Un recordatorio de la vida, la esperanza y redención. La Divina Comedia de Dante Alighieri

Un recordatorio de la vida, la esperanza y redención. La Divina Comedia de Dante Alighieri

En la epopeya religiosa La Divina Comedia, Dante Alighieri nos adentra en un viaje hacia lo desconocido, donde cada página, más que un relato, es un viaje que envuelve al lector a través de diversos lugares, cada uno muy diferente del otro. Esta magnífica obra, redactada por este gran autor, nos aguarda un sinfín de encuentros con personajes míticos, desafíos sobrehumanos y reflexiones en cada viaje que hace el protagonista. En dicho viaje, se ve envuelto en desafíos, pero será guiado por Virgilio, quien se embarca en la aventura en el primer canto, donde le dice lo siguiente:

«Yo seré tu guía y te sacaré de aquí, a través del lugar eterno donde escucharás los desesperados clamores.»

Canto I: -Al poco apareciéndose una pantera de rápidos movimientos y cubierta de manchada piel. -Que no me infundiera terror el aspecto de un león que a su vez se me apareció. -Siguió a este una loba, que, en medio de su delgadez, parecía cargada de deseos. (Dante Alighieri, 12)

Dante comienza su viaje en el primer canto, «Inferno», cuando se encuentra perdido mental y emocionalmente, en un estado de oscuridad y confusión. Extraviado en un bosque oscuro, entrando en desesperación tratando de buscar una salida en toda la penumbra, se encuentra con tres bestias que bloquean su camino: un leopardo, un león y una loba, inmersos en la vasta e inmensa selva. Las bestias irrumpen el camino de Dante, pero con la introducción de Virgilio, quien es la guía de nuestro protagonista, puede superarlas, iniciando así una aventura. La gran incógnita al inicio de la obra es: ¿Cómo la imagen de la selva oscura refleja una metáfora en nuestra vida? La respuesta refleja la representación de nosotros mismos en esos momentos en la vida en los que nos encontramos perdidos, confundidos o alejados de nuestro camino espiritual. Es como estar atrapado en un lugar donde la luz parece ausente y nos enfrentamos a la oscuridad de nuestras propias luchas internas. Las bestias personifican los pecados capitales, cediendo a los placeres mundanos sin considerar las consecuencias. Se llega a la conclusión y a una postura positiva de la obra, puesto que nos habla sobre los pecados cometidos a diario por los seres humanos y cómo estos son pagados en el infierno. Nos recuerda que la vida está llena de pruebas, pero nos ofrece la esperanza de superarlas y encontrar una solución. También nos lleva a considerar cómo en el mundo actual, tanto a nivel individual como global, enfrentamos dilemas éticos y morales, donde las tentaciones de los pecados pueden obstaculizar nuestro camino hacia una existencia más plena.

Canto VI (Infierno): Cuando nos descubrió Cerbero, el miserable gusano abrió las bocas enseñándonos sus colmillos; todos sus miembros estaban agitados. Entonces mi guía extendió las manos, cogió tierra y la arrojó a puñados en las fauces ávidas de la fiera, Y del mismo modo que un perro deshace ladrando y se apacigua cuando muerde su presa, ocupado tan solo en devorarla. (Dante Alighieri, 30 y 31)

Los aullidos de Cerbero junto a su voracidad causan un miedo constante, haciendo estremecer a los condenados. Virgilio trata de calmar a Cerbero arrojándole tierra para que la devore, lo que permite abrir paso a Dante junto a su guía para continuar su viaje sin ser atacados, reflejando el imponente temor que causa Cerbero a Dante. ¿Cómo afecta esta experiencia a Dante? ¿Qué cambios podemos observar en su comprensión del pecado y el castigo? Como resultado, la experiencia en el círculo revela un mayor entendimiento del pecado y el castigo, afronta el miedo, fortalece su relación con Virgilio y le da una visión de su propia naturaleza y justicia de Dios. Todos estos factores dan como resultado el crecimiento de su ser y de su alma en el camino a través del infierno. Destacamos no solo la degradación de la glotonería, sino también el poder de la razón y la sabiduría para controlar los impulsos destructivos. Virgilio calma a Cerbero con tierra, mostrando que el ingenio y sabiduría pueden superar incluso los desafíos más temibles. La vulnerabilidad de Dante, confiando en su guía a pesar del miedo, nos recuerda que, con paciencia y sabiduría, podemos enfrentar nuestros “monstruos” y avanzar, subrayando la importancia de la inteligencia en la lucha contra los pecados.

