Desplumando la realidad peruana: Una mirada profunda al maltrato infantil en “Los gallinazos sin plumas”.

Desplumando la realidad peruana: Una mirada profunda al maltrato infantil en “Los gallinazos sin plumas”.

Introducción: 

«Los gallinazos sin plumas», una obra del renombrado escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, se sitúa en el contexto urbano de Lima, Perú. La historia sigue la vida de dos jóvenes hermanos, Efraín y Enrique, quienes enfrentan la dura realidad de la miseria junto a su abuelo, el señor Santos. Inmersos en un entorno marcado por la delincuencia, la negligencia infantil y la violencia, el cuento explora temas profundos como la pobreza, la marginalidad, la desigualdad social y la lucha por la supervivencia. Esta obra se destaca como una de las más importantes de la literatura peruana del siglo XX.

«Los gallinazos sin plumas» nos sumerge en la vida difícil de un barrio pobre de Lima. Ribeyro retrata la cruda realidad de dos hermanos que luchan contra la pobreza y la violencia de su abuelo. A través de personajes marginados, el autor expone las duras condiciones de vida en la ciudad, explorando las experiencias de una familia disfuncional que lucha por sobrevivir entre la miseria y las injusticias sociales. La historia revela las dificultades que enfrentan los hermanos en un entorno desfavorable, ofreciendo una visión directa y sin adornos de la periferia urbana. En última instancia, la obra nos invita a reflexionar sobre la urgencia de abordar y resolver los problemas sociales que afectan a las comunidades más vulnerables.

En «Los gallinazos sin plumas», Julio Ramón Ribeyro explora la violencia infantil, la explotación y las disparidades de clase social. El relato revela cómo los protagonistas enfrentan circunstancias extremadamente difíciles, alcanzando el límite de su tolerancia frente al maltrato que padecen. Un ejemplo elocuente de esto se encuentra en el siguiente fragmento:

«Todo le parecía poco, y Don Santos se vengaba en sus nietos del hambre del animal. Los obligaba a levantarse más temprano, a invadir terrenos ajenos en busca de más desperdicios.» (Ribeyro, 1955, p. 20)

Este fragmento ilustra el contexto desolador y angustiante en el que se desenvuelven los protagonistas. La necesidad de trabajar en horas tempranas de la madrugada, soportando además insultos, nos lleva a cuestionarnos si podrían encontrar una vida mejor fuera de ese entorno, quizás incluso con una familia más acogedora. También surge la pregunta de si tenían alguna otra opción para escapar de su abuelo.

Posteriormente, se nos presenta una escena triste que ejemplifica cómo la falta de recursos y la sensación de escasez pueden llevar a las personas a tomar acciones drásticas para preservar sus vidas. Don Santos enfrenta la carencia y la insuficiencia, que se manifiestan en forma de desesperanza y resentimiento. Su cerdo, Pascual, pide más y más alimento, intensificando el trabajo de los menores. Sin embargo, en lugar de buscar salidas razonables y constructivas para sus problemas, decide desahogar su ira sobre los más vulnerables: sus propios nietos.

– ¡Arriba, arriba, arriba! – Los golpes empezaron. – ¡Empezó a llover! ¡A levantarse! – Los ojos del abuelo parecían fascinarlo hasta volverlo insensible a los golpes. (Ribeyro, 1955, p. 8)

Don Santos muestra una profunda insatisfacción y resentimiento. Nada logra satisfacerlo y busca desahogar su frustración en sus nietos, quienes se convierten en víctimas de su ira. Este personaje revela cómo la insuficiencia y la carencia de recursos pueden llevar a las personas a adoptar medidas extremas para salvaguardar su existencia y sus propios intereses, sin importar si afectan a los demás. Coloca las ganancias por encima del bienestar de sus nietos, obligándolos a trabajar para alimentar a un cerdo, revelando una falta de empatía, abuso de poder y carencia de valores familiares.

Además, el texto nos explica la manera en que el abuelo maltrata sin escrúpulos a los hermanos:

¡Idiotas! ¿Qué han hecho hoy día? ¡Se han puesto a jugar seguramente! ¡Pascual se morirá de hambre! (Ribeyro, 1955, p.2)

En este fragmento, observamos claramente la falta de empatía y cuidado del abuelo. En lugar de apoyar a sus nietos cuando están enfermos, empeora la situación obligándolos a trabajar, golpeándolos e insultándolos. Su actitud es insensible y cruel. La figura que podría considerarse paterna muestra en su esplendor el maltrato que los protagonistas sufren constantemente.

