Perder tu casa, suicidarte, perder a tu pareja, perder a tus padres, quedar en la bancarrota, asesinar o ser asesinado, violar o ser violado… Cualquiera que sea la desgracia que vives, en esta oportunidad he llegado para dar un poco de luz en el tema, y hacer lo posible por mejorar.
El problema de la desgracia, es la desgracia en sí misma. Es decir, una derrota o una pérdida, en ningún momento tiene por qué ser una desgracia, pero cuando se le considera desgracia, es que viene la angustia. A uno podrán violarlo, torturarlo, sacarle los ojos y los dientes uno a uno. Sin embargo, esto no tiene por que ser malo, y además, si se toman buenas decisiones, esto se convierte en algo bueno. Yo no quiero enseñarles a que vivan sin desgracias, pero sí quiero enseñarles por qué hay desgracias, y sobre todo, por qué las consideramos como tales.
Frente a un hecho desconocido, nosotros siempre tendremos la oportunidad de y reitero esto «Controlarlo». Sin embargo, cuando nosotros controlamos lo que no comprendemos, siempre dará como resultado algo negativo y pesado. El origen de la desgracia, no es la pérdida, es verlo como pérdida, y enfrascarse en esa idea. La desgracia nace de querer definir y controlar cosas que no comprendemos y que no sabemos, y en vez de darle la oportunidad de que sea algo distinto, lo volvemos algo malo, con nuestro propio pensamiento.
Hay que entender que lo bueno y lo malo, son ideas. Ideas que tenemos acerca de nosotros y de nuestra existencia. Ya que todo lo que vivimos, puede ser algo bueno, o malo. Y en la medida en que sea pensado, se volverá algo bueno. Nosotros no necesitamos ni experiencia ni tiempo para mejorar las cosas, solo necesitamos pensarlas.
Lo que sentimos, no es controlable. Qué es eso, sin embargo, sí que lo es. Porque sentir es una realidad por sí misma, pero cómo esta se define o cuales cualidades tiene, en todo momento estarán sujetas por la persona que piensa acerca de ese hecho. Vean el sentimiento como una potencialidad, donde en todo momento puede ser una cosa u otra, pero lo que define el bienestar y la calidad de algo, viene a ser que este sea pensado, y no sea simplemente sentido o visto, sino sabido.
Los sentimientos no se pueden controlar, porque es algo que sale de nuestras manos. Pero podemos pensar qué son estos, y pensarlos de una forma diferente, para que estos sean diferentes. Porque el sentimiento nunca cambia, cambia es lo que este es para uno.
Así que yo les diría, cuando vivan una desgracia, no controlen lo que sienten, no controlen su realidad, no controlen lo bueno y lo malo. Dedíquense a pensar, dejando el sentimiento tranquilo, y busquen la verdadera solución, sin realmente mover nada o cambiar algo…
La solución a la desgracia no es que esta deje de ocurrir. Es pensar por que creemos que es una desgracia, y cambiar lo que este hecho significa para nuestra sociedad. De esa manera el hecho cambiara, y seremos felices, viviendo los mismos sentimientos, y las mismas realidades.
OPINIONES Y COMENTARIOS