
Era tonto, un estúpido
Que no servía para nada. Prácticamente era como las moscas, solo sirven para estorbar.
Es igual o más horrible que una, y no podía valerse por si mismo, el gran idiota le decian.
Hasta que un día se murió de una forma igual de especial que la porquería que era
lo llevaron en una silla de ruedas con un café, ya saben por dónde voy
y entonces cuando las enfermeras se descuidan, este pedazo de inútil decidió tomarse la taza de café, y se le regó en toda la piel y se murio
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