No fue una historia que fuera tan larga para poder escribir un libro, solo hizo parte de una página, una de las mejores. Esa noche estaba más solitaria de lo habitual, ella solía viajar todas las noches en metro de su trabajo a su casa, siempre con música que le permitía escapar del mundo y crear una que otra fantasía, aunque nunca imaginó que una de ellas se haría realidad. Solía subirse al vagón 8 decía que no era tan lleno ni tan solo, desde el podía visualizar perfectamente a todo aquel que se subiera o bajara, solía poner su maleta en la silla del lado, un viaje tranquilo y sin compañía, hasta esa noche cuando escucho una voz que decía su nombre; un corrientazo paso por su cuerpo ¿quién era?, ¿por qué sabía su nombre?, sabía que no era alguien que conociera pues nunca quitó los ojos de las puertas, nuevamente escucho su voz, «Estás muy grande,te he extrañado…hija».
OPINIONES Y COMENTARIOS