En las fauces del mofle #1

Querido diario:

Hoy fue cule día pesao’. Me mentaron la mae’ como cien veces. El día estuvo bien fulero, la plena.

La mae’ mía dice que me meta al SENA a estudiar Mecánica Diesel, pero yo no sé si quiera estar metido entre carros otra vez. Cule viaje andar sucio de grasa y oliendo a mofle. Allá hay otras vainas bacanas, pero no sé si sea bueno pa’ eso. Un valecita está estudiando Diseño Gráfico, la vaina es que pa’ eso se necesita un cule computador, y yo de vaina tengo un celular y sin datos. Me toca conectarme al WI-FI del centro comercial o comprar un paquete. Estos días he estado pensando bastante en hacer otra cosa, no sé si en el SENA o en otro lado, pero si quiero.

Hoy fue un día muy fulero. Se subió una señora y apenas vio que no había puesto empezó a insultarme, que pa’ qué la deje subir si no había puesto… ¡Ayaaa, jopoo! O sea, tenía que reservarle el puesto con el nombre… ¿Cuánta gente no e sube y le toca de pie? Pero la doña quería sentada, y pa’ remate, el Julio, el chofer, le ofrece el puesto de copiloto y la vieja le dice disque “Ese puesto es para la mujer del chofer o para lo moza, y yo ni lo uno ni lo otro”…

¡Vayaaaa! Ahí me dio fue risa la vieja charadosa esa.

Y así estuvieron el poco de personajes durante el día… que si me iba a quedar con el vuelto; que por qué no le dijo al chofer que pare; que le busque el puesto a la señora; que si me los voy a llevar pa’ la casa… ¡Dios! Llegué a la casa fue azarao’ y todo por 45 barras. Lo bueno es que no me toca estar pidiendo plata, o sea, sí la pido, pero pa’ cobrar, no mendigo como lo s que se suben a cada rato con su poco de historias. Nunca sé si son verdad o nada más se las inventan para pedir, yo creo que no lo haría.

Es increíble el poco de cosas que pasan en un bus, y casi nadie se da cuenta. Se sube una señora con una niña, la regaña porque va mal en el colegio; hay un man mirando por la ventana y de repente se ríe solo, como recodando a la leita. Esta la vieja con el uniforme planchado esquivando a todo el mundo pa’ que no la arruguen; la señora que compra frutas en el mercado y tiene el poco de cartones; la gente que se queda dormida y me toca despertarlos pa’ que no se pasen, porque esas es otra mentada de mae’; y también estoy yo, viendo la vida de un poco de gente que se sube y se baja del bus, mientras pienso qué voy a hacer para salir de las fauces del mofle.