El bosque de Hürtgen

El bosque de Hürtgen

Evolet

16/06/2024

Cuando entre por primera vez en ese bosque, sentí miedo, no quería estar ahí , no creía en su lucha. Sólo quería volver a casa. Con mamá. Las personas son valientes, hasta que se encuentran cara a cara con la destrucción total. No sobrevivía nada, ni nosotros, ni los animales, ni las plantas, ellas ni siquiera tenían la libertad de correr. De esconderse.

Yo lo intenté, diablos que lo hice. La gente suele olvidar que los Nazis comenzaron aniquilando a su propio pueblo.

Yo no fui la excepción.

Ojalá hubiera muerto por una causa más noble, me encantaría contarles que intentaba ayudar a los aliados, que hice algo por terminar esta matanza. Pero no, fui un cobarde y de todas maneras morí.

Cuando me encontraron intentando huir, me hicieron algo peor que matarme, me obligaron a seguir peleando, mate a 68 soldados. 11 civiles, alemanes, de mi propio pueblo.

Ojalá hubiera hecho algo por ellos, maldita sea, de todas maneras iba a terminar con una bala en la cabeza, debí defenderlos, debí sacar el dedo del gatillo.

Ojalá hubiera visto a mamá una vez más.

Lo mejor de morir, es cuando nada a tu alrededor es real, hay un silencio reconfortante, y te das cuenta que la muerte es cálida, como si de repente estuvieras frente a una chimenea ardiendo. Hay una palabra que usamos los alemanes, es waldeinsamkeit y va de sentir que estamos completamente solos en el bosque, únicamente conectados con la naturaleza. A pesar del ruido, de los millones de soldados que habíamos allí, fue la única vez que lo sentí.

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