Un fuego eterno.

Un fuego eterno.

Piel de lobo

03/07/2024

Soy difícil de amar, tan difícil que no existe manera posible de hacerlo. Mi corazón se ha vuelto de acero proclamando guerras en nombre de la libertad. Que se esconde bajo las corazas que aún mantengo. Algo sí es seguro, mi alma no se arruga. No se engrisece ni con los daños, ni habitan rencores ni amarguras. En cambio guarda las miles de maneras que aprendí sobre amar. Como un tesoro que no quiero entregar a nadie y con la certeza de que así lo haré a quien con sus jardines llenos de rosas con espinas no tema ante la oscuridad que yo guardo, pero que de mí no se apodera. Ansío la valentía en un cuerpo que no tiemble ante los reversos de la vida. Que cada día se levante con fuerza y diga «dame más de lo que ya he probado» ¿Qué es si no la vida? Un amor salvaje y libre por recorrerla a doscientos por hora sin importar las heridas, apremiando y adorando cada una de nuestras cicatrices. La euforia y el deseo de sentir sin importar lo que se pierde y también lo que se gana. Pues cada segundo marcado en un reloj es un regalo de expansión de nuestra conciencia empujándonos a sentir lo efímera pero eterna que puede llegar a ser nuestra existencia. Dame almas que no se marchiten cuando caigan las tormentas, ni teman lo más cruel que puede traer los inviernos. Quiero ver a quienes arden en su propio fuego aún cuando todo a su alrededor está muriendo de frío.

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