Olvidé hace tiempo, quién era. Así fue como me perdí, porque ya no encontré el camino de regreso y me quedé en mis pensamientos. Caminando, con miedo y sin fuerzas, imaginando que todo ha sido absurdo y en vano. ¿Para qué preocuparse, si todo terminará?
Supuse que mi ego era demasiado grande, y mi alma demasiado invisible como para tomarla en cuenta, así que tal vez por eso la descuidé. Solo quería dormir todo el día, y martirizarme toda la noche para estar a solas con mi propia mente. Los malos recuerdos se abalanzaban sobre las buenas memorias, pisoteándolas hasta dejarlas en nada. No importaba a donde fuera ya que aquello que me atormentaba me seguía a todos lados, hasta en los sueños. El miedo se apoderaba dentro de mí y este crecía mientras caía la noche y oscurecía.
No estoy.
¿A dónde me fui?
Todavía me busco, sin encontrarme. Intento sobrevivir, pero lo único que me acompaña es la muerte.
Ojalá pueda decir que esto terminó o que solo fue una pesadilla, pero me he encontrado antes en este callejón sin salida. Porque ya no hay ganas de nada.
Estoy desaparecida.
OPINIONES Y COMENTARIOS