EL PRINCIPITO

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EL PRINCIPITO

Eunise IP

11/07/2024

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El autor de El Principito Antoine de Saint-Exupéry, nacido en 1900 del 29 de junio en Lyon (Francia). Fue criado por su madre y hermanas, ya que su papá falleció cuando él apenas tenía cuatro años. En 1917 terminó la escuela nivel secundaria en Villa Saint-Jean. Tras haber sido rechazado por la academia naval, en 1920 se convirtió en piloto mientras estaba en el ejército en Estrasburgo. El Principio, de Antoine de Saint-Exupéry es un cuento que brinda valiosas lecciones acerca de lo que significa amar y ser humano. Fue publicada en 1943, esta encantadora historia ha cautivado el corazón de todo leedor a nivel internacional.

“Lo esencial es invisible a los ojos” (Saint-Exupéry, 1943, capítulo 21)

En este fragmento, El Principio se encuentra en la tierra después de sus exploraciones y se encuentra con un zorro. Conversan y entran en confianza a tal punto que el zorro le pide al Principito que lo domestique porque quiere hacer amigo de él. El zorro le explica que al ser domesticado significa que será único para él, que serán amigos, se necesitarán y que cuando llegue el momento de despedirse se pondrán tristes, luego se olvidarán. El Principito cuenta al zorro sobre la rosa, a quien dejó en su planeta para hacer su viaje por el universo, comenta que él la regó, la cuidó y que ahora la extraña. El zorro lleva al Príncipe a ver una multitud de rosas que hay en un jardín. El Príncipe se da cuenta de que ninguna de ellas podría remplazarla a su rosa, aunque todas se parezcan a ella. Explica que su rosa es única porque él la domesticó y es muy importante para el por el tiempo que ha pasado con ella. Entonces el zorro le dice: «solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos». La frase nos invita a valorar las cosas por su verdadera esencia, más allá de las apariencias. El corazón puede distinguir lo auténtico. En “El Principito” se destaca la importancia de mirar más allá de lo superficial, como en el caso del astrólogo turco ignorado hasta que adopta un atuendo occidental.

Desde un punto de vista social, debemos valorar lo realmente importante en las personas más allá de cómo lucen por fuera. En nuestra sociedad, solamente fijarnos en lo aparente, el estatus o las posesiones materiales, pero esta frase nos recuerda que lo más valioso no siempre se puede ver a simple vista. Nos invita a apreciar cualidades como la bondad, la empatía, la honestidad y la autenticidad, que son aspectos fundamentales de una persona, pero que no se pueden percibir solo mirando. Nos motiva a cuestionar las relaciones con los demás, apareciendo a las personas por quienes son realmente y no por lo superficial.

El cuento «El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry, publicado en 1939, narra la historia de un piloto que intenta reparar su avión después de haberse averiado en el medio del desierto del Sahara. Se encuentra con un pequeño príncipe que proviene del asteroide B 612.El niño le pide que dibuje un cordero. El piloto descubrirá la fascinante historia del Principito, que comienza en su asteroide, donde vivía con tres volcanes y se entretenía arrancando las malas hierbas y viendo las puestas del sol. Un día, nace una flor, que es dramática y caprichosa y esto le molesta. Entonces el Príncipe decide abandonar su hogar y empieza a emprender un viaje por el universo en busca de un amigo. En el viaje, el Príncipe visitará varios planetas hasta llegar a la Tierra, conocerá a un grupo de personajes que lo convencen de lo extraño que es el mundo de los adultos, tan ocupados siempre en asuntos serios e importantes, que se les olvida disfrutar la vida. En la Tierra entrará en contacto con un zorro, flores y personas. Será allí donde, antes de encontrar al piloto, conocerá al zorro, quien le enseñará la importancia de la amistad y el valor del amor que siente hacia su flor. Será una pena por ella y la decepción que le causa el mundo de los adultos, lo que lo motivará a que regrese a su planeta.

“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.” (Saint-Exupéry, 1943, capítulo 21)

En este fragmento sucede en unos de los viajes del Principito en donde se encuentra con el zorro, este le pide que lo domestique al cual el principito le dice que le aclare el significado de la palabra domesticar, el zorro le explica que si El Principito que si él lo logra domesticar serían uno para el otro, en ese tiempo El Principito sigue todo lo que le dice el zorro para poder domesticarlo, en el proceso ambos se aprecian y empiezan a compartir tiempo desarrollando un vínculo uno para ellos.

Nuestro punto de vista es que todos debemos valorar las experiencias que tenemos con nuestros seres queridos, amigos, ya que al pasar tiempos con ellos nuestros lazos o vínculos se fortalecen y es un poco difícil olvidar esos lindos recuerdos que tenemos hacia ellos.

El comentario crítico de este fragmento es considerar que, en general, esta declaración podría interpretarse como una visión un tanto idealista o romántica de las relaciones interpersonales. Sin embargo, las críticas a esta idea podrían decir también que estas declaraciones podrían fomentar una imagen demasiado simplista o incluso ingenua de la propia importancia, cuando en realidad no es solo una cuestión de tiempo dedicado a algo o alguien. Podría cuestionarse si esta es la única definición del factor determinante que hace que algo o alguien sea significativo. Por ejemplo, hay relaciones que son significativas, a pesar de que puede pasar poco tiempo juntos o viceversa, y hay relaciones que son largas, que realmente no tienen un significado. Además, se podría decir que esta declaración incluye también un aspecto algo posesivo en una relación, cuando se centran más en el tiempo que dedican a algo, y no en la autonomía e individualidad. Por otra parte, también puede discutirse que el valor de una persona o una experiencia no debería medirse solo en función del tiempo pasado juntos, sino también considerando la calidad de la interacción y el significado positivo del tiempo. En síntesis, desde un punto de vista crítico, esta oración es problemática debido al papel preponderante del tiempo en la percepción de la relación, mientras subestima otros aspectos.

«El Principito» de Antoine de Saint-Exupéry es un cuento poético que transciende las categorías de literatura infantil y adulta, combinando elementos de fantasía y filosofía para poder explorar temas profundos a través de la narrativa. Aparénteme accesible, esta obra transmite enseñanzas sobre la vida, el amor, la amistad y la naturaleza humana.

“Solo se conoce bien con el corazón” (Saint-Exupéry, 1943, capítulo 21)

El fragmento del Principito, el narrador cuenta unas de sus aventuras y primeras interacciones con el principito donde ambos empiezan a interactuar y hablar sobre sus vidas y experiencias que tuvieron antes de conocerse. La frase nos invita a reflexionar acerca de nuestro camino en la vida, ya que no solo es seguir en línea recta, sino también hay que desviarse y enfrentar nuevos desafíos y disfrutar de los logros y caídas, pero a la vez aprendiendo y mejorar como persona, pero nunca desviarse del camino.

En el fragmento ocurre cuando ya el principito doméstico al zorro y le dice que tiene que ser responsable para siempre de los que ha creado y que esa responsabilidad va más allá del cuidado físico y que implica una conexión espiritual y emocional con lo que se ha domesticado. Es su compromiso de cuidar, valorar y proteger a toda costa lo que ha sido tocado por el alma y el corazón, su viaje continúa y su vínculo va creciendo hasta que sus corazones se vuelvan uno. Nos da a entender que cuando aceptamos los sentimientos de alguien y decidimos abrir nuestro corazón y permitir que alguien entre de manera significativa, asumimos una responsabilidad permanente hacia ellos y esto no solo se aplica a las personas, sino también lo podemos aplicar en varios ámbitos sentimentales como los ideales, sueños y proyectos que estemos realizando para un futuro no muy lejano.