Juana Patricia

Juana Patricia

Ema UB

07/06/2024

Juana Patricia, la niña con ojos color capulí y pecas en el puente de la nariz. La niña de largos cabellos castaños y los labios de color carmín. Esa niña que corre por las praderas sosteniendo en las manos una enorme cometa púrpura, esperando que el objeto pueda llegar donde las manos humanas solo pueden desear. El objeto que puede volar, mientras la niña solo imagina como se sentirá bailar con el viento mientras se habla de libertad. Pero cuando la niña deja de imaginar y una nube de miedo llueve sobre su razón, aprieta con fuerza la cuerda de la cometa y con vehemencia piensa que quizá ella también sea una cometa, solo que no sabe quién lleva su cuerda.

Juana Patricia, la niña risueña, la niña de cometas de colores, de vientos y de flores. Entre cavilar y correr por los prados los años pasaron. La niña duerme en el corazón y la mujer sale a relucir en el caparazón. Ya no vuela cometas púrpuras, ahora viste de púrpura sus labios. Ya no anhela volar en los cielos, ahora solo quiere volar en los brazos de su amado.

¡Juana Patricia! ¡Juana Patricia! Niña de campo, niña de prados. El amor es una bendición cuando cuerpo, alma y espíritu están coordinados, pero en este caso cuando Pancho a media docena de chicas del pueblo enamoró, creo que tan solo el deseo de los cuerpos ha quedado. Juana Patricia no es por envidia que Herminia te aconsejó dejar a un lado ese breve amor y entregarte a la labor del campo, el trabajo y la tranquilidad. No es por maldad que Camila la hija del molinero entre sollozos te suplicó que de Pancho no creas en el amor. No es por celos que Ana la hija de la gitana te proclamó odio por menospreciar la inteligencia y actuar con el galope del corazón. 

Pancho no te conviene Juana Patricia, él es hombre de diversión, hombre de hoy te quiero y mañana ya no. ¿Tú crees que él vale tu ilusión? ¿Tú crees que le puedes entregar el corazón? 

No, Juana Patricia. Lamento destrozar tu limerencia por el amor. Tu inteligencia beata no te deja ver con la intuición lo que salta a la vista. Pancho no te quiere y no te querrá ni hoy, ni mañana. Pancho es un pobre hombre apasionado por la estupidez que radica en alardear con cuantas de acostó. Un pobre remedo de humano que no conoce del amor propio, el respecto, el valor de la vida, especialmente no conoce lo que es ser hombre. 

Juana Patricia abandona el terco sentimiento de amar a un disfraz de hombre, que el mundo es ancho, grande y rebosa de vida. No será Pancho tu amor, pero te aseguro que la vida te dará el amor si es tu elección.

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Cinco hijos, catorce nietos, diez bisnietos y 32 tataranietos. Juana Patricia se hizo árbol, gracias a ella existo yo, gracias a ella y gracias a su pésima elección. Se casó con Pancho y la vida se jodió. Murió a los 99 años maldiciendo el momento de la unión y agradeciéndole a Dios por los hijos que con él procreó, cruel contradicción. Odiaba al padre de los hijos que amaba con dedicación y los hijos amaban al padre muerto hace 30 años con una fuere devoción. En su honor hoy hay seis Panchos en la generación y ni una sola de todas que se lleve el nombre de Juana Patricia, la mujer aguerrida, fiera por la vida que tantas vidas alumbró.

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