Otra vez, sin querer sentir nada, empecé a fijarme en alguien, inalcanzable e inexplicable.
Quisiera decir que no, que esto que estoy sintiendo es una manía o una obsesión otra vez, pero no es verdad, sería engañarme a mí misma.
Otra vez, sin querer tener todo, me cautivaste con una sonrisa.
Sé que no serás mía, y menos estaré en tus sueños.
Sé que nunca estarás en mi cama, pero en mi mente usted duerme a mi lado.
En mis sueños le acaricio la piel y en mis días pienso que vives conmigo.
No soy capaz de decirte que me gustas, porque ni siquiera respondes un chat, pero sí soy capaz de mirarte en cada oportunidad que te descuidas.
No soy capaz de hablar largo rato contigo porque me intimas, no soy capaz de besarte porque solo eres un pasatiempo que debo dejar atrás, y ojalá consiga otro lugar para trabajar, para que mi mente te deje de pensar, para que mis ojos te dejen de mirar, para que mis labios no te quieran besar y para que mi alma no te quiera tocar.
Sé que eres de otra persona, y espero que seas feliz, y aunque nunca lo sepas por mí, has hecho que deje de llorar por un amor que quiero olvidar, has logrado que ella sea un bonito recuerdo, has hecho de mis días mejor, simplemente por empezar a trabajar.
Sé que de aquí en adelante te debo de ignorar como tu ser me ignora a mí, sé que te voy a olvidar de la misma manera que te fijas en mí, y lo malo de todo esto es que sé que podría enamorarme de ti, de la misma manera o más que tiempo atrás.
Sé que serías mi perdición si me llegaras a mirar.
Pero sé que sufrirías por ello y yo igual.
Así que hoy por este texto que nunca miraras te digo adiós, un adiós que solo Dios y la luna saben callar, hoy te digo adiós por ser ese ser que me supo ayudar sin darse cuenta, hoy te digo adiós por ser un amor que no se dio y que se volverá poesía, esta que escribiré cada día, cada hora y probablemente en otro libro más grande se convertirá.
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