«La Santa», un cuento incluido en la obra «Doce cuentos peregrinos» de Gabriel García Márquez, publicado en 1992, nos sumerge en una profunda reflexión sobre la fe y la transformación de la religión en la vida de Margarito Duarte, el personaje principal. Asimismo, la narración del cuento se presenta en tercera persona omnisciente, a través de la cual el autor fusiona la ficción con la realidad, explorando cómo las creencias religiosas pueden influir en la percepción de la vida y en las decisiones de las personas. De igual manera, García Márquez, influenciado por su entorno marcado por conflictos políticos, grupos armados y narcotraficantes que utilizaban símbolos religiosos. Por consiguiente, recibió la máxima distinción en el mundo de las letras, el premio Nobel de literatura. En medio de un contexto social complejo, se sumergió en la creación de este cuento, adentrándose en los límites de las creencias y en el tema del adoctrinamiento, cuestionando hasta dónde puede llegar la influencia de la fe en la vida de las personas. En esta reseña, se sostiene que «La Santa» no solo refleja la experiencia del autor, sino también un planteamiento de la travesía de la fe y la religión que se vivía en esos tiempos.
La trama de «La Santa» abarca la decadencia de la fe y la devoción de los creyentes. El estilo narrativo de García Márquez, caracterizado por el realismo mágico, se presenta en un contexto crudo. De la misma manera en la estructura del cuento se muestra cómo la fe se desvanece en un mundo donde lo mágico y lo cotidiano se entrelazan, se presenta un ambiente sobrio y lúgubre, envuelto en misterio.
Los personajes de «La Santa» son complejos y realistas, representados por su extrema religiosidad desde su adoctrinamiento. Asimismo, Desde Margarito Duarte hasta el sacerdote del pueblo, García Márquez crea una gama de personajes encerrados en un pensamiento y lo refleja en una sola comunidad. Por ejemplo, La descripción de la sociedad se encuentra en un estado de prosperidad gracias a la confianza y dedicación que unen a las personas. La religión, en lugar de brindar consuelo, se convierte en una herramienta de control y manipulación.
La recepción crítica de «La Santa» ha sido en su mayoría positiva, elogiando la capacidad del autor para mostrar con detalle los límites de la religión y presentar desde un punto de vista respetuoso. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la obra ha sido objeto de opiniones divergentes. Por un lado, hay quienes se centran en la representación de la ambigüedad de todo el pueblo, mientras que otra parte se enfoca en el misterio que rodea al cuento.
Para concluir, «La Santa» de Gabriel García Márquez, es un cuento que invita a la reflexión sobre la fe, la religión y su papel en la sociedad, con su estilo único y su profunda comprensión del ser humano, nos presenta una historia que nos confronta con nuestras propias creencias y nos cuestiona sobre los límites de la fe en un mundo complejo y lleno de contradicciones. Personalmente, la genialidad de este cuento reside en la capacidad del autor para presentar una crítica profunda a la religión, sin caer en dogmas o prejuicios. García Márquez nos muestra cómo la fe, en lugar de ser un camino hacia la redención, puede convertirse en una herramienta de control y manipulación en manos de aquellos que buscan el poder y la riqueza.
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