Había una vez un pequeño pueblo rodeado por un denso bosque. En el corazón de este bosque se encontraba una casa vieja y abandonada que todos los habitantes del pueblo evitaban. La casa tenía una reputación siniestra: se decía que cualquiera que pasara una noche allí nunca regresaba.
Un grupo de adolescentes, en busca de emociones fuertes, decidió pasar la noche en la casa para demostrar que no había nada que temer. Habían oído las historias, pero las desestimaron como simples leyendas urbanas.
10:00 PM
Los chicos llegaron a la casa. La luna llena iluminaba el camino mientras se adentraban en el bosque. La puerta de la casa estaba medio abierta, rechinando con el viento. Entraron con linternas en mano, riéndose nerviosamente. Las paredes estaban cubiertas de moho y las ventanas rotas permitían que el viento ululara por el interior, creando un ambiente aún más aterrador.
11:00 PM
Empezaron a explorar las habitaciones. Encontraron muebles viejos y polvo acumulado. En el ático, descubrieron un baúl antiguo. Al abrirlo, encontraron fotos antiguas de una familia desconocida. En cada foto, los miembros de la familia tenían una expresión de terror absoluto.
12:00 AM
Uno de los chicos, Javier, decidió explorar el sótano. Bajó por las escaleras de madera crujientes, notando un olor pútrido que se hacía más fuerte a cada paso. Al llegar al fondo, encontró un pequeño cuarto con una puerta cerrada. Al abrirla, descubrió una serie de jaulas oxidadas y, en una de ellas, un diario.
1:00 AM
Javier leyó el diario en voz alta para sus amigos. El diario pertenecía a un hombre llamado Tomás, quien describía cómo había sido poseído por una fuerza malévola y cómo su familia había sido víctima de horribles experimentos para satisfacer a esa entidad. La última entrada decía: «No hay escapatoria. Estoy atrapado aquí para siempre. Mi única esperanza es que alguien venga a liberar nuestras almas.»
2:00 AM
De repente, las luces de las linternas comenzaron a parpadear. Un frío intenso llenó la casa. Los chicos escucharon susurros y risas macabras provenientes de todas direcciones. Las puertas y ventanas se cerraron de golpe, sellándolos dentro. Intentaron salir, pero la casa parecía tener vida propia, con pasillos que cambiaban de lugar y escaleras que se extendían interminablemente.
3:00 AM
Uno a uno, los chicos comenzaron a desaparecer. Gritos de terror resonaban por la casa mientras eran arrastrados por sombras invisibles. Javier corrió hacia la puerta principal, pero al abrirla, se encontró de vuelta en el sótano, frente a la jaula donde había encontrado el diario.
4:00 AM
Javier escuchó la voz de Tomás susurrándole al oído: «Eres el siguiente». Sintió una mano fría que lo agarraba por el hombro. La visión se le nubló y cayó al suelo, paralizado por el miedo.
5:00 AM
Cuando los primeros rayos del sol iluminaron la casa, todo estaba en silencio. El grupo de adolescentes había desaparecido sin dejar rastro, al igual que muchos antes que ellos. En el pueblo, la casa en el bosque siguió siendo un lugar de leyenda, un destino oscuro para los curiosos y los incrédulos.
Final
A la mañana siguiente, la policía encontró la casa vacía, pero en el sótano, descubrieron el diario de Tomás abierto en una nueva página. Con una escritura temblorosa, se leía: «Sus almas ahora están atrapadas aquí conmigo. La entidad se ha fortalecido. Nadie está a salvo.»
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