Canto XXXIV (Infierno): El alma que está sufriendo la mayor pena allá arriba dijo el maestro es la de Judas Iscariote que tiene la cabeza dentro de la boca de lucifer y la agita fuera de ella las piernas. (Dante Alighieri, 139).

Antes de llegar al noveno círculo donde está Judas Iscariote, Dante y Virgilio se encontraban en el octavo círculo del Infierno, que castiga a los fraudulentos en diez fosas distintas, para los seductores, aduladores, simoníacos, adivinos, corruptos, hipócritas, ladrones, sembradores de discordia y falsificadores. Cada espacio tiene un castigo específico que refleja la naturaleza del fraude cometido. Tras cruzarlo, descienden al noveno círculo, donde encuentran a Judas en la boca de Lucifer. Tomando como la representación de un monstruo gigantesco con tres caras, cada una masticando a uno de los traidores más infames: Judas, Bruto y Casio. Esto enfatiza la idea del mal supremo y la traición más condenable, haciéndonos reflexionar y cuestionarnos lo siguiente: ¿Qué simboliza el noveno círculo y el que Judas se encuentre en él pagando sus pecados? La Divina Comedia simboliza la traición como el mayor pecado. Nuestros protagonistas se encuentran en el noveno círculo del infierno en un lago helado que castiga a los traidores. Dicho encuentro representa el mal en su máxima expresión y la justicia que nos presenta Dante como condena a la traición, que es lo más abominable. Además, representa varias ideas y simbolismos importantes como la gravedad del pecado de la traición que lo coloca en el último círculo, la naturaleza del mal, la condena eterna y la importancia de la lealtad y fidelidad. La representación que hace sobre el pecado de Judas y la justicia que se encarga de castigar los actos más abominables, en la época actual, la figura de Iscariote es vista como un recordatorio de la importancia de la integridad y lealtad en nuestras acciones, especialmente en un mundo actual donde la confianza siempre se pone en juego. Como finalidad, acotar que esto puede ser interpretado como una metáfora sobre las consecuencias de nuestras decisiones, destacando la responsabilidad social y la búsqueda de un sentido moral en nuestras vidas.

Canto XXXIII (Paraíso): Dante puede contemplar directamente Dios, llegar a la cumbre de su experiencia mística, aunque la inefabilidad de la visión no permite que sea expresada, queda la emoción, pero no hay palabras que la describan. En la profundidad de la esencia divina encuentra unida con vínculos de amor toda la variedad del universo. Ve también, figuradamente, la unidad y la Trinidad de Dios y del verbo encarnado (Dante Alighieri, 396).

Al llegar al Paraíso, Dante se sumerge en una serie de visiones profundamente espirituales que lo llevan a experimentar la presencia misma de Dios, incapaz de encontrar palabras humanas para expresar. Sin embargo, a través de la emoción intensa que experimenta, logra sentir intuitivamente el amor divino que une todas las cosas en el universo. Este momento representa el punto culminante de su viaje, dando a entender el final de este, donde logra una comprensión más profunda de la naturaleza divina y su conexión con el mundo que lo rodea, buscando así la redención y la paz espiritual. Cuestionándonos: ¿Cuál es el propósito de la visión de Dios? Dante alcanza la visión, la cual representa la máxima realización espiritual y el fin último del viaje. La visión simboliza la perfección divina, el orden del universo y el amor infinito de Dios. Simboliza la culminación espiritual, un símbolo de la perfección divina en el cosmos, donde todas las cosas se encuentran en su lugar y el propósito ha sido hecho. Reflexionando así sobre la grandeza y la unidad de Dios representada en esta obra y cómo el universo está unido por el amor de él, recordando la importancia de la fe y el propósito que tiene Dios en nuestras vidas, y cómo estos valores pueden conducirnos a una comprensión más profunda de nuestro propósito con la conexión espiritual.

Se concluye que Dante explora temas profundos como el arrepentimiento y la redención del alma humana a través de sus viajes simbólicos. Utiliza un lenguaje metafórico para destacar cómo la justicia divina determina las recompensas o castigos que las almas reciben según sus acciones. El Infierno y el Paraíso representan destinos que reflejan el juicio eterno de Dios según la moral cristiana. Esta visión no solo muestra cómo Dios equilibra justicia y gracia, sino que también revela la profunda influencia del catolicismo en la vida y la espiritualidad de la época de Dante.