Boom, boom, boom, son los sonidos que he estado escuchando durante las últimas horas, boom, boom, boom, sin parar, cada vez más cerca, boom, boom, boom, no estoy seguro si esto acabara bien o mal, solo quiero que termine, ¡por amor a Dios!, solo quiero que todo acabe, ya no me importa si regreso a casa o muero como una simple rata aplastada por el edificio en el que me resguardo, boom, boom, boom, ¿por qué tuve que venir?, no tengo ninguna capacidad para sobrevivir, no tengo la menor idea de cómo todo pudo acabar así, se supone que solo entrevistaría a unas cuantas personas, obtendría su opinión, tal vez visitaría algún lugar turístico de la ciudad y podría volver en el próximo vuelo, me recibirían mi mamá, mi papá y mis amigos, probablemente me quejaría que no pasó nada impresionante, que la guerra no escalaría a más y que solo eran un montón de políticos queriendo más poder, y ahora, espero que realmente eso sucediera y no esto, boom, boom, boom.

Estaba entrevistando a una pareja de ancianos cuando todo sucedió, estaban desviándose del tema, perdiéndose entre historias de su vida diaria, y ¡BOOM! Todo transcurrió demasiado rápido nos evacuaron lo más rápido que podían, boom, boom, boom, fue el ruido constante, en mis oídos perduro un chillido muy agudo, que nubló momentáneamente mi vista, no tuve tiempo de admirar el catastrófico paisaje que mis ojos presenciaban, los llantos, los gritos de desesperación, y los policías intentando controlar la situación, a donde mirara era lo mismo, bombas cayendo por todas partes, destruyendo edificios, una tienda se derrumbó enfrente mío, aplastando a un puñado de personas y al policía que nos guiaba, sentí como la bilis subía rápidamente por mi garganta al presenciar tal escena, tragando como pude el vómito.

Una persona cerca de mí pedía que le ayudara, me temblaba todo el cuerpo, mis piernas fallaron y permanecí quieto en mi lugar, y, cuando por fin obtuve la fuerza interna de moverme para socorrerlo un escombro más grande que un carro le cayó encima, me quedé estupefacto, un hombre acaba de morir y yo estoy lleno de su sangre, ahora ya no tuve el mismo control de mi estómago, vomité, manchando tanto mi ropa como la piedra que acaba de aplastar al hombre, me sentí demasiado mareado como si estuviera a punto de desmayarme, casi arrastrando mis piernas me moví a una casa cercana, por suerte la puerta estaba abierta y buscado rápido encontré las escaleras hacia el sótano, tan pronto como baje hubo otro ¡BOOM! Y una parte de la casa cedió, dejándome atrapado, no me muevo mucho desde que entre, parece que el techo se sostiene gracias a las estanterías llenas de cosas que me son inútiles, la desesperación aumenta conforme escucho una explosión cercana, que parece provocara que mi pequeño refugio me mate.

Las horas ya han pasado y parece que por fin el bombardeo cesó, no sé cuánto tiempo ha pasado, no logro ver ni escuchar nada del exterior, mi única acompañante es una débil luz proveniente de una linterna que encontré entre tanta basura, comienzo a sentir una sed y hambre horribles, si tan solo tuviera mi celular todo podría acabar con una simple llamada, ¿no?, lo perdí en algún punto entre el bombardeo y mi desesperación.

El tiempo pasa y logro escuchar voces, no me importa quién sea, hago ruido como puedo y escucho que las voces se acercan más y más, no puedo contener mis emociones, comienzo a llorar y a pensar que mi pesadilla acabara, entonces, sin darme cuenta, dejo caer la linterna, doy un paso para levantarla, pero, tropiezo con ella, mi cuerpo golpea una de las estanterías y esta cae tirando a las demás. Ahora solo puedo observar en cámara lenta como es que el techo de mi pequeño refugio se acerca a mi rostro.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS