Me gusta recordarlo todo.
Es un grave problema, mejor quizás si
sufriera amnesia.
A veces, mi cabeza parece un tambor
musical,
con los puntos de las notas perforados,
sonando al girar y girar.
Giran, y suenan en mi cabeza los
recuerdos,
no se borran, no quiero borrarlos, lo
siento.
Como querer borrar la caja de Pandora,
qué haría? me quedaría sola? me desvanecería?
En ella, escojo los momentos… cuando
todo lo que veo afuera me ciega.
Busco paz en su interior, sabiendo que
me perderé y que será bastante peor…y vuelvo.
Vuelvo un día cualquiera… y decido
al azar el día.
Me paro a pensar, para qué?
Y me contesto a mí misma, para
recordar, para recordaros… para recordarme que sigo aquí, viva.
Hay días en los que acierto y me
alegro.
Esos recuerdos, me devuelven a
aquella…. mi vida, y pienso… fue bonito el reencuentro.
Todos los minutos y ese tiempo…
fueron buenos.
Recuerdos: olores, palabras, gestos,
miradas, gritos, llantos, abrazos, susurros, nostalgia…
Algunos días encuentro a alguien al
que no recordaba, y me digo a mi misma, solo le regalaste el tiempo
que te dedicaba, para él fue nada, para mí el alma.
Me lo digo en bajito, porque fue más
que eso, para mí, todo, para él nada.
No quiero reconocerlo, me daña, pero
hoy lo recuerdo… hoy ya no es nada.
Tengo laberintos de palabras llanas,
guardadas.
Tengo también, canciones sin alma.
Qué queréis que haga? Es mi historia,
quizás solo dramas.
Acuarelas y prosa, todas ellas
dibujadas con calma.
Voy a seguir recordando, porque la vida
es larga, no voy a olvidarme de nada.
Voy a llevar conmigo los recuerdos que
me llenan y me vacían,
aquellos que duelen y también los que
me dan alegrías.
Voy a recordar este mundo, hasta el
último día, y no sé si estaremos solos
o quizás en compañía.
Solo me llevaré estos recuerdos, que
son toda una vida, mi vida.
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