Laura. “Louisa May Alcott: la extraordinaria historia de la autora de «Mujercitas.»” BBC NEWS MUNDO, 04 enero 2020, https://www.bbc.com/mundo/noticias-50974219.

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