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Eran las seis de la mañana y yo  traía una sensación de nervios y cansancio ya que toda la semana estuve practicando 3 horas al día, nos reunimos todo el equipo para poder irnos un viaje de 3 horas aproximadamente. Desde lejos, se podía ver a los equipos de natación preparándose, cada uno con sus rutinas de calentamiento y estiramientos. El sonido del agua y las risas de mis compañeras ayudaron a que calamara debido a sus bromas creaban un ambiente más tranquilo.

La primera prueba del día fue la rutina técnica de los equipos. Todas las nadadoras, con sus trajes brillantes y maquillaje impecable, se alineaban al borde de la piscina. El silencio era horrible y la mirada de todos encima de nosotros, hasta que la música comenzaba. Todos con sus rutinas y sus movimientos al rito de la música. Las figuras y formaciones se sucedían con una precisión tan difícil.

A medida que avanzaba la mañana, se llevaron a cabo las rutinas individuales y de duetos. Cada presentación era una obra de arte en movimiento, mostrando la destreza técnica y la capacidad artística de las competidoras. Los movimientos fluían con la música, creando nuevas emociones que capturaban la atención de todos. Las acrobacias y levantamientos eran realmente impresionantes, demostrando la increíble fuerza y coordinación de todas las nadadoras.

La rutina libre de los equipos, fue la prueba más esperada del día. Aquí, la creatividad y la originalidad no tenía límites. Cada equipo presentaba una coreografía única, con temas que iban desde cuentos de hadas hasta representaciones con más acrobacias o el acto de las sirenas especiales. Las nadadoras se movían con una sincronización, creando patrones y figuras en el agua. La combinación de música, vestuario y movimiento resultaba en una experiencia única ya que nada se repetía.

Finalmente, la ceremonia de premiación. El ver ahí a mis compañeras fue algo muy emocionante ya que era un logro más para nuestro equipo ya que era la segunda vez que alguien se llevaba una medalla por un dueto y figuras.

 Fue un día inolvidable, que hasta el diade hoy después de cuatro años lo sigo teniendo presente y realmente no se podría olvidar esa sensación de estar en mi primera competencia a nivel estatal.