
Me quedo embobada mirándote, pensando en lo que nos queda por delante; pensando en como estaremos dentro de 10, 20 o 30 años, si nuestros cuerpos humanos llegan a estar juntos.
Y no puedo evitar pensar, en que vas a hacer conmigo, cuando mis oídos ya no oigan tus palabras de amor y tus piropos; cuando tus «te quiero» no se me claven en el corazón.
No puedo evitar pensar, que vas a hacer conmigo, cuando tus manos sólo tengan para acariciar una piel fea, seca, vieja y arrugada, estropeada por el paso de los años.
No puedo evitar pensar, que vas a hacer conmigo, cuando mi pelo haya perdido su belleza, su forma, su color original y se haya vuelto un manojo pobre y blanquecino.
No puedo evitar pensar, que vas a hacer conmigo, cuando mi mirada se vuelva borrosa y turbia, cuando mis ojos no puedan verte y no puedan encontrar a los tuyos; cuando mi mirada no coincida con la tuya para perderse en ella.
Y es que me falta tanto por oírte, me falta tanto por decirte, me falta tanto por sentirte, que me falta vida para vivirla contigo.
Por eso sólo voy a disfrutar de hoy, de lo que tengo ahora, de lo que siento ahora, de lo que te amo ahora; porque no quiero pensar en mañana, porque el mañana yo,…
…se lo dejo al destino.
OPINIONES Y COMENTARIOS