De pactos

De pactos

Ema UB

29/05/2024

¿Has firmado un pacto con el diablo?

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¿El diablo? No hay una sola razón para firmar documentos con el diablo, aquel ente anda ocupado en cuestiones más importantes, no lo sé, por ejemplo; seducir monjas, tentar curas, tentar a los casados, susurrar a los oídos del necio, cabalgar en la estupidez de los líderes, dar de comer al ego de los jóvenes incautos, vomitar en los genes de los recién nacidos, sembrar la matanza en nombre de Dios … No lo sé, cualquier cosa interesante. Además que es inútil invocar al diablo, no tiene sentido. En realidad él vive en nosotros, y no es uno, son muchos, no dan por y riqueza mágicamente sin acción. Cada uno vive en nuestro cerebro y se manifiesta con el incentivo necesario.

¡Hostia! ¡Que me cabreo! Mirar cómo han dejado la estación de trabajo, esos tipos son unos cerdos bastardos, solo les falto cagarse en el escritorio. Allí tienes. Uno de los demonios cabalgó en mi lengua y acabo de escupir todo este veneno, parezco un basilisco. La irá domó mi sentido del pensamiento que en segundos fui capaz de orquestar un sin fin de castigos en mi cabeza y la voz no se hizo esperar para insultar. Fue el estímulo correcto y necesario, no firmé ningún pacto, solo surgió, salió y me ayudó a descargar la frustración.

¡Hijos de las remil putas! Me jodo, cómo se atreven a no registrar en el sistema los eventos del día. Cómo cojones voy a saber los datos que se deben depurar, son una maldita escoria, pero Adkinson lo sabía, a ese maldito se lo he dicho cuarenta veces y no me hace caso. Esto no quedará así, no seré yo quien haga su trabajo, ya vas a ver, me vengaré, voy a dañar el codigo de su amada placa, eso es lo que ocurre cuando no haces tu trabajo. Allí está, el segundo demonio, la venganza, en este caso justa y necesaria. Convocada a asistir lo injusto, la medida de corrección perfecta para un badulaque y baldrajas que no cumple con su trabajo y de paso jode el trabajo del otro, especialmente cuando hubo advertencia. Me entregué a las fauces de ese demonio, sin pacto, sin razonamiento, solo me entregué y no recaí hasta cumplir, hallar satisfacción y dar una lección.

¡Si será un desgraciado! Me ha pedido el reporte para hoy. Es evidente que no lo tengo, pero le diré que todo es culpa de este software horrendo, le mentiré que dejó de compilar hace doce horas. Allí está otro, la mentira, la forma más fácil de salir de todo acontecimiento divergente de la vida. Mentira para hacer, ser y vivir. Fácil, a la mano y la salida momentánea al problema. Sin pactos.

¡Me cago en mil! Este hijo puta no ha respondido el llamado. Seguro está tonteando por allí como el vergante que es, juro que lo mataré y lo echaré al mar, lo haré… Por…

¡Por favor! 

Si lo entendí. No mates a nadie, ya ví suficiente. Se que no necesitas de pactos. El diablo y sus hijos viven contigo. Ahora vayamos a trabajar, eso es lo que debemos hacer.

Moraleja: El diablo existe si crees en él. 

El infierno existe, es un estado de la conciencia. 

La respuesta no está ni en Dios ni en el Diablo, tan solo en hacerse responsable de la vida, sin resentimientos. Toda afición hacia un ente espiritual superior surge por necesidad, la necesidad de no sentirse huérfano del creador, el destino y el camino.

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