El maltrato continuó hasta que Efraín, uno de los hermanos, se lastimó el pie con vidrio roto mientras regresaban de buscar comida y desperdicios para Pascual. A pesar de la herida, el abuelo los obligó a trabajar y solo permitió que el menor descansara cuando estaba postrado en la cama, sudando y retorciéndose de dolor.

El quiebre emocional de Enrique ocurrió cuando, además de cuidar a su hermano y trabajar el doble, decidió traer a casa un perro callejero, al que llamó Pedro. El abuelo, lleno de resentimiento y molestia, quiso tirar al perro a la calle, pero Enrique suplicó que no lo hiciera. El abuelo, con una sonrisa retorcida, aceptó el ruego de Enrique y mandó al perro al muladar. Horas después, Enrique preguntó por Pedro, y su corazón se rompió al recibir la respuesta. Efraín, con el rostro lleno de lágrimas, no necesitó decir nada. El abuelo entró en la habitación con una sonrisa cruel, señalando la casa del cerdo y los restos ya consumidos del pobre perro.

En un ataque de arrebato, odio y locura, Enrique empujó a su abuelo y tomó a su hermano del brazo, gritándole que debían escapar de inmediato. Los hermanos corrieron rápidamente, ignorando los gritos de dolor del abuelo, quien finalmente fue devorado por su propio cerdo.

-¡Pronto! -exclamó Enrique, precipitándose sobre su hermano -¡Pronto, Efraín! ¡El viejo se ha caído al chiquero! ¿Debemos irnos de acá! (Ribeyro, 1955, p.7)

Para culminar esta reseña, la obra Gallinazos sin plumas de Julio Ramón Ribeyro incita a una profunda reflexión sobre la condición humana y los conflictos inherentes a nuestra naturaleza. Ribeyro introduce a los protagonistas en escenarios difíciles y melancólicos, donde confrontan su cruda realidad, exponiendo así su vulnerabilidad emocional.

Evaluación:

«Los gallinazos sin plumas» es una obra del autor peruano Julio Ramón Ribeyro, situada en el contexto social latinoamericano. Compuesta por relatos que abordan diversas cuestiones sociales, se centra principalmente en la pobreza, la explotación y las difíciles condiciones de vida en Lima. El análisis de este libro requiere considerar diversos aspectos, desde la calidad de la escritura hasta el impacto social y cultural que ha tenido.

Aspectos positivos:

El libro destaca varios aspectos positivos. El estilo narrativo del autor es directo y efectivo, caracterizado por su habilidad para relatar escenas y situaciones de manera vívida, lo que hace que sus relatos sean accesibles y poderosos al mismo tiempo. Además, Ribeyro muestra un notable realismo social al capturar la esencia de la vida en los barrios pobres con una sinceridad cruda y a menudo perturbadora, pero profundamente auténtica.

A través de sus personajes, Ribeyro logra humanizar a aquellos que son frecuentemente marginados por la sociedad, promoviendo así la reflexión sobre nuestra propia humanidad y cómo tratamos a los más desfavorecidos en nuestra sociedad contemporánea.

Aspectos negativos:

La constante presencia de temas sombríos y la carencia de esperanza en numerosos relatos puede considerarse una limitación significativa. Aunque refleja la realidad que Ribeyro desea transmitir, esta persistencia en tonos oscuros podría resultar desalentadora para algunos lectores. Además, la falta de diversidad geográfica es notable. Si bien el autor logra un retrato vívido y auténtico de los barrios pobres y desfavorecidos de Lima, su enfoque limitado a esta área podría ser percibido como una restricción que limita la representación de la pobreza en otras regiones de Perú o en contextos latinoamericanos más amplios.

Conclusiones:

«Los Gallinazos sin Plumas» de Julio Ramón Ribeyro es un relato impactante que expone la pobreza, la marginalidad y el abuso infantil en Lima. A través de personajes como Efraín y Enrique, Ribeyro muestra la crueldad y la falta de empatía en una sociedad desigual. Recomiendo este libro por su capacidad para generar conciencia sobre problemas sociales y su mérito literario en crear empatía en los lectores hacia los personajes. Su impacto es profundo, provocando reflexiones sobre la necesidad de cambio social.

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